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En privado un ministro relató hace algunas semanas que le era difícil explicar la reforma tributaria en las salidas a terreno que el gobierno está llevando a cabo con cierta periodicidad todos los fines de semana. La razón: el mismo no lograba entender con claridad el contenido del proyecto. Desde la academia, observan que cualquier problema comunicacional, es fruto de debilidades políticas. No se puede explicar una, sin enlazarla con la otra.
En ese plano de análisis, no es casual que desde la misma Nueva Mayoría y el gobierno se haya hecho un lugar común todos los días lunes, tras las reuniones del comité político, escuchar que hace falta comunicar mejor. Y apuntando más lejos aún, el pasado lunes el presidente del MAS, senador Alejandro Navarro, sindicó como uno de los responsables de este “mal manejo comunicacional”, al vocero de Palacio, Álvaro Elizalde.
En esa misma senda, también se ha hecho cotidiano -en esos encuentros-, que sobre la mesa aparezcan algunas críticas al manejo comunicacional de los ministros de Educación y Hacienda, Nicolás Eyzaguirre y Alberto Arenas, respectivamente. Así, en Palacio hay cierta certeza que algo se debe hacer al respecto, para enmendar el camino dejado por la reforma tributaria.
Comunicación y política
En el gobierno de Sebastián Piñera fue recurrente escuchar que sólo había problemas comunicacionales, que no se sabían explicar bien los cambios que se estaban haciendo. Hoy día, el debate se suscribe en una tesis similar.
El experto en comunicación política de la Escuela de Periodismo de la Universidad Mayor, Juan Cristóbal Portales, explica que tanto lo estratégico-político como lo comunicacional van de la mano: “las herramientas comunicacionales son el resultado de una estrategia política previa y en ese plano en el gobierno actual se observan falencias en ambas direcciones”, expresa. En ese sentido, el académico observa un giro en la estrategia política, que deriva finalmente en una comunicacional. Explica que primero el gobierno partió con el discurso de las mayorías, exacerbado por “maquinarias pesadas”, evidenciada también en la instalación de una bipolaridad sobre “malos y buenos”, reflejado, por ejemplo, en el polémico video de la SECOM sobre la reforma tributaria; y que ahora ha cambiado el relato por el de los acuerdos y los consensos: “lo que ha hecho este gobierno es defender la elaboración de su agenda reformista. Primero avalado por la mayoría de las urnas, y por un Congreso para Bachelet, para pasar a la concreción de acuerdos reformistas”.
El académico de la escuela de gobierno de la Universidad del Desarrollo (UDD), Gonzalo Müller, respalda dicha tesis, y enfatiza que se están haciendo muy latentes los problemas comunicacionales: “ya es evidente que el gobierno tiene problemas para comunicar a la ciudadanía lo que quiere que se entienda. Ciertamente hay un déficit político que se refleja en una falencia comunicacional”. El analista ejemplifica que el discurso mediático respecto a que la reforma tributaria no afectaría a la clase media se fue cayendo en la medida que se fueron conociendo los detalles del proyecto, ante lo cual la defensa comunicacional que se comenzó a hacer, no tuvo resultados.
Nueva arremetida
Bajo ese escenario, es que desde La Moneda preparan una nueva ofensiva comunicacional, con una mayor presencia en terreno de los ministros con un solo fin: explicar y explicar. Ello para contrarrestar la campaña mediática de lo que afirman en el oficialismo sigue siendo la “campaña del terror” de la derecha. Y esta nueva ofensiva apuntaría a un tono que se alejaría del utilizado en el video de reforma tributaria. Sin embargo, para Müller, justamente esta estrategia se explica porque el gobierno no ha sabido explicar por las vías oficiales, como la vocería, sus proyectos: “mandar constantemente ministros a terreno es justamente una señal de que en el gobierno hay problemas graves”, dice.
En esa línea, para la reforma educacional ya comenzó a circular un folleto que explica punto por punto el proyecto, con la idea de abrir nuevos canales de diálogo.
Vidal: "El actual vocero tiene que pasar a la ofensiva"Francisco Vidal sabe de comunicaciones. Ejerció el cargo de vocero en el gobierno de Ricardo Lagos y en la primera administración de Michelle Bachelet. Hoy es claro en respaldar la segunda gestión de "su ex jefa" y sobre el tema comunicacional en el actual gobierno está convencido que hay que pasar a la ofensiva. "Dado que somos minoría, mediáticamente hablando, no hay que perder un minuto en avanzar", dice. En ese plano, cree que los problemas que puedan existir en la materia no se deben a deficiencias políticas, pues a su juicio todas las definiciones están más que respaldadas en un programa de gobierno que "goza de una gran claridad".
Ante ello, el único matiz- "aludiendo a Ignacio Walker"- cree que radica en que el actual vocero, Álvaro Elizalde, debe asumir un mayor protagonismo político: "El vocero de gobierno es un instrumento de combate en la lucha política para defender los argumentos del gobierno contra la oposición. El matiz que le haría al actual vocero es que debe ser más ofensivo en el sentido político del concepto, para defender el programa de Bachelet", confiesa. También cree que en el debate dentro de la NM no se debe dar el "fuego amigo". Respecto al rol de la Presidenta, en este aspecto, señala que el cerco comunicacional en el cual está -que le parece favorable en el sentido de su figura presidencial- debe ser compensado "con un mayor debate de los ministros en los temas cotidianos". Así, le parecen acertadas las salidas a la calle en el llamado "gobierno en terreno", pues las considera un diálogo necesario.
Nice…
El ministro de hacienda no conoce las implicancias del proyecto estrella del gobierno. Y el de educación cree que quitar las herramientas a los que pueden acceder a ellas nivela y hace más “igualitaria” la educación.
Esto no es un problema comunicacional. Simplemente son malos proyectos, y todos quienes pueden realizar un análisis crítico pueden verlo.
Lo que tiene que hacer la nueva mayoría es sentarse a pensar y evaluar las implicaciones reales de los proyectos que no son realmente proyectos, son declaraciones de intenciones.
Algo que la gente parece olvidar, particularmente en el sector público, es que las cosas no resultan tan solo porque se dicta una ley que dice que tiene que ejecutarse o cumplirse algo. Que te plantees objetivos es muy de año nuevo, lo realmente importante es el COMO vas a lograr esos objetivos. Un proyecto debe contar con objetivos pero también con una ruta clara de como se va a llegar a ellos. Caso contrario son solo slogans.
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Más allá de la simpatía natural que irradian los miembros del actual gobierno y de la Nueva Mayoría en general, quiero destacar también el sentimiento de confianza que inspiran como profesionales de altísimo nivel, reconocidos internacionalmente, Nadie puede negar la seriedad y dedicación con la cual se ha abordado los temás más complejos de la nueva administración, respetando el derecho sagrado al diálogo entre las partes involucradas. Hay que valorar también el valioso aporte del Partido Comunista como garante de procedimientos de negociación transparentes y rectos en pos del cumplimiento del programa de la presidenta. Chile se ve y se siente más robusto para enfrentar los años venideros con calidad humana y expertise en todos los aspectos, empezando por los más profundos de las necesarias reformas al exitoso, pero ya obsoleto modelo socio-económico.
ResponderEliminarWoaw! Es verdad que se puede escribir y publicar cualquier imbecilidad...quizá debamos tener cuidado con lo que leemos o escuchamos /sarc/