@latercera
El norte ya no brilla como antes. Atrás quedaron los años de bonanza, cuando el precio del cobre se acercaba a los US$ 4 la libra y atraía inversiones y trabajadores de todas partes del país, impulsando otras actividades, como el comercio y la construcción.
La desaceleración económica le pegó con fuerza derribando indicadores de actividad, empleo, inversión, construcción y ventas, apagando los destellos del boom minero.
Así, su actividad económica ha ido en descenso, según los datos del INE. En el primer trimestre de este año, sólo creció Tarapacá, con un 4,9%, comparado con igual período del año pasado. Por el contrario, Arica y Parinacota se contrajo 0,1%, y la perla del norte, Antofagasta, exhibió una caída de 2,4%. Atacama estuvo plana.
EMPLEO DIEZMADO
La menor actividad tiene su eco en las cifras de empleo. La tasa de desocupación ha subido más rápido que en el resto del país y se aleja rápidamente de la plena ocupación. Así, en el último trimestre móvil, correspondiente a abril-junio, la tasa de desempleo en Antofagasta, Atacama y Coquimbo -en un año- subió de 5,1% a 7%, de 5,6% a 6,2% y de 7,5%% a 7,8%, respectivamente.
Algunas empresas, como BHP Billiton, SQM y Teck Chile, han disminuido dotación, debido a los mayores costos operacionales y las proyecciones de baja en las leyes del mineral.
Para el economista de BBVA, Hermann González, más allá de los despidos en el sector minero, lo más notable es “el deterioro en sectores de servicios, que en los últimos años se vieron beneficiados de la minería y de los ingresos que obtuvieron los trabajadores en ese sector”. Precisa que si en zonas como Antofagasta se está viendo un desempleo importante, “eso incide en las ventas del comercio, también en la construcción y en la actividad de restaurantes y hoteles”.
La jefa del departamento de estudios de la Corporación para el Desarrollo de Atacama (Corproa), Virginia Tolmo, afirma que el comercio es altamente sensible a los vaivenes producidos por la industria minera, “dado que esta industria se posiciona como motor de la economía local, cuya representatividad en el PIB regional es del 42%.
En Atacama, por cada empleo directo en minería se generan otros 2,4 empleos en otros sectores productivos, los que sumados a los contratistas no asociados directamente, llevan la cifra a 3,9 puestos de trabajo”.
Tolmo espera que la situación se revierta en el corto plazo, “por situaciones planificadas, como la apertura del Mall Plaza, al menos en lo referido a Copiapó”.
La ejecutiva aún espera la reactivación de los proyectos mineros hacia el segundo semestre 2015 y/o los primeros meses del año 2016. Pero ese repunte se mantiene en la incertidumbre.
INVERSIONES PARALIZADAS
A fines de 2012, el sector minero contaba con una carpeta de inversiones hasta 2022, de US$ 110.000 millones. “No obstante, hoy, de ese monto, US$ 60.000 millones están en proceso de revisión, han paralizado o bien han postergado la fecha de su puesta en marcha”, dice el gerente de estudios de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Alvaro Merino. Los proyectos se concentraban en Tarapacá, Antofagasta y Atacama, con US$ 92.000 millones. De ese monto, hoy, US$ 44.000 millones están en duda.
La sensación térmica de los hombres de negocios de la zona norte es baja. Así lo reveló el último informe de percepción de negocios del Banco Central, que dio cuenta de una desaceleración muy marcada en Atacama y un creciente pesimismo en la zona de Antofagasta.
El informe del BC precisa que la negativa evaluación sigue siendo atribuida a la postergación de proyectos mineros y a los nuevos ajustes que las compañías han realizado sobre sus costos y contratos. Ello, a su vez, golpea el consumo, que se ha visto diezmado por despidos en empresas contratistas y subcontratistas de la minería.
