Colapso Económico - Aprés Moi, Le deluge

Compartir

Twittear Cuando el individualismo y consumismo llegan a extremos exacerbados, comienza una escala de degeneración valórica respecto de nuestros semejantes y entorno, hasta llegar al punto de sólo importar el yo y el ahora. Ésta degradación valórica se alcanza cíclicamente cada cierto número de generaciones (se habla de cada 70-80 años, ya que los nietos olvidan las duras lecciones aprendidas por los abuelos...). Que genera ésta degradación?, pueden existir muchas explicaciones, pero una de las principales dice relación con la facilidad (dificultad) de obtener el capital o dinero (hablando de la historia enmarcada en economía de transacción monetaria, no de trueque, donde probablemente no existe el consumismo como lo conocemos ahora). Cuando es dificil obtener dinero, ésto es, cuando es el resultado de trabajo o producción de "cosas" que se transan en el mercado, resulta complicado e incluso contraproducente realizar consumo de aquello que no resulte estricamente necesario a los fines productivos y del sostén de las necesidades básicas, y en éstos periodos es donde se fabrican probablemente las cosas de mejor y más duradera calidad, ya que cualquier cosa adicional sería un desperdicio de recursos (del productor y del consumidor). Que sucede cuando lo opuesto toma escena?, cuando la facilidad de obtener "dinero" es tan amplia, y queda un excedente adicional a la cobertura de las necesidades "básicas", que permite consumir cosas que antes estaban restrinigidas a personas de muy altos ingresos. Entra en juego la inversión en éstas nuevas "necesidades", que permiten ingresar al mercado cosas de muy mala calidad, o de obsolescencia incorporada, que permite que éste consumo se mantenga. Cual es el problema de ésto?, obviamente, en un periodo muy largo de tiempo, viviendo en un planeta finito, en el cual se plantea una economía que debe crecer indefinidamente, y por lo tanto producir más cosas y menor cantidad de tiempo y para más población que crece de manera geométrica, ésto tiene el grave problema de que en algún momento, los recursos se van a volver tan costosos en su extracción, que ya no serán viables (en particular la energía a bajo costo que representa el petróleo como amenaza más cercana). Probablemente no veamos ésto en nuestra generación y en un par más (salvo el petróleo que ya lo estamos observando), sin embargo, éste consumismo basado en la facilidad de crédito presenta problemas de mucho mayor urgencia y cercanía. Cuando una economía empieza la escalada del crecimiento basado en consumo y deuda (no en producción y ahorro), se da lugar a una espiral sin retorno, que tiene uno de dos finales, devaluación completa de la divisa utilizada y lanzamiento de una nueva respaldada por activos físicos, o un default de pagos y degradación de la divisa hasta niveles en las que quede respaldada completamente por activos (oro o plata en la mayor parte de la historia registrada), ésto se ha repetido incontables veces en la historia, con el mismo final. Cuando la exacerbación de éste consumismo, clasismo, elitismo alcanza su máximo (antes del declive final), reyes, monarcas, políticos, banqueros y "líderes" en general, presentan una descomposición tan grave de sus valores que se ven a si mismos como una casta superior, con la capacidad de imponer reglas y normativas (que nunca aplican a ellos por supuesto) por un bien superior, ya que nosotros no somos capaces de racionalizar por nustra cuenta, llegando al punto de pronunciar frases tan célebres como  la del título (Después de mi, el diluvio, atribuida a Luis XV, y todos sabemos como termina la historia de la monarquía con su nieto). Pues bien, hoy en día nuestros líderes mundiales han puesto en marcha a toda máquina las impresoras de billetes, inundando de deuda hasta nuestros nietos para cubrir los excesos cometidos durante las últimas décadas, lo que es altamente inmoral, y hace recordar la célebre frase, que dado el momento y el contexto hacen preguntarse, terminarán éstos criminales igual que el rey de francia? Imprimir artículo