La crisis del Covid-19 ha golpeado en forma especialmente dura a las mujeres, al punto que los medios globales ya hablan de “la recesión rosa.”
Desde luego, asociar el color pálido y delicado con lo femenino es equívoco, y para las feministas bordea con lo ofensivo. Pero la etiqueta ilustra un aspecto importante de la crisis sanitaria y de sus consecuencias económicas, sociales y de género.
Durante la recesión que nos azota, el desempleo ha sido más alto entre las mujeres, la caída de salarios ha sido mayor entre las mujeres, y las labores del hogar han recaído especialmente sobre las mujeres. En Chile, casi el 90% de las mujeres que perdieron el empleo no ha regresado al mercado laboral. Según Pilita Clark, la periodista del Financial Times, las mujeres, en el mundo entero, dedican, cada día y en promedio, cinco horas a ayudar a sus hijos en las clases en línea. Sus parejas masculinas dedican menos de dos horas a esa labor.
Lo anterior me recuerda a la escritora sueca Linda Bostrom, quien hasta hace poco estaba casada con el noruego Karl Ove Knausgaard, con quien tuvo cuatro hijos. La fuente de esta historia es la aclamada novela autobiográfica del propio Knausgaard, Mi Lucha.
Linda y Karl Ove tienen un acuerdo sobre las labores del hogar: 50% de las funciones las cumple cada uno. El cuidado de los niños, la cocina, las compras y el aseo. Esto les da igualdad de condiciones para dedicarse a su profesión, que es la escritura. Pero un día, Linda enfrenta a Karl Ove y le dice que él está haciendo menos de lo acordado. El novelista se disculpa y promete que no volverá a suceder.
Al cabo de unas semanas la situación se repite. Pero esta vez él está preparado. Saca un papelito en el que ha anotado todas las tareas cumplidas. Como un contador, enumera las veces que cada uno cambió los pañales, los minutos que pasaron con los niños en el parque, la multitud de mamaderas preparadas, las cenas cocinadas, los platos y ollas lavados, los metros cuadrados desinfectados, el número de historias leídas antes de dormir, y la cantidad de veces que les pusieron y sacaron las ropas a las cuatro criaturas. Karl Ove culmina el recitativo diciendo algo así: “¿Viste? Yo he hecho más de la mitad de las labores. Cumplí con mi parte. No te fallé”.
Linda se queda en silencio y luego de unos segundos dice que él no entiende nada, que no todos los minutos o las horas son iguales, que los niños le exigen a ella atención total y permanente. Cuando él va al parque con los niños, lleva el periódico, el que lee mientras los chicos juegan. En casa, él mira el fútbol por TV mientras se supone está cuidando a John. Si éste llora, indicando que sus pañales están mojados, Karl Ove le da unos golpecitos en la cabeza y le dice que espere hasta el entretiempo. Linda explica que nada de eso es posible cuando ella está a cargo de los críos, y que la simple división del tiempo en dos partes iguales no es ni justa ni suficiente.
Linda afirma que hay que corregir por la calidad y por la intensidad de la atención que cada uno les dedica a los pequeños. Lo equitativo es que él se encargue durante más de la mitad del tiempo. Quizás un 60% o un 70%. Solo entonces ella tendrá la tranquilidad que necesita para dedicarse a lo suyo, que es la literatura.
Karl Ove la mira, atónito. Para él, el asunto es muy simple: hay labores que cumplir, y la equidad significa que cada uno se encargue de la mitad. Nada impide que Linda mire la televisión durante sus horas de guardia. Él ha hecho lo suyo. En vez de discutir, se pone la casaca y sale a la calle a fumar.
Al poco tiempo, Linda y Karl Ove se divorcian.
Él es hoy día uno de los escritores más famosos y admirados del globo; ella es apenas conocida. A él lo reconocen, lo asedian y le solicitan autógrafos, sus libros se venden por doquier, le piden artículos para The New York Times y otras publicaciones. Una crítica dijo, con admiración, que, al escribir sobre los detalles de la domesticidad, se había apropiado, con éxito, de un tema femenino.
