¿En qué medida el éxito futuro de un niño está determinado por la inteligencia innata? El economista James Heckman dice que no es lo que piensa la gente. Le gusta preguntar a los no científicos educados, especialmente a los políticos y a los encargados de formular políticas, qué parte de la diferencia entre los ingresos de las personas puede estar ligada al coeficiente intelectual. La mayoría adivina alrededor del 25 por ciento, incluso el 50 por ciento, dice. Pero los datos sugieren una influencia mucho menor: alrededor del 1 o 2 por ciento.
Entonces, si el coeficiente intelectual es solo un factor menor en el éxito, ¿qué es lo que separa a los que ganan poco de los que ganan mucho? O, como dice el refrán: si eres tan inteligente, ¿por qué no eres rico?
La ciencia no tiene una respuesta definitiva, aunque la suerte ciertamente juega un papel. Pero otro factor clave es la personalidad, según un artículo del que Heckman es coautor en Proceedings of the National Academy of Sciences el mes pasado. Encontró que el éxito financiero estaba relacionado con la conciencia, un rasgo de personalidad marcado por la diligencia, la perseverancia y la autodisciplina.
Para llegar a esa conclusión, él y sus colegas examinaron cuatro conjuntos de datos diferentes, que, entre ellos, incluían puntajes de coeficiente intelectual, resultados de pruebas estandarizadas, calificaciones y evaluaciones de personalidad para miles de personas en el Reino Unido, los Estados Unidos y los Países Bajos. Algunos de los conjuntos de datos siguieron a las personas durante décadas, rastreando no solo los ingresos sino también los antecedentes penales, el índice de masa corporal y la satisfacción con la vida autoinformada.
El estudio encontró que las calificaciones y los resultados de las pruebas de rendimiento predijeron notablemente mejor el éxito de los adultos que las puntuaciones brutas de coeficiente intelectual. Eso puede parecer sorprendente, después de todo, ¿no miden todos lo mismo? No exactamente. Las calificaciones reflejan no solo la inteligencia, sino también lo que Heckman llama "habilidades no cognitivas", como la perseverancia, los buenos hábitos de estudio y la capacidad de colaborar, en otras palabras, la conciencia. En menor medida, lo mismo ocurre con las calificaciones de las pruebas. La personalidad cuenta.
Heckman, quien compartió un Premio Nobel en 2000 y es fundador del Centro para la Economía del Desarrollo Humano de la Universidad de Chicago , cree que el éxito depende no solo de la habilidad innata sino de las habilidades que se pueden enseñar. Su propia investigación sugiere que las intervenciones en la infancia pueden ser útiles y que la escrupulosidad es más maleable que el coeficiente intelectual. La apertura, un rasgo amplio que incluye la curiosidad, también está relacionado con los puntajes de las pruebas y las calificaciones.
El coeficiente intelectual sigue siendo importante, por supuesto. Alguien con un coeficiente intelectual de 70 no podrá hacer cosas que son fáciles para una persona con un coeficiente intelectual de 190. Pero Heckman dice que muchas personas no logran ingresar al mercado laboral porque carecen de habilidades que no se miden en pruebas de inteligencia No saben cómo comportarse con cortesía en las entrevistas de trabajo. Pueden llegar tarde o no vestirse adecuadamente. O en el trabajo, dejan en claro que no harán más que el mínimo, si es eso.
John Eric Humphries, coautor del artículo, dice que esperaba que su trabajo pudiera ayudar a aclarar la noción complicada, a menudo mal entendida, de capacidad. Incluso las pruebas de coeficiente intelectual, que fueron diseñadas para evaluar las capacidades innatas de resolución de problemas, parecen medir más que solo la inteligencia. En un estudio de 2011 , la psicóloga de la Universidad de Pensilvania, Angela Duckworth, descubrió que los puntajes de coeficiente intelectual también reflejaban la motivación y el esfuerzo de los examinados. Los niños diligentes y motivados trabajarán más duro para responder preguntas difíciles que los igualmente inteligentes pero más perezosos.
Enseñar personalidad o rasgos de carácter en la escuela no sería fácil. Por un lado, no siempre está claro si más de un rasgo es siempre mejor. Cuanto mayor sea, mejor para el coeficiente intelectual, y quizás también para la escrupulosidad. Pero los investigadores de la personalidad han sugerido que el término medio es mejor para otros rasgos: no quieres ser tan introvertido que no puedas hablar, o tan extrovertido que no puedas callarte y escuchar.
¿Qué tiene que ver todo esto con la economía? “Nuestro objetivo final es mejorar el bienestar humano”, dice Heckman, y un determinante importante del bienestar se reduce a las habilidades.
Continuando con el reportaje de FT…
Recordaba estos estudios.
El mayor predictor del éxito en la conciencia, que significa diligencia, perseverancia y autodisciplina.
Y algo, o mucho de suerte.
