@latercera
Las estrategias activas de las personas en materia previsional siguen dando que hablar. En el período enero-febrero los traspasos entre los fondos de las AFP totalizaron 326.099, de acuerdo a información publicada por la Superintendencia de Pensiones (SP). La cifra implica un incremento de 198% en comparación a los 109.325 movimientos registrados en el mismo lapso de 2015.
En el primer bimestre del año hubo 131.901 salidas netas desde el fondo A (más riesgoso), mientras que el E (más conservador) anotó 154.549 ingresos netos.
Lo descrito evidencia un fuerte aumento de los afiliados que salen de los fondos de mayor riesgo hacia los más conservadores, explicó Roberto Fuentes, gerente de estudios de la Asociación de AFP (AAFP). “Es muy probable que una parte importante de esos cambios hayan sido estimulados por sugerencias de empresas dedicadas a hacer recomendaciones de traspaso de fondo y a la volatilidad de los mercados de capitales”, agregó.
El experto detalló que es muy difícil obtener buenos resultados al intentar ganarle al mercado saliendo de un fondo más riesgoso cuando se estima que se va a producir una baja de su valor. Esto, para trasladarse a un instrumento más conservador y así evitar la caída de rentabilidad. La idea es, posteriormente, regresar al fondo riesgoso, cuando se estime un aumento en su rentabilidad.
“Hacer esta operación en el corto plazo es muy difícil. Ni siquiera los expertos logran este óptimo”, acotó Fuentes. Coincidió Vicente Lazen, director de BC Fundamenta y ex intendente de fiscalización de la SP, al señalar que, en general, los inversionistas “reaccionan tarde a los temporales. Ni los grandes bancos de inversión lo hacen a tiempo. Menos los afiliados”.
A lo anterior hay que sumar, complementó, que los movimientos de fondo se materializan días después de la instrucción y que, tras un cambio, cuesta mucho volver. “Estas condiciones tienen como resultado que, incluso en el corto plazo, esa estrategia sea más bien perdedora”, expuso.
La AAFP desarrolló el siguiente ejercicio a petición de este medio. Los supuestos son que al 31 de enero de 2016 Juan tenía $ 10 millones en el fondo A, que el 11 de febrero caen las bolsas en el mundo y que luego se mueve al E. “Al momento del cambio su fondo era de $ 9,8 millones, $ 200 menos, y al 30 de marzo (cuando hubo una recuperación de los mercados) este suma $ 9,9 millones”.
Con los mismos supuestos y montos, se aplicó a Sandra. A diferencia de Juan, ella se mantuvo en el A. Luego de la caída de las bolsas tenía los mismos $ 9,8 millones, pero al 30 de marzo, por la recuperación, sus ahorros sumaban $ 10,4 millones.
“En este ejemplo se observa que efectuar un cambio de fondo reaccionando a los vaivenes de corto plazo de las bolsas puede ser una mala decisión”, dijeron en el gremio.
La otra cara
Felices y Forrados es la empresa pionera en cuanto a las recomendaciones para estrategias activas. Gino Lorenzini, su CEO, declaró que a partir de “enero de 2015 empezamos a dar sugerencias de cambios paulatinos”. En vez de un solo traspaso, se proponen dos, agregó. Por ejemplo, se recomienda, en una primera instancia, mover la mitad de los dineros que están en el fondo A al E para luego, en segunda, llevar la otra mitad al mismo instrumento conservador.
“Ese pequeño detalle explicaría el crecimiento (de los traspasos)”, dijo. Sostuvo también que como se trata de dos sugerencias, se multiplican por dos los movimientos propuestos a sus 65.000 clientes. “A nivel de industria, las personas que se cambian de fondo no superan el 1% del total de los 10 millones de trabajadores afiliados a las AFP”, comentó.
Consultado por versiones que apuntan a que las recomendaciones hechas a fines de 2015 y comienzos de 2016, de pasarse del A al E, habrían impedido a las personas hacer las ganancias por el repunte que hubo luego en los mercados, Lorenzini respondió que esa información es falsa (ver recuadro).
Lo dicho en un post anterior. Si existe la posibilidad del cambio, la gente se va a cambiar, y si consideramos un universo de 10 millones de afiliados, que se cambien 100.000 personas regularmente no es un gran volumen, de hecho el 1% de personas que de todas formas siempre están preocupadas de sus dineros. Que los timings de cambios sean buenos o malos, ese es completamente otro tema.
El problema es que las AFP´s están invertidas en en su gran mayoría en deuda chilana, privada y pública, que es un mercado pequeño y por lo tanto poco líquido. Y las acciones chilenas tampoco ofrecen mucha profundidad ante cambios más o menos voluminosos.
Pero de nuevo. No debería ser un gran problema y depende de cada uno si gana o pierde haciendo estos movimientos.
En general, está muy bien que los fondos de pensiones tengan un sustento real basado en activos nacionales e internacionales, y que la renta provenga del flujo de estos. Sería uno de los pocos países que no van a tener una crisis de pensiones masiva dado el descalce entre la recolección de impuestos y los compromisos adquiridos.
El que aquella rentabilidad sea baja (no tanto) es otro asunto y tema para otro post. El mayor desafío es llegar con la mayor cantdad de dinero posible a la edad más temprana que se pueda. Desde ahí, la fuerza más poderosa del universo, el interés compuesto, haría su trabajo de maravillas.
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