Por segunda vez en tres semanas, el candidato a La Moneda del pacto Fuerza de la Mayoría, Alejandro Guillier, expuso ante representantes del sector empresarial. Esta vez fue en el “Ciclo de diálogos Sofofa-UDP con candidatos presidenciales”, donde dio a conocer algunos de los lineamientos generales de su programa de gobierno.
En la cita, a la que el abanderado llegó acompañado de su jefe programático, Osvaldo Rosales, y de su jefe de gabinete, Enrique Soler, el presidente de la Sofofa, Bernardo Larraín Matte, le enrostró al candidato el contraste entre algunas declaraciones que ha realizado y en las que ha aludido al mundo privado. Así, recordó que en su anterior visita a la sede gremial calificó de “desastroso” el rechazo del Comité de Ministros al proyecto Dominga y mencionó que los empresarios deben tener las reglas claras para invertir; mientras que hace unos meses -continuó Larraín- había señalado que los empresarios estaban “bloqueando” la inversión.
Al igual que en ocasiones anteriores, Guillier hizo hincapié en la necesidad de que el Estado genere reglas claras para que el mundo privado pueda invertir, pero también que busque ser un ente moderno, incorporándose, entre otras cosas, a la plataforma informática y que genere una política estratégica seria, más moderna y realista.
“No basta crecer si no le crea empleo de calidad a la gente y no le crea una red de protección social, eso es la gobernabilidad”, advirtió el candidato, aludiendo al rol del Estado. Guillier resumió su postura en materia de inversión y proyectos bajo el concepto de la “asociatividad”, lo que implicaría la participación de las comunidades en la decisión de instalación de un proyecto, bajo las reglas generales puestas por el Estado.
Así, explicó, definiendo el marco de las posibles inversiones en regiones, se tendría avanzado el primer paso para la aprobación de los proyectos. E insistió en la necesidad de que las empresas paguen impuesto en las regiones donde implementan sus proyectos, porque eso genera un incentivo para atraerlos y aprobarlos, argumentó Guillier.
También apuntó a la necesidad de tomarse en serio aquellas propuestas cuya finalidad es restablecer las confianzas y evitar la corrupción, como también generar un consejo que fiscalice la implementación de aquellas medidas. Ello porque, según dijo, “aquí ha habido abuso de la población” de parte de los empresarios por los temas de colusión, pero también de la clase política, ya que admitió “hemos hecho las cosas mal”.
Descentralización
Consultado por los expertos presentes en el panel sobre regionalización, afirmó que el proyecto de transferencia de competencias, que está en Comisión Mixta, se debe perfeccionar, porque hay aspectos -como que el gobierno siga teniendo la potestad de otorgar y quitar atribuciones- que se deben cambiar, en lo personal se mostró contrario a esa y algunas otras materias de la iniciativa. Pero fue categórico en que “hay que jugársela por la descentralización y eso es entregar poder”.
Destacó que todos los organismos contralores, particularmente al gobierno o a las Fuerzas Armadas, debe ser autónomo. Por lo que se mostró partidario de la carrera funcionaria y la designación por ADP, pese a que estima que este organismo es un “autoengaño de los políticos”, porque el Estado estaría tomado por los políticos y eso, a su juicio, se debiera regular.
So….
Pagar impuestos en las regiones, que de hecho ya lo haces con los municipales (patentes comerciales) que es la porción que está asociada a la región o localización va a mejorar la inversión exactamente como??…
Para que eso resultara, tendría que existir una política por regiones de impuestos donde la recolección y el gasto fuera asignado en la misma región y no por un gobierno central. Dado que Chile tiene un gobierno centralizado desde donde se asignan los recursos, esta propuesta básicamente es un petardo (volador de luces).
Esto resultaría en un estado federal, donde existen impuestos centrales (bajos) e impuestos regionales. Ahí es donde se podría impulsar la llegada de empresas con menores impuestos regionales.
La manera en que las empresas se incentivan a llegar a un lugar es por menores impuestos, relativos a lugares con similares riesgos.
En un país tan centralizado como Chile, promover las regiones se realizaría con incentivos negativos, esto es, deducción de impuestos por las ganancias generadas en operaciones regionales con tasas específicas por región que se quiera impulsar. Como esto también es una decisión central, básicamente we are fucked…
Tendríamos que cambiar completamente el sistema impositivo y la forma de relocalizar los impuestos.
Así es que cualquier cosa que diga impuestos y promoción de la descentralización básicamente es humo. Como casi todo lo que vende Guillier.
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