Las consecuencias del estallido social no paran. Un reflejo de esto fue la fuerte caída a su nivel más bajo en la historia que sufrió la confianza de los consumidores en diciembre.
De acuerdo al Índice de Percepción del Consumidor (Ipeco), que elabora el Centro de Estudios de la Universidad del Desarrollo (UDD), para el décimo segundo mes de 2019 la confianza de los consumidores se ubicó en 47,98 puntos, perdiendo 21,17 puntos en comparación con noviembre pasado, cuando el indicador -mostró una leve recuperación respecto a octubre- y se situó en 69,16 puntos.
Dicho resultado, además, se inscribe como el más bajo en la historia del sondeo -que se realiza desde 2001-, considerando que el siguiente registro más bajo fue en octubre del año pasado (65,7 puntos) cuando registró su menor nivel desde enero de 2009 (con 66,47 puntos) cuando el país enfrentaba de lleno las consecuencias de la crisis subprime, que en ese entonces estaba en pleno desarrollo.
De acuerdo a Cristián Echeverría, director del Centro de Estudios de la UDD, esta caída “significa que la mitad de las respuestas de coyuntura y expectativas indican que la situación actual no ha cambiado respecto de hace tres meses, y que la situación en tres meses más no cambiará respecto de la actualidad”.
La percepción de los consumidores respecto a la coyuntura, también retrocedió hasta los 56,66 puntos desde los 90,32 puntos que anotaba en el mes precedente. Esto hizo que el indicador pasara desde el nivel “pesimistas” -en el cual cayó en octubre pasado con estallido de la crisis- al nivel “extraordinariamente pesimista”. También es el registro más bajo desde la historia del sondeo.
En esta misma línea retrocedieron las evaluaciones de los consumidores respecto a la situación económica actual y del desempleo.
“La implicancia de este alto porcentaje de respuestas, tiene que ver con percepciones negativas y/o neutrales de la estabilidad del país, y por lo tanto, estas golpean duramente a la demanda interna”, agregó Echeverría.
Así, la situación económica actual cayó 22,5 puntos, para ubicarse en 52,47 puntos, desde 74,98 puntos que anotaba en el periodo inmediatamente anterior. Esto, a su vez la llevó a pasar del nivel “muy pesimista” al “extraordinariamente pesimista” y a tener además el registro más bajo dentro del histórico. En tanto, la percepción del mercado laboral se derrumbó 57,7 puntos, al pasar de 124,61 puntos a 66,87. La variable, además de pasar al nivel “muy pesimista”, registró su puntaje más bajo desde abril de 2016 cuando se situó en 47,24 puntos.
Esto, en medio de la aceleración de los despidos por necesidades de la empresa en los últimos meses, y las proyecciones sobre un alza en el desempleo en los próximos meses.
Percepción futura. Respecto a las expectativas futuras de los consumidores, el indicador también cae a su mínimo histórico al ubicarse en 44,93 puntos, 16,7 menos que el registro del mes previo (61,62 puntos en diciembre).
En concreto, el estudio apunta que este resultado responde a las agudas caídas en las percepciones del desempleo futuro y de los ingresos futuros.
En este sentido, la percepción del desempleo futuro retrocedió 51,76 puntos en diciembre al ubicarse en 32,03. Algo similar ocurrió con las expectivas de los ingresos futuros, las cuales cayeron 19,45 puntos, para situarse en 35,78 puntos. En ambos casos, las variables también cayeron a su mínimo histórico.
En la vereda del frente, la única variable que mostró un comportamiento positivo, fue la percepción de los consumidores respecto a su situación económica, al ubicarse en el décimo segundo mes del año en 62,51 puntos. Es decir, 8,77 puntos por sobre los 53,75 anotados en el mes anterior.
El sondeo de la UDD también registró caída en la confianza de todos los estratos socioeconómicos, siendo el más pesimista el C2, con 38,6 puntos.
Esta es probablemente la métrica más importante ahora. Mucho más que la confianza del empresariado.
Esto es el reflejo de lo que SIENTE la gente. Puede que la realidad no sea tan oscura, pero eso no es lo importante. Lo importante es la percepción, que moldea finalmente la realidad económica.
Esto es crucial. La confianza es lo que mueve todo en la economía. Cunado la tienes en el futuro, tu trabajo, la seguridad, etcétera etcétera, el consumo se dispara, igual que los créditos que hace saltar todos los cilindros de la economía.
Al revés, cuando está pesimista, comienza el ahorro y el tratar de recortar la deuda, lo que genera menos créditos y por ende menor crecimiento de los precios, que impacta en los ingresos y por ende en todo lo demás. Es un círculo que se auto refuerza y que debe ser detenido por algo que corte el circuito del pesimismo.
En el caso de Chile, no se en realidad lo que pueda detener ese circuito de pesimismo, que ahora es percepción sobre el futuro, que está por llegar en Marzo.
BRACE FOR IMPACT¡¡¡¡
Este es uno de esos periodos en los cuales cualquier cosa empeora notablemente la situación y la confianza, a pesar que objetivamente no sea un evento tan relevante. Así como cuando todo está on fire, noticias que objetivamente son pésimas no hacen ninguna mella.
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