La historia de Linda es diferente. Dolida porque Karl Ove divulgó las miserias de sus batallas con la bipolaridad, trata de armar su vida como escritora. Quizás sea una exageración decir que cabalga entre la invisibilidad y el desconocimiento, pero no es muy alejado de la realidad; profesionalmente usa el apellido de su exmarido.
Lo anterior no es una fábula. Es una historia verdadera sobre tiempos normales en un país progresista, una historia sobre la doble carga que llevan las mujeres. La pandemia, con sus inequidades y horrores, es el momento para empezar un proceso de alivio. Proceso que requiere de cambios culturales -los más difíciles- y legislativos. ¿Qué esperamos?
Huh??
No entendí el mensaje. Salvo el hecho de que nunca, nunca, nunca hay que discutir o argumentar con una mujer, siempre vas a perder, aunque ganes.
La realidad es que las mujeres son mejores cuidadoras, en general, de los niños en particular. Los hombres no estamos diseñados para proteger a los niños sino para desafiarlos a romper sus límites que traducido sería que hagan las tonteras que quieran hasta que estén a punto de sufrir un daño mayor. El protegerlos suele ser el rol de las madres, que les nace naturalmente. Nosotros somos un asco en ello.
Diría que lo relevante del artículo es una cosa.
Antes bastaba con un solo sueldo para mantener un hogar. Ahora se necesitan los dos trabajando.
El costo de la vida se ha disparado, y los sueldos en occidente no han crecido acorde a ello.
Porqué??
Porque si ingresan a la fuerza laboral el 50% de personas más, en este caso mujeres, obviamente los sueldos van a bajar.
Y porque los gobiernos toman de los ingresos disponibles ahora casi un 50% de ellos vía impuestos.
Donde es más patente esta baja. En las áreas dominadas por mujeres, como las humanistas y de cuidados de otros donde naturalmente las eligen.
Las áreas de ingeniería dura suelen ser las mejor pagadas, porque las mujeres no se van a estas áreas en la misma propoerción. No les llaman tanto la atención.
Como mejoras esta situación??
No hay forma. Se ha ido conformando una situación caótica por décadas en los mercados laborales y sociales.
Antes, mucho antes, un hombre tenía que tener una posición ya establecida y algo que colocar en la mesa antes de casarse con una mujer. Lo que significaba que la diferencia de edad solía ser sustancial. Del orden de 10 años o más.
Hoy, cualquier par de pendejos recién salidos de la universidad con una mano por delante y otra por detrás y con deudas ya enormes antes siquiera de trabajar una sola hora se casan y conforman un hogar. Y gracias a Disney, fueron felices por siempre, y si no, se separan como si nada, con dos o tres niños a cuestas.
Es un contrato social totalmente diferente al que existía por los últimos cientos y tal vez miles de años. El hombre provee y la mujer cuida del hogar y la familia.
Hoy, ambos proveen, y ambos cuidan del hogar, sería el nuevo contrato social. En que proporción??…
Dependerá de cada pareja supongo.
No por nada hay un 60% de divorcios. Es difícil, aún más de lo solía ser, mantener una relación en las buenas y en las malas.
El gran problema con esto es que la posición de las mujeres divorciadas o separadas suele ser mucho peor que la de los hombres, porque quedan con la custodia de los niños, y con menores ingresos que antes dado que las pensiones alimenticias no son ni remotamente comparables a tener a la pareja aportando full al hogar.
Aquí entra el estado prometiendo que va a cuidar de las mujeres y sus hijos. Igual que con los jubilados. Y con casi todos. El papá estado al rescate.
Otra promesa que se va a ir por el caño de la basura pero que les encanta enunciar a los políticos que buscan popularidad. Y a los periodistas aliados feministas.
