El miércoles, la abogada Jeannette Jara (49) fue a despedir a Cecilia, “la incomparable”. No lo hizo en su rol de ministra del Trabajo o de militante del Partido Comunista, sino como fan de la cantante con que hasta hoy vibra escuchando “Baño de mar a medianoche” y “Puré de papas”.
Mientras hacía un paréntesis en el tema pensiones —su prioridad—, y era una entre miles en el funeral en el Teatro Caupolicán, los congresistas en el Parlamento decidían pedir copias de las boletas de garantías del Ministerio de Desarrollo Social. Y el día anterior acordaban solicitar al Frente Amplio, en específico a Revolución Democrática, que pidan perdón a las familias vulnerables por el millonario fraude que se investiga.
—¿Cuánto daño le ha hecho lo de RD a la lucha por la reforma de pensiones?
—Quienes más se ven perjudicados por el clima hostil en la política son las personas que no pueden seguir viviendo con pensiones tan bajas. Y eso, más que afectar a un ministerio o al Gobierno, afecta a los ciudadanos. Hay una polarización política, un debate bastante hostil que no contribuye a lo que la ciudadanía necesita.
—¿Cuál es el principal escollo que usted ha detectado?
—Hay obstáculos de distinta naturaleza expresados a lo largo de unos 10 años.
Fue subsecretaria de Previsión Social en el gobierno de Bachelet y durante el de Piñera participó representando al PC en las mesas de discusión sobre el tema. Ahora que tiene “la guitarra”, le corresponde hacerse cargo.
El destino incierto de la cotización
—¿No es acaso el meollo del debate el aporte del 6% de cargo de los empleadores, y si este va a un fondo solidario o es individual, y en qué porcentaje?
—Ha habido temas muy importantes. El primero es si los empleadores debían aportar o no, y ese punto, que al principio se consideraba casi imposible, hoy está zanjado; hay acuerdo en todas las fuerzas políticas en que los empleadores igual tienen que contribuir. Donde hemos tenido diferencias importantes con algunos sectores políticos es respecto del destino de esa cotización adicional. Como Gobierno creemos que es necesario implementar un seguro social para que los costos del envejecimiento no se asuman solo individualmente, y esto recoge elementos de los presidentes Bachelet y Piñera y de los sistemas de seguridad social internacionales. Hay otra posición política que señala que todo esto debiera ir a capitalización individual, con lo cual sigue existiendo un sistema en el cual no hay seguridad social para asumir los riesgos entre todos, sino que sigue siendo un problema de cada quién.
—¿Y qué valor le da al aporte del gobierno de Piñera, la Pensión Garantizada Universal (PGU)?
—Sí, voy para allá. Lo segundo es que llevar el 6% a capitalización individual tiene un problema práctico esencial: no se hace cargo de la realidad de los actuales pensionados, porque esas personas que jubilaron ya dejaron de cotizar, ¿y cómo les vamos a subir hoy las pensiones a ellos? Salvo que el país haya estado esperando 40 años solamente para incrementar la PGU a 250 mil pesos, lo cual contribuye pero es insuficiente.
—En el gobierno de Piñera la idea era que de ese 6% aportado por los empleadores fuera 3% para el fondo solidario y 3% de capitalización individual. Que ahora la oposición esté planteando un 6% de capitalización individual, ¿será porque se ha acentuado la desconfianza en el Estado como administrador de platas a raíz del escándalo de los convenios?
—No, yo veo que la oposición tiene dos almas distintas y que no ha logrado asentar lo que significó para Chile Vamos el avance del Partido Republicano en las elecciones del Consejo Constitucional. Entonces algunos de ellos tensionan más hacia la derecha y abandonan la propuesta que habían hecho en el gobierno del cual ellos formaron parte.
—¿Cómo ha experimentado usted el choque entre las dos almas del propio oficialismo? ¿Lo ha sufrido?
—Tenemos un ejercicio inédito en el que dos coaliciones crean una alianza para apoyar al gobierno. Claramente se dan miradas diversas y ajustes en el proceso, pero no lo dramatizo. Es parte de la democracia y lo que rescato es que tenemos un proyecto progresista común.
—¿Qué porcentaje para aporte solidario le parece mejor a usted?
—Partimos proponiendo un 6-0 a seguro social, que no prosperó. Ahora le hemos propuesto a la oposición avanzar en un 4% a seguro social y 2% a capitalización, porque entendemos que con ese 4 podemos reconocer a los jubilados por cada año que cotizaron y anular el efecto de las tablas de expectativa de vida que discriminan a las mujeres porque viven más.
—RN presentó una propuesta de apoyo al género femenino...
—Me parece que pone el foco en una de las preocupaciones fundamentales de la reforma, que las mujeres tienen pensiones aún más bajas. Los mecanismos propuestos puede que no sean los más idóneos, porque pensar en una transferencia del marido a la esposa, en una especie de solidaridad matrimonial, nuevamente es pensar que los temas de las pensiones se tienen que resolver de manera individual.
