10 agosto, 2020

Columna de Daniel Matamala: ¿Usted comprende?

Meme: "That moment of a business cycle when the recession is over ...

@latercera

“¿Usted comprende?”. Eso le preguntó el ex presidente Lagos a la jueza Gloria Ana Chevesich, cuando ella lo interrogaba por la corrupción en el MOP.

Es una pregunta del mundo al revés, del interrogado a la interrogadora, y la contó el propio Lagos, hace unos días en una entrevista en La Tercera. “Yo le decía: “¿Usted comprende?”. La vez que me interrogó le hice esta pregunta: “¿Usted entendió alguna vez de qué se trataba esto?”. Le dije: “¿Usted entendió la magnitud de los negocios que se hicieron en mi período?” (…) Fueron miles de millones de dólares. Se encontró un caso de corrupción”.

Chevesich no entendía. La jueza creía que su trabajo era investigar delitos, no admirarse por “la magnitud de los negocios”. Y eso que trataron de explicarle. El presidente de la Corte Suprema la citó a su casa para expresarle la preocupación de “altos personeros de gobierno”. El ministro de Justicia la bautizó como “la señora MOP”.

Lo que hoy Lagos revela con sinceridad brutal, al hablar de “la magnitud de los negocios”, usted sí lo comprende. Y lo comprende porque, como el Chapulín Colorado, lo sospechó desde un principio.

Lo que se presentaba como consensos, eran miles de millones de dólares. Lo que se exaltaba como gran política, eran negocios.

Volvamos al presente. En columnas, editoriales y cartas al director, se repite la pregunta de “¿cuándo se jodió Chile?”. Y ese lamento cuenta esta historia:

“Chile vivió una edad de oro desde 1990. El crecimiento fue alto, la pobreza se desplomó, el acceso a la vivienda y a la educación universitaria se dispararon, e incluso la desiguladad se redujo un poquito (todo lo cual es verdad). Eso fue posible por una generación de líderes virtuosos que priorizaron los acuerdos y las políticas de alta calidad técnica”.

Hasta que se acabó, por la acción de algún agente patógeno (el populismo, el chavismo, los alienígenas). Así, de un golpe de imaginación, se exculpa a quienes han dirigido la vida social en las últimas décadas.

Lo que esta fábula omite, es que en esa supuesta “edad de oro” estaban todas las semillas de lo que vendría. Chile no descarriló; simplemente siguió el curso lógico de ese pasado que algunos añoran con nostalgia.

La clase política de la transición no fue mejor ni peor que otras: fue hija de su tiempo. Cuando la torta crece a un 7% anual, como ocurrió en los noventas, la estrategia predominante dentro de una élite es la colaboración, que permite acuerdos mutuamente beneficiosos.

Chile creció exportando recursos naturales y permitiendo que esas rentas fueran capturadas por privados. Esto funcionó mientras los recursos fueron abundantes; las leyes ambientales, laxas, y las comunidades afectadas, impotentes. Pero fatalmente las leyes del cobre bajarían, la pesca se agotaría, la industria forestal consumiría el agua, y en un país con mayores ingresos las comunidades locales comienzarían a resistir la depredación.

Nunca hubo una estrategia para pasar a una fase 2 usando el impulso de esa fase 1, capturando las rentas para invertirlas en innovación pública y privada. Los Apolo llegaron a la Luna con un cohete propulsor que daba un primer impulso. Cuando se quedaba sin combustible, un segundo cohete se activaba, y así. Chile quería llegar a la Luna, pero con un solo cohete. Desarrollo era sinónimo de represas más grandes, plantaciones de pino más extensas y minas más profundas. Progreso era pasar de Ralco a HidroAysén.

Eso, usted lo comprende, no fue mera negligencia. La captura de rentas y el monopolio son el estado ideal de las cosas para quienes disfrutan de él, y así se entienden acuerdos como el de 2003: aumentar el IVA y eximir de impuestos la compraventa de acciones.

Claro, los especuladores bursátiles sí estaban en esa negociación. Los chilenos que hasta hoy pagan un 19% adicional por cada kilo de pan, no.

Así, Chile fue descendiendo en los indicadores de productividad, inversión en investigación y desarrollo, competitividad y complejidad económica, año tras año y gobierno tras gobierno.

La torta dejó de crecer y apareció el juego de suma cero. Para agrandar mi trozo tengo que quitarle al del lado. Y si los trozos están repartidos de manera muy desigual, el conflicto se vuelve la estrategia dominante, como lo muestra para el caso de Estados Unidos Thomas Edsall en su libro Age of Austerity.

Creció el conflicto y, como la eficiencia era la única fuente de legitimidad del sistema, esta se derrumbó. Si el orden de las cosas es vivido como un invento de “ellos” (los políticos, los tecnócratas, los “peces gordos”), y no una construcción de “nosotros”, es tolerado sólo mientras sea eficiente.

