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Columnistas
Jueves 02 de agosto de 2018
¡Despierta, buen guerrero!
"Aunque creemos que los impresionantes progresos y avances técnicos nos han llevado a la cúspide de la evolución, la verdad es que el hombre todavía no ha despertado".
Permanentemente nos llegan noticias alarmantes desde La Araucanía: asaltos a camiones, atentados, quemas de iglesias. Por estos días, sin embargo, aparecen tenues señales de posibles conversaciones, "parlamentos" entre los distintos actores del largo y atávico conflicto en la Frontera. ¿Son genuinas señales de esperanza o meras señales de humo distractoras? Es de esperar que nuestras autoridades se "iluminen" por fin, para que la diuca, el tradicional pájaro sureño, no deje de cantar. Hay un dicho tradicional mapuche: "cuando la diuca cesa de cantar, habrá guerra". Según la leyenda, ella todavía recuerda la lejana época en que una cruenta guerra le tiñó el pecho de sangre a la loica (la de pecho colorado), el ave hermana que canta con ella cuando comienza el alba.
Leo esta hermosa historia en el libro "Palabras mágicas para reencantar la tierra", de Ziley Mora, profesor de filosofía y apasionado investigador del pensamiento profundo que -según él- subyace en el mapuzungún . Mora, desde su mítica Coihueco, ha ido rescatando, a partir del testimonio de ancianos sabios y sabias mapuches, las perlas sapienciales de un lenguaje del cual los chilenos, al menos, debiéramos aprender algunos rudimentos. En estos días se discute la posibilidad de incorporar el estudio de las lenguas de los pueblos originarios en nuestros colegios. ¿De qué nos sirve saber inglés, alemán o francés si somos analfabetos de nuestra propia identidad mestiza? Ziley Mora ha hecho notables hallazgos sobre la lengua mapuche. El hecho, por ejemplo, de que existan 14 verbos en mapuzungún ligados con el "despertar": ¡14 verbos!
Mora afirma que el arquetipo del guerrero del mapuche tiene varios niveles de significación y que el más básico es el de connotación belicosa. Pero, en realidad, el buen guerrero ("koná") es el que logra un "despertar" de conciencia, el que se acecha y vigila a sí mismo. Ceferina Huaquifil, una de las informantes orales de Mora, le dijo: "el que se vigila a sí mismo todos los días, no necesita religión". La religión de los mapuches es una religión del despertar, como lo son también todas las sabidurías ancestrales, incluido el cristianismo esencial enseñado por Jesús. Y eso pasa por "sanar y limpiar el ojo del corazón". Corazón en mapuzungún : "piwke".
Aunque los occidentales creemos que los impresionantes progresos y avances técnicos nos han llevado a la cúspide de la evolución como civilización, la verdad es que -desde la mirada sapiencial- el hombre todavía no ha despertado. Y, sin ese despertar, toda esa tecnología disponible puede volverse un arma destructiva contra el propio ser humano. Ser guerreros hoy no es luchar con armas -por muy loable que sea la causa esgrimida-, sino luchar con nosotros mismos, trabajar nuestro propio "piwke" (corazón), despertar de nuestra somnolencia espiritual. El consumismo anestesiante, el individualismo patológico, la falta de conversaciones profundas y con sentido, la ausencia del pensar y el poetizar en nuestras vidas, nos están "achanchando" desde el punto de vista del desarrollo de la conciencia. No encuentro palabra más contundente que esta en el glosario popular.
El lenguaje popular, los refranes, los dichos mapuches son tesoros de un sentido común que hoy escasea. Pero nos hemos olvidado de ese lenguaje originario, y al hacerlo nos hemos olvidado de nuestro propio ser, pues el lenguaje es la casa del ser, como afirmara Heidegger. Padecemos de "Alzheimer ontológico", según Mora. Para pacificar La Araucanía, para mejorar nuestra educación, para enfrentar el calentamiento global, para estos inmensos desafíos que vienen, no basta el puro desarrollo económico; necesitamos que nuestros buenos guerreros despierten: "Tepelaitun Kume Koáa" ("¡despierta, buen guerrero!"). O perderemos la guerra más importante de todas: la guerra contra la inconsciencia y la desertificación espiritual.
Buena lectura para reflexión de fin de semana.
Me gusta en general lo que escribe Warken, es relajante.
Pero en este caso en particular, lo que pide es una disonancia cognitiva.
No puedes despertar el espíritu del guerrero en un ambiente de paz y prosperidad, como es el ambiente de occidente hoy. Son incompatibles.
El espíritu guerrero y la paz interior (confianza) consecuente de saber que eres capaz de superar los obstáculos de vida o muerte solo se genera cuando de hecho has visto la cara de la muerte y has sobrevivido en combate. Real o metafóricamente en relación a las dificultades de la vida.
Tiempos malos generan gente fuerte. Gente fuerte genera buenos tiempos, buenos tiempos generan gente débil.
Video dedicado al despertar del guerrero interior.
Grande Goku, el ultra instinto es una lección extraoordinaria de toriyama, guardarlo 30 años es notable
ResponderEliminarGenius¡¡¡¡
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