—El proyecto no solo habla de matrimonios...
—Pero lo aborda igualmente desde una perspectiva individual.
—La alcaldesa Matthei dijo que la solidaridad se hace con impuestos, no con cotizaciones. Y que si el 6% iba a capitalización individual, todos aprobarían.
—Comparto que hay una parte importante de solidaridad que se financia vía impuesto y que es la que hoy día constituye la PGU. Sin embargo no es lo único. Hay que avanzar en solidaridad, porque cuando se avanza solo por vía de impuestos generales, sin valorizar más la cotización y el esfuerzo que se hace por parte de los trabajadores, se produce un desincentivo a la obligación de cotizar. Ahora, la derecha ha planteado varias veces que la vía de aumento de pensiones única es a través de la PGU y la vez se opone al pacto fiscal. Ahí hay una contradicción esencial.
—¿Cuánto ha afectado el debilitamiento de la fe pública a este debate?
—Más que una contingencia en particular, ha sido un problema más de fondo en el cual no hemos logrado ponernos de acuerdo. Algunos hoy lo han atribuido como una excusa para restarse de la mesa técnica, en particular la UDI.
—La UDI acaba de presentar una propuesta. ¿Qué le parece?
—Está concentrada en mantener la industria de las AFP. Por otro lado, la metodología que propone no mejora las pensiones actuales. Al enviar todo el 6% a cuentas individuales, un alza de pensiones será para 30 o 40 años más. En cuanto a PGU, hay que ser responsables fiscalmente y es muy necesario generar recursos que sean de carácter permanente si esta se quiere elevar. Con todo, la UDI y todos los sectores siguen estando invitados a la mesa técnica.
—¿Y si aumentaron las desconfianzas y nadie quiere poner plata en un fondo en el sector público?
—No es que se vayan a pasar los recursos al Estado, porque el manejo lo van a hacer inversores privados y va a haber una alternativa pública. Además, la propuesta original de nuestro gobierno era un administrador público que se haría cargo de la recaudación, cartolas, las cobranzas y el pago. Pero hoy lo que hemos señalado es que vamos a hacer una licitación, donde pueden participar los privados, para la parte administrativa. Y se espera que los inversores, que tienen los recursos, sean más que el número de AFP que hoy hay porque, al no hacer todo lo administrativo, requieren un capital menor para iniciarse.
—Pero ¿quién va a repartir las platas?
—Espere. Cuando se plantea que hay desconfianza en el Estado, las encuestas también plantean en forma muy contundente que hay desconfianza también en las AFP.
—Usted ha dicho que no es hora de darse gustitos. ¿Está dispuesta a negociar una reforma que permita mantener las AFP?
—El objetivo principal de la reforma es que las pensiones suban y para eso se propone, entre otras cosas, reorganizar la industria eliminando las AFP. El camino que tome de ahora en adelante la negociación va a buscar mantener el objetivo. Pero lo que va a pasar con la industria propiamente tal de las AFP es que buscamos reorganizarla o separarla para producir y contribuir efectivamente al aumento de pensiones
¿Derrocar el capitalismo?
—¿Comparte el sentir que confesó Boric durante su gira a Europa, en cuanto a que a una parte de él le gustaría “derrocar el capitalismo”, pero que no cree que pueda hacerlo si no propone una alternativa viable y que sea mejor para la gente?
—O sea, nosotros trabajamos todos los días para avanzar en justicia y derechos sociales en el país. Creo que eso es un amplio objetivo que compartimos.
—¿Qué le parece que los países con mayor desarrollo humano tienen un sistema económico capitalista?
—Que el mundo no es blanco y negro. Los tiempos de la Guerra Fría ya terminaron y seguro hay experiencias enriquecedoras que se pueden rescatar.
Los 50 años, y el PC con Boric
—¿Cuál sería para usted el mejor símbolo con que el 11 de septiembre se conmemoraran los 50 años del Golpe?
—Creo que la mejor manera es con un compromiso férreo en torno a que la democracia hay que cuidarla y nada justifica las violaciones a los derechos humanos, y tenemos un compromiso por quienes todavía no han podido hacer su duelo porque no saben dónde está su familiar.
—¿Le gustaría que el 11 de septiembre se declarara feriado nacional por única vez?
—Es una decisión que se tiene que tomar como Gobierno. Pero recuerdo las fechas en las cuales el 11 era feriado hace algunos años, y creo que no sería bueno declararlo feriado nacional ahora.
—Lo propuso el diputado Carter para evitar la violencia que paralice la ciudad.
