Bolsa de Santiago realizó histórico "campanazo" por la igualdad de género

 

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Con la presencia de la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, esta mañana se llevó a cabo la ceremonia oficial del “Ring the Bell for gender equality” o “Campanazo por la igualdad de género”, en la Rueda de la Bolsa de Comercio de Santiago para dar comienzo a las operaciones.

La actividad contó además con la participación de la coordinadora de ONU Mujeres Chile, María Inés Salamanca; el presidente de la Bolsa de Comercio, Juan Andrés Camus, además de ministros de Estado, titulares de los entes reguladores y representantes de la Banca.

Con esta actividad, Chile y Perú se transforman en los únicos países latinoamericanos en sumarse al Campanazo por la igualdad de Género, acción con la que se espera abrir el debate sobre la importancia de elevar el rol de la mujer en la participación económica y financiera, así como también en otros aspectos donde el mundo femenino se encuentra en desmedro con sus pares masculinos.

Para María Inés Salamanca, representante de ONU Mujeres Chile, las cifras locales son preocupantes: “Según el último informe del Foro Económico Mundial, Chile ha pasado del puesto 66 al 73 (de 145) en igualdad de género. Mientras que en materia de brecha salarial de género, nuestro país está en el puesto 131 de 145”.

Si bien el cambio es lento, ya se ven señales positivas en empresas que se han comprometido de aquí al 2030 con programas y acciones concretas que abarcan desde acortar la brecha de la desigualdad salarial hasta impulsar nuevas políticas de permiso parental y conciliación laboral, entre otras ideas.

Sobre esto, Salamanca hizo énfasis en que “es el momento de apostar por la igualdad de género dentro de la propia responsabilidad social de las empresas, de convertir la igualdad de género en un activo de las compañías, para así contribuir a una sociedad desarrollada y fuerte.”

En tanto, el presidente de la Bolsa de Santiago, Juan Andrés Camus, destacó que “este simbólico ‘toque de campana’ es un llamado a fomentar la participación activa de la mujer en el ámbito de las empresas y una iniciativa que la Bolsa de Santiago ha puesto en marcha como parte de su plan para potenciar su modernización, adoptar estándares internacionales y fomentar esta integración a los mercados de capitales internacionales”.

La presidenta Bachelet también tuvo palabras al respecto, tras emplazar en a los presentes en la bolsa a que "si nos demoramos en poner mujeres en los directorios, estamos perdiendo plata", tras los beneficios que obtendrían las empresas ante una mayor equidad de género.

Bachelet destacó los avances en materia de representación, al indicar que "vamos en 27% y hace dos años era 5%", pero que su meta de mujeres en directorios es que alcance un 40%.

La verdad no entiendo este movimiento.

Una cosa es que todos los seres humanos tengamos los mismos derechos básicos, lo que es evidente y justo, y otro que se fuerce una situación de igualdad en la economía, lo que NO es un derecho básico, cuando tal vez ese no es el óptimo para la sociedad.

Las empresas privadas, a diferencia de las públicas, no pierden dinero por que segregan o discriminan por rasgos minoritarios. Pierden dinero porque reclutan errónemante talento en sus directivos. Cosa que corrigen rápidamente cuando se dan cuenta de ello.

No veo a los modelos masculinos quejándose porque ganan una fracción de lo que ganan sus colegas femeninas haciendo lo mismo.

La regla general es que quien genera dinero, lo gana en esa misma proporción. Sea cual sea el rubro y género o condición. Deportistas, modelos, actores, ejecutivos, etc. No hay discriminación en ello. No puede haberla, porque inmediatamente se re establecería el balance con la competencia que si pagaría el sueldo de mercado que amerita un talento.

Cuando de dinero y negocios se trata, no se discrimina por nada más que no sea el talento de generarlos. Cualquier empresa hoy en día que tenga otros parámetros de reclutamiento, ineludiblemente va a la quiebra.

Tal vez deberíamos enfocarnos en generar en las niñas los intereses y habilidades para que eventualmente puedan participar en el mercado realmente en igualdad de condiciones y no de manera forzada como se intenta hoy con estas manifestaciones.