Lo comentado. La inteligencia solo crea una diferencia hasta cierto nivel. Se requieren otras cualidades.
Por eso es tan importante criar como la gente a los niños y que no sean unos animalitos con berrinches.
Como dice el alumno en práctica de Alain, no puede pasar que tus hijos no te caigan bien. Porque si no te caen bien a ti, imagina al resto.
En consecuencia. Y especialmente para los amargados resentidos varios.
El éxito en occidente correlaciona casi perfectamente con la conciencia, que es diligencia, autocontrol y perseverancia.
Cuantas de esas características poseen para criticar al resto de que no pertenecen donde están y que es un privilegio?
Cuantos se quejan de lo injusto que es la vida pero están contando los días para el próximo sueldo porque ese Iphone del año se come casi todo el margen y el resto esos lattes, y tienes las zapatillas con clavos a las 17:00, porque si no es explotación? o gastan sus horas libres en ver Netflix en vez de capacitarse, aprender algún idioma, capturar más conocimiento…
Naaaa…
La vida es injusta y no hay como ganarle…está todo arreglado y es todo pituto.
Fácil. Todo solucionado. Mi posición en la vida no es mi culpa ni mi responsabilidad. Es de otros.
Así se ganan los votos de los tontos útiles los comunistas y socialistas por lo demás.
A mi parecer, la inteligencia tiene varios aspectos, que no solo relaciona a tu capacidad de aprendizaje, si no otras actitudes de cómo usas tus talentos. El éxito tiene además otros componentes, y entre ellos la suerte, pero que también la sales a buscar, no es que esperas que te llamen y te digan te ganaste el premio mayor de una lotería cuyo boleto te lo compró un ser querido sin que lo supieras.
ResponderEliminaren el discovery (si no estoy mal), dio la serie Gigantes de la Comida, que relataba la historía de McDonalds, Hersheys, Pizza Hutt, y otros similares de cómo formaron sus imperios. No todos nacieron con la marraqueta bajo el brazo.
Por otro lado, un poco más relacionado con el artículo del FT, hace un mes vi una entrevista a Willy Semler en Vía X, que tenía una obra de teatro en Vitacura, si mal no recuerdo, y decía que práctimanete estaba culturizando a esa elite, que no suele bajar del teatro municipal de la Condes, y que por eso no ve cultura de verdad, y probablemente porque ven un par de espectáculos en Nueva York ya estaban listo. Sé que inteligencia no es lo mismo que cultura, pero el sesgo es parecido.
No considero el teatro especialmente cultural. Es más entrenimiento. Decir que estás culturizando a las élites que tienen acceso a contenido y lugares de élite con entretenimiento suena bastante pretencioso, por decir lo menos.
EliminarLa inteligencia por si sola no te hará rico o millonario, debes sumarle voluntad ... Pero que voluntad?.
ResponderEliminarPor ejemplo, puedes estar 5 pasos adelante de tu competidor en estrategias y sabes que llegarás a un punto en que solo con malas artes legales o tributarias (corromper) u otras podrás sacarlo del negocio, ahí es donde entra la voluntad ( o valores si quieres) de ejercer o no esa acción que te hará ganar mucho y posicionarte sobre el resto.
Algunos dirán que son instintos primales de sobrevivencia en estas sociedades llevadas al negocio, otros dirán que es codicia en extremo, otros lo tomarán como un desafío de superar por superar al resto ... Otras y todas las anteriores.
Resumiendo, es la voluntad de competir con buenas o malas artes a lo que se debe sumar varias más capacidades como soportar frustraciones, exigencias horarias, saber gestionar, ser un lider y más que no quiero exponer para no extenderme.
Y que te hace suponer que tu competidor no usará lo mismo de vuelta?... O peor aún que es más despiadado que tu si lo llevas a ese campo?... Para eso es el marco legal y jurídico, para que sea lo menos posible salvaje oeste y que la competencia sea en base a mejores productos y servicios y no poder acumulado. Por eso es TAN relevante definir bien ese marco.
EliminarExacto, por eso existe la corrupción
Eliminar🗽 hay privilegiados, pero si no tienen voluntad y perseverancia , todo queda en el camino. Para salir adelante hay que perseverar, la inteligencia llega en la toma de decisiones.
ResponderEliminarSí, pero hay niños con discapacidad psíquica que no se les puede criar igual que al resto, porque lamentablemente no entienden ni con un millón de castigos. Un niño normal al primer o segundo castigo va a entender perfectamente, por ejemplo si hizo una travesura y/o rompió algo se le disciplina quitándole un hobbie o incluso en un escenario extremo dejándolo sin internet, aunque es mejor solo bloquearle sus apps favoritas de juegos y redes sociales para que aprenda.
ResponderEliminarEl castigo físico y el lenguaje rud.0 contra los niños está prohibido por las leyes chilenas conforme a la declaración de los derechos del niño de la 0.NU lamen.table.men.te hoy.