AUTOMÓVILES FRENADOS
Si los bonos mineros impulsan el sector automotor, los menores salarios disminuyen la demanda. En los primeros siete meses del año, las ventas respecto del 2013 bajaron 52,9%, en Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, y Atacama. En enero-julio del año pasado se vendieron 44.719 unidades y este año, sólo se han comercializado 21.077.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio Automotriz (Cavem), Carlos Dumay, afirma que la explicación detrás de esta baja son los proyectos mineros suspendidos y la paralización de la inversión. “Esto significó que los contratos a terceros no se ejecutaran, generando una brusca caída. La zona norte va a mantener una tendencia a la baja”, advierte. Agrega que hace tres años, “con los proyectos en desarrollo, todos compraban autos o camionetas. Hoy eso está detenido”. Dumay afirma que son cifras que hay que seguir monitoreando y las califica de “alarmantes”.
CONSTRUCCIÓN POSTERGADA
Christian Wegmann, director de Tinsa estudios inmobiliarios, sostiene que, en general, las ventas de unidades de casas y departamentos en las capitales regionales de la zona norte del país se han mantenido estables en los últimos años, con una leve expansión (5%) en el último semestre móvil evaluado (octubre 2013-abril 2014).
“Esta expansión se debe principalmente al buen desempeño del mercado de Coquimbo y La Serena, en particular el mercado de casas, que mostró un significativo avance en ventas, en promedio, 505 entre las dos ciudades”, afirma. Pese a ello, precisa que los números globales de la zona norte no arrojaron un avance significativo debido a que “las ventas de la ciudad de Antofagasta ha registrado bajas en los dos últimos semestres móviles.
En los primeros siete meses del año, las ventas respecto del 2013 bajaron 52,9%, en Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y Atacama. En enero-julio del año pasado se vendieron 44.719 unidades y este año, sólo se han comercializado 21.077. Consultado respecto de la cantidad de proyectos con unidades en venta (de casas y deptos.), sentencia que es posible apreciar una tendencia contraria, “pues, entre octubre de 2012 y abril 2014 se ha incrementado un 30% el número de proyectos. Esta alza está explicada principalmente por los aumentos en el mercado de departamentos, en las ciudades de Antofagasta y La Serena”.
Por su parte, la jefa de estudios de Corproa detalla que en los primeros tres meses de este año hubo una disminución de un 28,2% de la edificación autorizada en la Región de Atacama, donde se registraron 33.669 m2, versus los 46.879 m2 autorizados para enero-marzo de 2013.
“Estas cifras muestran la contracción económica que ha experimentado la región desde el cuarto trimestre del año 2012”. Explica que el sector construcción actualmente emplea a cerca de unas 8.400 personas en Atacama, posicionándose en el séptimo lugar respecto de los rubros que otorgan mayor cantidad de empleos formales en la región. Sentencia que todos los indicadores relacionados con dicho sector productivo dan muestras de que la cartera de proyectos regionales se encuentra postergada y que los flujos de inversión se han redestinado a otras zonas, incluso fuera del país.
No es que no se viera venir.
Era una burbuja económica en toda regla. Los arriendos y precios de hoteles eran (y son aún) de espanto. Los servicios, restaurantes y diversión en general igual. El nivel de deuda generada en la expectativa de que siguiera ad infinitum es terrorífica, y cualquier hijo de vecino tomó hipotecas por dos y tres propiedades.
Cualquier evento que se produjera respecto del precio del cobre hacia uno menor detonaría esto sin duda alguna.
El cobrar por productos y servicios cualquier cosa en el norte está llegando a su fin. Ahora las mineras comenzarán a racionalizar los gastos, primero con los contratistas y después internamente.
Fue lindo mientras duró.
Habrá que esperar el próximo ciclo de crecimiento económico dado por el precio del cobre. Que probablemente tiene que bajar bastante más para generar quiebras generalizadas que restrinjan la oferta generando nuevamente las bases para un ciclo de crecimiento en el precio. Y eso puede tomar bastante.
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