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El deterioro del escenario externo ha impactado negativamente las proyecciones de crecimiento de distintas economías alrededor del mundo, y Chile es una más. El propio ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, reconoció hace un par de semanas que el pronóstico de 2,75% para el Producto de 2016 “es demasiado alta” a la luz del panorama internacional y, en particular, de la disminución del precio del cobre.
Este “sinceramiento” era esperado por los economistas extranjeros, quienes están más cerca de la volatilidad e incertidumbre global en los grandes mercados y los efectos que puede tener en una economía aún dependiente de las exportaciones de materias primas, como la chilena.
De hecho, la visión que tiene Wall Street para la actividad local durante este año es más bien pesimista. Los agentes comparten plenamente el análisis realizado por el ministro Valdés y, en esa línea, esperan un fuerte ajuste en las estimaciones para el PIB de este año, que no debería superar el 2%, principalmente por la disminución del precio del cobre, niveles de inversión que se mantienen bajos y un menor crecimiento esperado para China, todo con el telón de fondo de un escenario externo que no da señales de mejora.
Proyecciones fuera de línea
Para algunos agentes, Hacienda dejó pasar demasiado tiempo antes de decidir ajustar las proyecciones. Así lo cree Mario Castro, economista para América Latina de Nomura, quien sostiene que hace varios meses se puede afirmar que el crecimiento para Chile, en un buen escenario, será de 2% este año.
“La actual proyección oficial (de 2,75%) es demasiado alta. Nosotros tenemos una estimación de 2,1% para este año, pero con sesgo a la baja. Creo que el ajuste debería ser cercano a 2%, sino, habrá costos de credibilidad”, dice.
Coincide con esta opinión el estratega para América Latina de Bank of America Merrill Lynch, Ezequiel Aguirre. “Hace tiempo que concluímos que la economía chilena iba a tener en 2016 un desempeño muy similar a los dos años previos. Nosotros proyectamos un 2% para este año”, precisa.
Goldman Sachs es más pesimista: recientemente recortó su estimación en un punto a 1,6% y no descarta un incremento menor a 1%, “sobre todo si la debilidad del mercado laboral se hace más visible”.
La entidad espera que las autoridades revisen sus pronósticos en una magnitud algo menor, en torno a 2%, pero señalan que el ajuste es inevitable.
Esto, porque las estimaciones de la Goldman sugieren que sólo por la disminución en el precio del cobre y los términos de intercambio, el Producto se reducirá en medio punto porcentual, como explica el economista del banco de inversión, Tiago Severo.
“Por otra parte, uno puede concluir con certeza que algunos de los catalizadores internos del crecimiento observados en el pasado reciente -como la aceleración de la construcción a raíz de los cambios tributarios-, eran de naturaleza transitoria”, añade.
La visión más negativa para el PIB de 2016 es de Marcos Buscaglia, ex economista de Bank of America Merrill Lynch y actual socio de Alberdi Partners, quien también hace poco acotó sus proyecciones a un crecimiento del PIB en torno a 1% para este año.
Para el analista, hay varias razones -adicionales a la debilidad externa- que sustentan este escenario, partiendo por la desaceleración que va a experimentar el sector construcción este año, a lo que se suma una baja confianza del consumidor y un alto apalancamiento. “Vemos díficil que la economía retome una senda de crecimiento fuerte en este contexto”, sentencia.
Los costos de no realizar cambios
“Chile sufre de desequilibrio interno y externo y deben necesariamente corregirse para reducir la vulnerabilidad de la economía ante choques externos”, plantea el director de Moody’s Analytics, Alfredo Coutiño.
En su opinión, esta “nueva realidad” es inevitable y no debe ser ignorada, “porque de lo contrario los costos resultarán más severos en el futuro”, señala, principalmente en términos de un aumento en los niveles de deuda.
Para Castro, la posición fiscal externa de Chile aún es saludable, con un compromiso muy serio con la regla fiscal, pero a la luz del escenario actual no descarta que se modifique la perspectiva de la clasificación soberana en caso que no se tomen medidas. “No lo veo muy probable, pero no lo descarto“, plantea.
En esa línea, valora la seriedad que ha exhibido el ministro Valdés y el mensaje de seriedad y sensatez al reconocer la necesidad del ajuste en las proyecciones.
GASTO PÚBLICO: EXPERTOS PREVÉN AJUSTE EN MEDIO DE UN DESCENSO DEL COBRE MÁS PERSISTENTE
El contexto internacional menos favorable también tendrá un impacto importante en la situación fiscal de Chile, generando un mayor déficit tanto efectivo como estructural, por lo que reducir el gasto público será indispensable.
El ministro Valdés ya ha dado señales en esa dirección, señalando que una subejecución del Presupuesto 2016 es una posibilidad.
Lo anterior, especialmente tomando en cuenta que hay fenómenos que han pasado de ser pasajeros a estructurales, como un precio del cobre más bajo o un menor crecimiento para la economía China.
Goldman Sachs estima que el valor del cobre disminuirá aún más este año, entre 10% y 15%, mientras que Bank of America Merrill Lynch descarta una recuperación para la libra del metal y espera que cierre el año a un valor en torno a US$ 2,15.
"El gobierno deberá ajustar el gasto público al nuevo contexto internacional", advierte Aguirre. En su opinión, para este año el gasto deberá bajar por lo menos a 3%, lo cual seguiría siendo mayor que el crecimiento del Producto "de manera de proveer cierta política contracíclica".
