“Podríamos tener sorpresas, la derecha de Chile es potente”. Así grafica un dirigente de la oposición la inquietud que se ha instalado en el sector en torno a lo que definen como un “excesivo” optimismo respecto del resultado del plebiscito del próximo 25 de octubre.
Si bien los cuatro comandos inscritos por el Apruebo se han desplegado para hacer puerta a puerta, banderazos y otras actividades en el marco de la campaña, en la centroizquierda reconocen que la pandemia ha dificultado la presencia en los territorios. Sin embargo, más allá de ese contexto, algunos han atribuido un cierto “relajo” ante los prometedores números que auguran un amplio triunfo de esa opción para el referéndum.
En agosto, la encuesta Criteria le daba un 74% de respaldo al Apruebo, mientras que sólo un 17% al Rechazo. “Me preocupa que un triunfalismo excesivo del #Apruebo lleve al relajo de la campaña, en la necesidad de desenmascarar las falsedades de la otra opción, y sobre todo de ir a votar”, escribió el miércoles en su cuenta de Twitter el diputado Gonzalo Winter (Convergencia Social).
Días antes, había sido el diputado de la Democracia Cristiana Gabriel Silber quien puso la alerta en esa misma red social: “Mientras oposición progresista y @PDC_Chile hacen campaña por Twitter y de cartón por zoom entre nosotros mismos, la derecha se moviliza en la calle a dos bandas. Confundimos el coronavirus con la ‘flojeravirus’, paremos la chacota”, advirtió.
En la oposición ven con inquietud el despliegue que, en cambio, ha tenido el Rechazo, como la gira nacional que realizaron diputados de la UDI y RN. Y si bien en el sector aseguran que no se pueden relajar el respeto a las medidas sanitarias, sí admiten que deben reforzar la presencia territorial para llegar al universo de votantes que no están en las plataformas digitales. “No basta la televisión y las redes sociales, hay que salir a la calle”, dice un dirigente de la centroizquierda.
En comandos como Que Chile Decida advierten que, por ejemplo, experiencias latinoamericanas recientes deberían “dar una voz de alerta” a la oposición chilena. Así, citan como ejemplo el plebiscito en que los colombianos rechazaron el acuerdo de paz entre el gobierno de ese país y las FARC en 2016. En ese referéndum, por un estrechísimo margen -el 0,43% de los votos- y contra los pronósticos, se impuso la opción “No”.
En ese sector, además, destacan que la confusa y polémica campaña del gobierno para enfrentar las Fiestas Patrias -"Fondéate en tu casa"- podría implicar rebrotes, justamente, para la fecha del referéndum y derivar en una menor participación.
“El plebiscito del 2016 en Colombia muestra lo peligroso que es dar el triunfo por sentado y lo importante que es el último tramo de campaña en cuanto a movilización de voluntarios y difusión”, dice Antonia Orellana del Frente Feminista de Convergencia Social.
Y agrega: “La pandemia no ha sido superada y dada la mala comunicación de riesgo del gobierno tenemos que prepararnos para un posible plebiscito con una nueva alza de contagios. Para superar eso urge que no descansemos en los laureles y movilicemos a nivel nacional, explicando la épica de este momento y también las medidas de cuidado para el plebiscito”.
El tema también preocupa al comando Chile Aprueba, integrado por la Convergencia Progresista. “Esto no es carrera corrida, no hay que confiarse. Si bien la gran mayoría apoya la opción Apruebo en el contexto de la pandemia es imprescindible motivar la participación para que esa mayoría social y política se exprese en las urnas”, afirma el presidente del Partido Socialista, Álvaro Elizalde.
Asimismo, el tema también se ha conversado en las reuniones de la Democracia Cristiana. “No se puede caer ni en el relajo ni en el triunfalismo. Quedan 41 días de campaña, y acá no hay nada ganado, transmitir lo contrario solo afectará a la participación”, sostuvo el jefe de ese comando, Manuel Gallardo.
Con todo, en otros sectores de la centroizquierda sostienen que “no han estado en los laureles” y que el tema territorial se debe a que es la primera vez que deben enfrentar una campaña en el marco de una pandemia mundial. Sin embargo, dicen las mismas fuentes, el foco debería estar centrado en otro aspecto: la segunda pregunta de la papeleta.
En ese sentido, en la centroizquierda aseguran que respecto de las alternativas entre una convención constitucional o una convención mixta constitucional el tema es más “gris” y, si bien creen que también ganarán con esa primera opción, reconocen que la diferencia sería más estrecha y, por lo tanto, menos segura.
De hecho, otro factor que preocupa al sector es la falta de información que han constatado en las calles. Algunos comandos aseguran que se han encontrado con personas que no tienen claridad de lo que se vota el 25 de octubre o que tienen confusión respecto de lo que implica cada una de las convenciones.
En ese contexto, desde el grupo “Unidas por el Apruebo”, que conforma la excandidata presidencial del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, la exsenadora DC, Carmen Frei y la diputada PS, Maya Fernández, anunciaron hoy que iniciarán un trabajo de coordinación con la “Articulación de Mujeres de Oposición" por una convención constitucional paritaria.
Lo dicho desde siempre…
En cada votación con lados que se identifiquen con izquierda y derecha, o conservador y liberal, un 45% por lado está casi garantizado. La lucha es por el 10% que vota de acuerdo a la conveniencia o visión del momento.
Pensar que tenían un 70% u 80% en el bolsillo es señal de una clase política de pendejos sin ninguna experiencia política, o peor aún, no son capaces de leer ni siquiera 50 años de historia de las elecciones en Chile. Ni siquiera la de hace dos años. Un 55% votó por Piñera, es decir, políticas conservadoras. Que tan inocente hay que ser para pensar que en esta vas a tener un 80% y confiarte de eso en base a encuestas con metodología dudosa y sobre una población de 1000 personas como mucho, o peor aún sobre una población objetiva con claro sesgo hacia tu voto??…
Se olvidan de dos cosas los políticos. La gente es en esencia conservadora. Hoy, a pesar de lo que puedan creer los tontorrones de la izquierda más extrema, no estamos en una sociedad proletaria del siglo XIX donde la gente solo tenía un poco para comer y subsistir.
Y la segunda, es que las elecciones se ganan en las votaciones, no en las encuestas. Y decir que ya es carrera ganada una votación es receta segura para sorpresas.
Por que estos giles creen que la gente con la opción perdedora se va a desanimar con ello y la ganadora se va a entusiasmar.
Es justo lo opuesto. La gente con la mayoría supuesta se relaja y la perdedora redobla esfuerzos, especialmente en una elección relevante en forma como esta.
Sería interesante ver como reaccionaría los políticos con un triunfo del rechazo.
TODOS.
Especialmente los camaleones y los que entenderían con eso que estarían liquidados para las próximas elecciones.
Prieceless.
Veremos.
Como diría Adam West Batman, los políticos sabios saben que las elecciones se ganan en las urnas, no en las encuestas. Y si eres un Psycho como Stalin, al que el pelotudo de Joignant colocaba como ejemplo de estadista en relación a la generación actual, no tienes que preocuparte, porque lo que vale no son ni las encuestas ni los votos, sino los que los cuentan.
Independiente si ganan con un supuesto 80% en esta pasada,lo que importa es el plebiscito de confirmacion con voto obligatorio.Alli se vera de verdad que tan conservadora es la gente,todos tendran que votar.
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