—Que sea feriado no marca el tono que debemos construir como sociedad para los 50 años. Lo que sí lo va a marcar es si logramos asentar un debate que, más que de las trincheras, tenga una reflexión seria de lo que ocurrió, pero con una mirada de futuro.
—¿Cree que su reflexión pueda generarle problemas en su propio partido?
—Para nada. En la izquierda hay un profundo humanismo, compromiso con la democracia y con la verdad. Hay muchas caricaturas, pero la izquierda ha hecho su reflexión autocrítica sobre su rol en los 70, a diferencia de otros que promovieron el Golpe y guardaron silencio mientras que en Chile se torturaba, se desaparecía y se exiliaba.
—¿Ve posible que el PC termine jugando un papel similar al que tuvo durante la UP, y se convierta en el pilar de Boric?
—No creo que sea bueno especular sobre el punto. Lo que sí puedo decir es que en el PC, como partido de gobierno, estamos trabajando con lealtad en el cumplimiento del programa y apoyando al Presidente en el trayecto del compromiso que ha hecho con el pueblo de Chile.
La soberbia de esta gente hablando de los países nórdicos que tanto sacan al ruedo en sus huevadas…
Seguro hay experiencias enriquecedoras que se pueden rescatar…
FOR KRAIST SEIK¡¡
SIGH…
En lo principal…
Yep. Hay dos “almas”. Que en realidad significa que hay derecha y derecha progre, esto es izquierda encubierta o progresista. Hasta los más obtusamente ideológicos, como Jara y los PC´s en general y FA por extensión, pueden reconocerlo. Y la velocidad de escape del agujero negro de lepra es obviamente MUY diferente entre derecha y derecha progre.
El movimiento es obvio desde el 4S.
ALLOW ME…
https://adyaner.blogspot.com/2023/01/oposicion-de-rn-evopoli-y-negativa-de.html
12 enero, 2023
En términos electorales para un proceso serio da lo mismo. Va a ser un Apruebo vs Rechazo 2.0 llevado a los candidatos o en realidad a los partidos.
La lucha interesante real será en la derecha.
Lo comentado en el LIVE. La derecha se corrió tanto al centro que dejó un ENORME flanco eleccionario para ser ocupado por Republicanos y tal vez un ala de derecha de la UDI.
Y el 4S fue el mensaje de que ya a nadie en realidad le importa el tema asociación a Pinoshé. Mucho menos a los votantes de derecha o centro derecha. A los únicos que les importa son a los partidarios de extrema izquierda que siguen repitiendo huevadas sin enterarse al parecer de lo que pasó el 4S, y por supuesto no son el target eleccionario para los partidos de derecha. So…dan lo mismo.
Muy interesante ésta elección.
Vamos a ver el efecto real del Big Bang político que fue el 4S. O al menos como va evolucionando.
Diría a priori que Republicanos debería aumentar considerablemente su participación electoral a costa de RN, Evópoli y algo menos la UDI. UDI y Republicanos muy probablemente terminen fusionándose en una alianza electoral. RN y Evópli deberían hacer lo mismo.
A MILLAS MARINAS DE DISTANCIA…
No me gustaba la política. Y en general es bastante compleja porque se mueve en torno a un centro con polos de derecha e izquierda pero con agendas e ideologías cada vez más traslapadas, como la derecha progre y la izquierda social demócrata que van negociando, por temas personales, temas de partido, y temas país en una melcocha inentendible y cada vez más enredada y por ende sujeta a corrupción.
Pero este periodo de tiempo post octubrismo y 4S realmente es muy sencillo en términos políticos.
El país sufrió emociones extremadamente traumáticas durante un par de años, y ahora quiere experimentar la emoción de la revancha.
El que se las de, va a sacar más votos.
SIMPLE AS THAT…
Son estúpidamente ingenuos los que crean cualquier otra pendejada buenista como acuerdos por el bien país y demás pendejadas. Especialmente cuando ya las masas perdieron el respeto, y más críticamente, el miedo de los pasteles octubristas, al menos en términos de su actuación en los medios y RRSS. Y por ende de cualquiera que se asocie con ellos.
Creo que la potencial oposición de izquierda está aterrorizada por el 30% de apoyo que presenta sistemáticamente Boric y no quieren echarse encima a esa masa.
Tienen que entender de una buena vez que hay una izquierda dura que NUNCA va a votar por la derecha, en la vida, y jamás va a encontrar malo nada de lo que haga la izquierda, como mucho van a decir que los otros son peores.
El punto es que esa izquierda dura NO TIENE OPCIONES hoy. Es Boric o es Boric y los partidos de gobierno.
Si sale una opción menos podrida y especialmente no asociada al cotubrismo ni allendismo…
Oh boy…
Lo único que sostiene el apoyo de Boric & Co. es que realmente no hay ninguna otra alternativa en la izquierda.
Como alternativa están los troskos del Partido de Trabajadores Revolucionarios xD
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