El economista de Goldman Sachs adhiere a este planteamiento y cree razonable que el gasto público se recorte "un par de puntos porcentuales" en respuesta a unas perspectivas de mediano plazo del cobre que se deterioran Para Buscaglia, el gasto público tiene quer desacelerarse respecto a lo planteado en el presupuesto (incremento de 4,4%) por dos razones: si no lo hace, el déficit efectivo podría llegar a casi 4% del PIB y podría llevar a vender una parte -pequeña- de los fondos soberanos para financiarse. "No creo que el gobierno quiera llegar a esa instancia en 2016", sostiene.
El segundo factor, es que si no se desacelera el gasto este año, será imposible evitar un fuerte ajuste en 2016. De acuerdo a los cálculos del economista, si se ejecuta todo el gasto este año y el precio del cobre de largo plazo baja a US$ 2,5 en el Presupuesto 2017 "el gasto público prácticamente no crecerá en términos nominales el año que viene", lo que cree improbable debido a que es año de elecciones presidenciales.
"El Ministro (Valdés) es muy consciente de que lo que está pasando no es temporal sino permanente. Los parámetros estructurales de crecimiento potencial y de largo plazo del cobre tienen que reducirse, lo que probablemente va a sugerir la comisión independiente de expertos", anticipa Castro.
Para Coutiño, una medida "saludable" sería que el gasto público real no aumentara por encima del crecimiento estructural de la economía el cual, a su juicio, se redujo a 3%. Además, cree que este ajuste es necesario para no poner al país en una situación vulnerable en términos fiscales.
"La persistencia del desequilibrio fiscal, el encarecimiento del dólar y el alza en las tasas de interés son la combinación perfecta para acelerar el endeudamiento si no se toman las medidas de ajuste a tiempo", sentencia.
Una de las deficiencias de la medición del PIB como indicador macro es que incluye el gasto de gobierno. Por lo tanto, un aumento del gasto de este es visto como un aporte. No lo es.
Mientras más gasto de gobierno exista, menor es el movimiento de la economía y la localización óptima de recursos, que lo hace la economía privada, porque el dinero que gasta el gobierno es extraído de la economía privada en priner lugar.
Todos los programas de gobierno tendientes a incentivar la economía vía gasto son ineficientes, porque no incentivan generación de empleo de largo plazo.
La única forma de incentivar un mayor crecimiento peso por peso es dejar que los recursos se distribuyan en el sector privado en la mayor cantidad posible. Y esto significa menos impuestos.
Le guste a quien le guste.
El gran destructor de las sociedades es el gobierno. Al intentar controlar los ciclos económicos vía políticas re distributivas.
Si se quiere crecer en la economía, se debe dejar a los agentes privados trabajar en ella. Con regulaciones que impidan abusos y riesgos sistémicos, por supuesto.
No vamos a volver a crecer a los ritmos de 90´s y 00´s hasta que no reconozcamos este hecho.
El tamaño actual de la economía no permite crecer a ritmos superiores a menos que seamos creativos. Cualquiera puede crecer de 10 a 10,5 con algo de sensatez. Crecer de 300 a 315 es un juego totalmente diferente.
Y dado que la creatividad significa para efectos prácticos ver que ha resultado en la historia y que no, debería ser bastante claro cual es el camino a seguir.
Pero por alguna razón, nunca hacemos lo lógico y que nos ha resultado. Siempre volvemos a hacer las mismas burradas, una y otra vez como sociedad.
Subir impuestos NUNCA ha resultado para mejorar el nivel de la sociedad de manera consistente e incentivar la actividad económica vía la elusiva igualadad. NI UNA SOLA VEZ.
Como lo dijo John Kennedy, demócrata, en su discurso económico más brillante. La única forma lógica de incentivar la economía es bajando impuestos y copando las capacidades productivas existentes para hacer eficiente el uso de recursos. Ya no hay políticos así. Lamentablemente.
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Y eso que estamos comenzando el año....yo creo que este año el creciemiento deberia rondar el 1% o menos...si
ResponderEliminarSi tan sólo fueran los ineptos del gobierno chileno, estaríamos muy bien aprovechando el bienestar y la prosperidad ambiente, pero no es así. La mayoría de los gobiernos del mundo se rigen por las mismas inepcias e ilusiones que quita cualquier chance de solucionar los problemas de fondo :
ResponderEliminar1) El crecimiento es el objetivo principal : FALSO. El crecimiento, más allá del crecimiento (o decrecimiento) natural y estructural de la población es necesario para que los bancos hagan dinero cobrando intereses.
2) Endeudarse para suplir la falta de crecimiento económico y así rebotar. FALSO. Salvo que la deuda sea para inversiones rentables, economicamente o socialmente, cubrir gastos con deuda no tiene buen pronostico en caso de crecimiento dudoso.
3) Subir los impuestos es un acto de igualdad. FALSO. Subir los impuestos es un acto de violencia por parte de quien detiene el poder. Lo hacen porque es fácil, porque lo pueden y para evitar el debate de fondo.
Chile ha sido el buen alumno, como la gran mayoría de las mentes que son educadas para pensar dentro del paradigma y servir a los poderosos, sean de izquierda o de derecha. Lo que se requiere es que esas mentes empiecen a pensar conjuntamente "out of the box" y resuelvan como cambiar el poder real, no aquel que se muestra en vitrina, sino el verdadero brazo armado que ejerce la violencia, bruta o latente, para imponer su paradigma.