Por algo hay movimientos como el MGTOW, u hombres yendo por su propio camino, que sería el exacto opuesto del feminismo actual.
Las mujeres son un asco, mentirosas, poco confiables y solo sirven para el disfrute físico temporal, más allá de los 30 años no sirven para nada y es mejor ir solo por la vida construyendo riqueza y aprovechando de salir con todas las mujeres jóvenes que puedas. Ni decir lo popular que es con los divorciados…
Vamos directo al abismo social. Los extremos siempre generan su exacto opuesto.
Esa es la piedra angular del desastre social que vivimos, se ha destruido la familia, por eso dentro de la agenda 2030 promovida por al ONU está la igualdad o inserción laboral femenina que causa éste desastre y otros más.
ResponderEliminarAsí cómo el hombre empuja a los límites a los hijos, el hombre es el que define límites. Ese rol firme por naturaleza no lo tiene la mujer, por eso la gran mayoría de presos por delitos graves fueron hombres que se criaron sin figura paterna.
No está de más decir que esa es la raíz del ataque a la Iglesia Católica, la verdadera, no la falsa que hoy hay en Roma con un usurpador en el trono. Firme defensora del matrimonio y familia cómo vínculo indisoluble por ser el núcleo de la sociedad, el espejo de ella, especialmente de la diversidad, jerarquía, respeto, solidaridad, etc en las familias numerosas. Además de ser camino de santificación con ayuda para la vida eterna, para quienes creen y esperan.
Funao ajajajaja
ResponderEliminarLe van a banear el post a dayaner los poderes facticos de internet..xdddd.
EliminarEsa descripcion que hace de las mujeres son los principios del MGTOW por cierto,no su pensamiento,por si algunos no lo pillan.
EliminarEs que casarse es un negocio y los pobres pajaritos que se casen y no lo tengan claro estan sonados. No hay nada mejor que ser libre, joven, sin hijos y con mucho dinero asi haces lo que quieres y no le rindes cuentas a nadie ni economica ni social ni mentalmente.
ResponderEliminarAñadiría al problema del salario la inflación acumulada de los últimos 25 años. Un 200%.
ResponderEliminarhttps://www.infobae.com/economia/2020/08/16/el-actual-sistema-monetario-bancario-y-financiero-es-el-culpable-de-las-crisis-recurrentes-de-la-argentina-y-la-del-resto-del-mundo/
Respecto a la conformación familiar?. Libertad. Cada quién a su propio riesgo asumiendo la consecuencia de sus actos.
Nada de andar socializando el precio.
Lo que me queda muy claro como hombre es que jamás seré madre...
ResponderEliminarJahshajajajajaja que buenaaa
Eliminarpriceless
Eliminar..Que esperamos? ....
ResponderEliminar- Me alivio saber que no soy el único que no entendió el remate del Artículo. Crei que trataba de la precarización laboral femenino producto de las Cuarentenas, pero terminó con una experiencia de ... "Resentimiento?".
Que se fumó Señor Edward ?. XD. Ni comparación al artículo donde puso en su lugar a los Progres, esa fue épica
Aguante adyaner!!!!
ResponderEliminaresta super claro! ademas de sutil, para no ser tan incendiario.
ResponderEliminar[img]https://images.cdn2.buscalibre.com/fit-in/360x360/74/b0/74b0ab01769850305e93c46ca6659053.jpg[/img]
Mala Noticia...defienden uso de mascarilla ... “Podría servir como vacuna atenuada al reducir considerablemente la exposición”
ResponderEliminarhttps://www.huffingtonpost.es/entry/mascarillas-asintomaticos-coronavirus-casos-leves_es_5f589b0dc5b62874bc1644e5
https://es.panampost.com/mamela-fiallo/2020/04/23/onu-pandemia-hambre-coronavirus/ ONU advierte: pandemia de hambre podría matar más que coronavirus
ResponderEliminar300 000 personas podrían morir de hambre cada día, según el director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de la ONU. La media volaita x_x