Y por eso para gran parte de los ciudadanos, todo este lamento sobre cuándo se jodió Chile no significa nada. Según la última encuesta Criteria, el 76% cree que “las movilizaciones tienen consecuencias positivas y ayudan a que las cosas mejoren”, y reaccionan frente a ellas con “entusiasmo” (54%) y “alegría” (42%), mientras rechazan mayoritariamente la violencia y los destrozos.

No hay fatalismo sobre el futuro porque tampoco hay idealización del pasado. Ese paraíso perdido fue también un espejismo de arreglos cupulares, verdades a medias y pecadillos inconfesables.

Eso, usted lo comprende.


Que desastre es Sor Matamala. Que manera de presentar los hechos para ajustarlos a sus conclusiones pre determinadas.

Y por sobre todo, que propone?? Es fácil criticar. Donde están las propuestas realistas??

La economía y la explosión económica de los 90’s no fue gracias a un sistema y la eficiencia de este. Y el aporte de los políticos, de mucho mejor calidad que los actuales y que entendieron perfectamente lo que debían hacer en esa época, que era quitarse del camino, a diferencia de los pésimos actuales que quieren validarse haciendo “cosas”, legislando para “beneficio” de la gente y demás pendejerías. Fue gracias a las personas que al verse libres, soltaron toda la productividad y creatividad contenida, adicionalmente a trabajar en conjunto, cosa que se había perdido el 73 con la división social de la UP. El sistema les dio el marco de esas libertades y colaboración.

No fue porque el cobre se terminó, o sus leyes se hicieron menores, tampoco porque las tierras cultivables se terminaron que se acabó el crecimiento. De hecho seguimos produciendo, o hasta el año pasado al menos, más y mejor calidad de casi todo. Y el precio ha fluctuado internacionalmente en relación a esas productividades. Y pasamos de ser importadores netos de energía a exportarla. Éramos hasta el año pasado el principal productor de cobre del mundo, y el principal exportador de frutas del hemisferio sur. No me parece que se hayan desperdiciado recursos.

Es, simplemente, porque los ciclos económicos dictan esto. No hay un plan central que los impida.

Ejemplo de ello son los dos Live anteriores, especialmente Japón, pero es aplicable a todo.

Cuando creces, y comienza la inversión que te hace explotar en productividad, te haces más rentable como país y generas más ingresos, entre ellos de impuestos, los gobiernos sienten la tentación de gastar para mostrarse más prolíficos y prometer más huevadas dado que hay dinero de recolección, y como en los ciclos económicos hay fluctuaciones, comienzas a subir los impuestos para cubrir los gaps de tus promesas y por ende te colocas menos atractivo a los capitales internacionales de inversión, y también a los nacionales que comienzan a buscar otros lugares donde el capital desempeñe mejor. Nuestro peak IPSA y con toda seguridad económico fue el 2010-2011. Pero también sucede que al haber más puestos de trabajo se produce una estrechez del mercado laboral que encarece la mano de obra. Sin considerar el ingreso de flujo de capitales que encarece en términos internacionales el tipo de cambio y por ende toda la estructura de costos del país.

Trataron de abaratar costos con inmigración, pero el principal costo son los impuestos y regulaciones, no los sueldos. En eso fallaron el diagnóstico. Y a pesar de todas las pontificadas de Bachelet y sus acólitos, permitieron la inmigración para bajar el costos de los grandes empresarios.

Anyway…

Desde el 2011 comenzó el descenso definitivo.

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Es sencillo. E inevitable.

Como todos los socialistas, y finalmente los psychos que quieren controlar todo, Sor Matamala pretende que un ente centralizado controle el como se crece y se desarrolla. Si tan solo recolectáramos todos los impuestos que debiéramos, estaríamos bien y podríamos controlar los ciclos económicos haciendo que nuestros trabajadores y economía en general sea más competitiva.

NOT GONNA HAPPEN.

Los gobiernos y políticos tienen la misión de hacer más cortos los momentos de bajada, no extenderlos y hacerlos más profundos. La receta segura para profundizar las caídas son mayores impuestos y regulaciones beneficiando a los compinches con aires oligarcas para que mantengan sus monopolios.

Pero como siempre cometemos los mismos errores como especie humana, we are fucked.

3 comentarios:

  1. “Captura de rentas y monopolios”...

    Clásico de progres. Entienden la dinámica de la economía como una torta inicial dada que sólo modifica su distribución entre las partes a razones “injustas” y para eso se necesita al ente pontificador de la sociedad para corregir las desigualdades mediante la “justicia social” y “redistribución del ingreso”.

    El Estado es el ente inmaculado.

    Lo delicado es que la infiltración de esas ideas (lógica gramsciana) es monopólica en los medios de comunicación. El chileno promedio termina comiendo ese sesgo.


    Se les olvida que Robinhood quitaba los impuestos a los recaudadores y se los devolvía a los recaudados...

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    1. Asi es la gente termina comiéndose eso o algo, dice el dicho "miente, miente, que algo queda"

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  2. En este punto ya me molesta leer a este tipo de personas incluso me ponen mal, me refiero a Matamala.

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