Años complejos prevé la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) para el sector, que atribuye a la incertidumbre de las reformas que están en discusión y a los impactos de la crisis social, que llevó a una discontinuidad y, en algunos casos, a paralización de actividades.
Una encuesta del gremio a 193 empresas constructoras e inmobiliarias socias, reveló que 62% paralizó uno o más proyectos en desarrollo, que se encontraban en etapa de ingeniería o diseño. Mientras que 69% postergó el inicio de obras programadas para fines de 2019 y principios de 2020.
A modo de ejemplo, si en un mes normal ingresaban al mercado, en promedio, once proyectos, en noviembre solo lo hicieron tres.
Este escenario marcó las proyecciones sectoriales que el gremio dio a conocer ayer. Para este año, estimó una caída de 7,7% anual de la inversión en construcción, lo que supone el mayor retroceso desde 2009.
Javier Hurtado, gerente de Estudios de la CChC, atribuye esta baja, en parte, a la incertidumbre sobre inversiones futuras, derivada de cambios en las reglas que podrían producirse por las reformas constitucional, tributaria y laboral, que afecta las decisiones de inversión.
También, dice, que reflejan el deterioro de la confianza empresarial, que persistirá al menos por un par de años, en parte por los impactos sufridos por las empresas socias de la CChC post 18 de octubre. De hecho, más del 70% de las empresas socias de la CChC cree que la demanda de proyectos, el mercado laboral y la situación del país en 2020 serán “peor que en 2019”.
La mayor caída se prevé en la inversión privada de viviendas, de 15,5% en 2020, precisamente debido a la postergación de proyectos futuros, producto de la mayor incertidumbre y el mayor riesgo percibido para las inversiones por parte de las empresas.
En octubre y noviembre, la venta de departamentos cayó 22% y 38%, respectivamente.
En infraestructura productiva, en tanto, se espera una baja en la inversión de 18,1%. Esta disminución la atribuyen a la recalendarización de proyectos no mineros.
En medio de este contexto, se proyecta que el desempleo sectorial aumente a 12% durante el primer trimestre de 2020, lo que involucra una pérdida de 40 mil puestos de trabajo, cifras que no se registraban desde la crisis subprime de 2010. Actualmente, la tasa de cesantía sectorial bordea el 9%.
En los últimos cinco años, la construcción ha tenido una participación promedio de 8,5% en el empleo nacional, periodo en el cual los trabajadores del sector han fluctuado entre 662 mil (2014) y 708 mil (2018) con empleo.
Producto de la caída de la inversión en construcción, que representa el 64% de la inversión total de la economía, el presidente de la CChC, Patricio Donoso ve posible una eventual crisis económica en 2020. Las proyecciones del gremio apuntan a un PIB en el rango de -0,7% a 0,3%.
“Nos enfrentamos a un cambio complejo y la clave para enfrentarlo es cambiar las expectativas de las personas respecto de su situación en el futuro y dar las certezas necesarias para que se active la inversión privada”, dice.
Paulina Henoch, jefa del Centro de Estudios de Ciudad y Territorio del Minvu, señaló que en la cartera cuentan con una serie de medidas reactivadoras para que el desarrollo de proyectos continúe que, si se llevan adelante, generarán 45 mil nuevos puestos de trabajo.
Alza de precios de viviendas se desaceleraría
La caída de la inversión en viviendas que se estima en 2020, producto de la postergación de proyectos, generará cambios en el mercado. Se prevé que este nuevo escenario podría tener impacto en los precios de los inmuebles.
Javier Hurtado, gerente de Estudios de la CChC, señala que la caída de la oferta en los últimos años, sumado a un aumento de la demanda, explica la fuerte alza en los precios.
Según datos a septiembre, el 47% de la demanda correspondió a inversionistas. Dada la incertidumbre por las reformas, Hurtado cree que este segmento “se verá más afectado” en términos de demanda, en relación al mercado individual, pese a que este último también podría postergar decisiones compras, frente a un cambio en las expectativas de empleo.
Este escenario, dice Hurtado, “va a estabilizar a que los precios probablemente no bajen, pero sí no deberían escalar más, se debería producir una estabilización, no creo que sigan subiendo a las tasas que estaban subiendo”.
Día de noticias inmobiliarias parece.
Una masacre.
Y ni siquiera empieza el real desapalancamiento.
Por supuesto van a decir que los precios no van a bajar. De que manera eso no va a suceder con la demanda desplomándose y los créditos bancarios siendo retirados para el segmento cada vez más??…
Un misterio de la vida.
Una aproximación rápida es que los precios deberían volver al menos al punto en el que los créditos comenzaron a ser dados a cualquiera que caminara, y a los que andaban en sillas de ruedas también para no discriminar. Que debe ser por el 2011. Eso representa un 35 a 40% de aumento de precio desde esa época.
Que es aproximadamente lo que bajaron en las burbujas del 2007-2008.
Pero la peor consecuencia es para la economía general dado que el sector inmobiliario mueve el 65% de todas las inversiones del país, ergo, la creación de crédito y por ende la velocidad en el crecimiento de todo.
Y la confianza será masacrada en el consumo si los dueños de las viviendas ven que ellas bajan de valorización en esa magnitud con la hipoteca aún por el precio original.
No vienen tiempos mejores.
Pero iba a pasar con o sin revolución pendeja. La carga de deuda era gigantesca sobre el cuello de los chilenos, y los precios seguían subiendo por esa mismas creación de crédito.
Ese ciclo se detuvo, lo reconozcan o no los PhD´s a cargo. Ahora hay que recoger los pedazos que queden posterior a esta masacre de activos que se aproxima.
Por cierto, después de lamer las heridas profundas aún por provocar el sector inmobiliario que fue el que recibió a todo el retail, suele suceder que este se va hacia las acciones en las que no han participado mucho en estos años de bonanza crediticia.
Es decir IPSA.
Just Saying…
Una de las Mavericks nacionales a montar sin duda cuando se despeje el panorama.
Todavia nos queda la via europea: 1% de interes anual sin el pie.
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