Beatriz Sánchez critica a la élite política de Chile: "Creo que yo rompí con eso"

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SANTIAGO.- A más de un año de que la ex candidata presidencial del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, diera vuelta las encuestas y se posicionara con un sólido tercer lugar en la primera vuelta de la elección en 2017, la periodista dio una de sus primeras entrevistas. En diálogo en el programa CNN íntimo, Sánchez hizo un recorrido en el que habló de su campaña, del Frente Amplio, de la reunión de Palma Salamanca con Boric y Orsini, de su relación con Alejandro Guillier, del Gobierno y de la proyección en su carrera política. Respecto a los aprendizajes que le dejó la campaña presidencial, la ex candidata se refiere a la élite política de Chile, "hay que romper con el club de la política y creo que es una conversación que está muy presente hoy día a propósito del mérito y de quién se esfuerza y quién no se esfuerza". "Creo que hoy día en Chile funcionamos como en clubes cerrados. (...) Hay un club de la política, que son principalmente hombres, vienen de los mismos colegios, de las mismas universidades y creo que yo rompí con eso", indica. La ex candidata destaca el rol que ejerció al haber cambiado el prototipo de político que, según ella, existe en el país, "yo vengo de regiones, estudié en otra de las universidades, no estudié en los colegios clásicos, entonces eso hace que se rompa ese círculo". "Y yo sentí esa incomodidad todo el tiempo que fui candidata entonces creo que para mí eso dio algo yo voy a conversar, (...) es decirle a la gente, 'mira la política no es de un club, la política es de nosotros, nadie nos puede quitar nuestra capacidad de tomar decisiones'", agrega la comunicadora. Por otra parte, respecto a las próximas elecciones presidenciales de 2021, la frenteamplista no descarta la posibilidad de ser nuevamente la candidata de su coalición. "Esa no es una decisión que yo haya tomado y quiero decirte bien sinceramente, porque creo que (...) este 2018 ha sido para mí un año de ir digiriendo todo lo que pasó en 2017. Yo no soy de procesos inmediatos, necesito tomar distancia, necesito conversar las cosas, a mí no me hace mucho sentido esto de ser la candidata eterna", manifiesta Sánchez. Para finalizar, la ex candidata anuncia que se dedicará a la política, "quiero quedarme en esto, aunque sea rudo, aunque sea pesado, aunque eche mucho de menos mi pega".

Me parece que el gran error hoy de quienes ven a BEA y similares como un gran movimiento emergente es pensar que tuvieron alta votación por sus propios méritos o ideas. Eso es peligroso primero, y ridículo después.

Todo el mundo vio que tenía solo dos ideas base. Más impuestos a los ricos e igualdad feminista. Punto. No era capaz de debatir ideas con gente relativamente competente en el bando opuesto.

La única razón por la cual recibió tanta votación era porque estaba fuera del círculo político. En eso reconoce el fenómeno relativamente ella misma en la entrevista. Por eso salió Trump en USA. Y Ocasio-Cortez, que debe ser lo más incompetente para un cargo público de representación que se haya visto por esos lados, al menos desde Bush Jr. Y en muchos otros lugares está ocurriendo el mismo fenómeno de borrar del mapa a los políticos tradicionales, y quien coloque en su campaña eso como guía de seguro gana o se transforma en un referente.

Esa es la ola que cabalgaron BEA, Boris y Jackson. Hay que ver si en las próximas elecciones mantienen esa votación dado que se han politizado mucho, especialmente los últimos dos.

Mi apuesta personal es que si J.A. Kast se presenta a candidato, va a dar una sorpresa épica. Es inteligente, mesurado, debate bien y en general no existen rivales en la izquierda para enfrentarlo sin caer en histerismos o ataques personales que no caen muy bien. Y tiene una agenda lógica que resuena con una gran proporción de los chilenos, en la parte práctica. A nadie, o muy pocos les interesa a esta altura si está o no a favor de un gobierno militar (o dictadura) del que no participó porque era un niño. O el debate sobre ideologías de género que afectan al 0, nada porciento de la población. Es un debate que le gusta a la izquierda extrema, pero que cada vez parece más oportunista y sin sentido. Igual que la de los DDHH en pleno estado de derecho desde hace 28 años. Es como que los alemanes hubiesen estado discutiendo de Hitler en los 90’s, no como historia sino como factor político activo. Ridículo.

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