Las cifras del viernes ya adelantaban que la primavera había llegado a la economía chilena con cifras sectoriales mejores a las esperadas, y en la mañana de este lunes el Banco Central lo confirmó.
Y es que el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de septiembre cayó 5,3%, volviendo a descender a un dígito después de cinco meses. Además, es la baja menos pronunciada desde que la pandemia azotó a la economía nacional.
Esta cifra se compara con el -6,5% esperado por los analistas consultados por Bloomberg.
Con ello el indicador deja atrás el decepcionante desempeño de agosto. De hecho la serie desestacionalizada creció 5,1% respecto del octavo mes del año.
El ente emisor detalló que en el noveno mes del año el imacec minero disminuyó 1,9%, mientras que el no minero lo hizo en 5,7%. En términos desestacionalizados, y con respecto al mes anterior, el primero cayó 1,5% y segundo creció 5,9%.
De acuerdo con el reporte entregado esta mañana por el Banco Central las actividades más afectadas fueron construcción y los servicios de educación, transporte y restaurantes y hoteles. Destaca que el alivio parcial, al negativo impacto que deja la crisis sanitaria en la economía, estuvo vinculada a un crecimiento en el comercio, la industria manufacturera y, en menor medida, los servicios empresariales.
Como es habitual, desde que se iniciaron las cuarentenas el ente rector señaló que "que las cifras entregadas en esta oportunidad podrían estar sujetas a mayores revisiones que las registradas históricamente, las cuales serán difundidas de acuerdo al calendario de publicaciones y revisiones de Cuentas Nacionales disponible en la página web institucional."
Excelente noticia.
Pero hay que esperar confirmación de un par de meses más para definir si no es solo el efecto postergado del 10% más los desconfinamientos iniciales en los que todos se actualizaron de las compras que dejaron de hacer por meses, o efectivamente es la demanda interna que se está activando junto con la producción.
Ojalá sea la demanda interna que se está recuperando. La vamos a necesitar en los próximos meses y tal vez años.
Por otro lado, esto puede significar en términos macros cada vez menos apoyo a la economía por parte del gobierno lo que obviamente puede ser contraproducente, especialmente abrir las cadenas de pagos.
La disrupción en la economía ha sido tan masiva que no podemos extrapolar casi nada sin ver los efectos en vivo y en directo mes por mes. Y especialmente no se puede proyectar nada si siguen con las mierdas de confinamientos que volvieron a aparecer en Europa.
Pero nos da la esperanza, en conjunto con menos violencia, de poder representar un refugio para los capitales en Latam, especialmente si sale Biden.
Si eso lo unimos a no más confinamientos, podemos posicionarnos muy bien para lo muy duro que viene a nivel mundial.
Quien lo habría pensado hace solo algunos meses…
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