Cerca de 300 correos electrónicos ha recibido en las últimas dos semanas un senador de RN. Según comentó en privado a La Tercera PM, de esas comunicaciones, el 90% corresponde a militantes de ese partido expresando su decisión de rechazar una nueva Constitución en el plebiscito del 26 de abril.
Así lo comentó esta mañana, pocos minutos después de participar, junto a otros siete representantes del comité de RN en la Cámara Alta, en un punto de prensa en el que dieron a conocer su postura de cara a esa consulta nacional: “Rechazo” será la opción que defenderán, según anunció el jefe de comité, Andrés Allamand, quien entregó una declaración que había sido redactada en la víspera por Carmen Gloria Aravena y Rodrigo Galilea.
El único senador que no se sumó a esta postura fue Manuel José Ossandón, quien declinó referirse a su decisión, explicando que detallará más tarde sus razones para mantener su respaldo al “Sí” a la nueva Constitución en un punto de prensa en el Senado a las 16.00.
Ayer, eso sí, Ossandón se había referido al proceso en su cuenta de Twitter, en donde planteó que “el proceso constituyente, con todo lo que significa para el futuro de Chile, no sirve para sacar cuentas electorales. La decisión de algo tan relevante es por convicción, se siente, se asume. Igual que la paridad”.
En contraste a la postura de Ossandón, bajo la atenta mirada del presidente del Colegio de Profesores y representante de la Mesa de Unidad Social, Mario Aguilar, y del subsecretario de Educación, Raúl Figueroa, quienes estaban en las dependencias del Senado para participar de una comisión, el resto de los senadores RN expresaron, en voz de Allamand, su “convicción en orden a votar rechazo en el plebiscito de abril. Fundamentalmente, lo hacemos porque el voto rechazo es que el permite y asegura que los cambios constitucionales que el país necesita se realicen dentro de la institucionalidad democrática, a través de procedimientos institucionales y seguros”.
La postura mayoritaria de los senadores se suma, de esta manera, a un grupo creciente de diputados de esa colectividad que ha anunciado su opción por el “No” en el plebiscito y, de hecho, han comenzado a avanzar en líneas de trabajo para enfrentar la campaña. Incluso, dos de esas diputadas, Catalina del Real -subjefa de bancada- y Sofía Cid, fueron a felicitar a sus senadores y a iniciar las conversaciones para coordinar una labor que -dicen- quieren hacer en conjunto “para unir fuerzas”.
Así, la postura defendida por el presidente de la colectividad, Mario Desbordes, ha perdido fuerza dentro del partido. Sin embargo, los senadores que participaron de la puesta en escena se apuran en aclarar que lo ocurrido no tiene que ver con el liderazgo del diputado ni es algo que cuestiona el rol jugado por él en la firma del acuerdo, sino que es -más bien- una expresión de molestia hacia la oposición por su falta de condena a la violencia y, al mismo tiempo, una forma de “responder a las bases del partido”, que se han expresado mayoritariamente por el “No”.
El problema es la violencia
Entre los parlamentarios de Chile Vamos, entonces, ha ido creciendo la opción de rechazar la creación de una nueva Constitución. A los tradicionales resquemores de la UDI, se sumó ayer el estado de “reflexión” que anunciaron ayer cuatro de seis diputados de Evópoli, partido que inicialmente se había manifestado en favor de aprobar el proceso. ¿La razón? El “poco compromiso” de la oposición en su rechazo a los hechos de violencia.
Antes y después de la puesta en escena de hoy, tanto senadores como diputados de RN comentaban que el principal problema que veían en este momento para llevar adelante “un proceso constituyente como corresponde” es la violencia que se ha mantenido en el país.
En ese aspecto, dicen que el punto de quiebre es lo ocurrido con la realización de la PSU y los problemas que han tenido más de 40 mil personas para poder rendirlas, por múltiples llamados a boicotear el desarrollo de este test.
De hecho, en la declaración que emitieron ayer se critica “el clima de violencia, inseguridad y poco respeto por las personas e instituciones del país (que) se ha mantenido en muchos lugares”.
En este sentido, Aravena explica que “la gran mayoría de los senadores que adscribimos hoy día esta declaración estábamos por apoyar (…), pero con el devenir de las últimas semanas, los conflictos, la dificultad que hemos tenido para restablecer el orden público, la falta de compromiso de la oposición respecto de llamar al orden con firmeza y entender que solo en un ánimo de fraternidad y paz vamos a lograr un proceso de nueva Constitución, hemos cambiado de opinión”.
Y con esto se acaba la pistola en la cabeza del gobierno y los partidos afines.
Evidentemente la derecha no quiere una nueva constitución, ni siquiera modificar la actual, tan solo, tal vez, hacer alcances en leyes que derivan directamente de ella.
Esto va a agregar una cuota de estabilidad sin duda en todo esto, y ya estamos claros que no existirá una asamblea constituyente ni carta en blanco ni huevadas populistas en la constitución, si es que se aprueba el plebiscito que ahora pasa a ser dudoso.
Igual que en el caso de la aprobación de la ley anti saqueos que dio el salto de estabilidad real que se necesitaba, esto va a dejar completamente tranquilos a los inversionistas y capitales.
Era extraño ver a la derecha, o conservadores, apoyando una puesta en marcha en blanco populista de una carta magna, y ahora que está clara la posición, veremos con casi toda seguridad que los capitales se estabilizan, aún más.
No tenemos tanta deuda, la infraestructura crítica está intacta y ya se ha retomado el orden funcional del país a pesar de que existan aún incidentes aislados, como en la Araucanía que de cierta manera estaban incorporados en los análisis de riesgos porque solo afectan a una porción menor del país.
Y los que piensan que la mayoría de la gente apoya el cambio de constitución debido a la consulta trucha municipal, se van a llevar UNA GRAN sorpresa. Especialmente si el voto es obligatorio.
No es que esto solucione los problemas que apuró la revolución, ni remotamente, pero al menos no agrega más complejidades que es lo último que necesitamos ahora.
Todo esto terminó de confirmar que la derecha chilena es cobarde, sin relato/argumento/bases/convicciones. Ideario.
ResponderEliminarSe evidenciaron como reaccionarios. Adscribiéndose a un acuerdo que garantizaba hoja en blanco y 3 años de inestabilidad garantizadas en la actividad económica nacional. Jamás hicieron la cuenta que los que estaban en las calles aún eran porcentualmente menores a la votación de Guillier. Se compraron el paquete completo.
Ahora cambiaron de parecer al notar las reacciones de su base votante. Haciendo campañas espontáneas por el NO.
Francamente ridículo. Y ahora quieren venderse como los que sí tenían convicciones y saben el mejor destino para Chile mediante una reforma social “fuerte”.
Políticos siendo políticos. Jugando al generoso con el dinero de otros.
Patéticos.
Me cuesta imaginar un triunfo del NO...ya que el pueblo es ignorante en cuanto a los alcances de la constitucion... pero veremos que pasa...
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