El presidente ha manifestado preocupación por las nubes que se avistan en el horizonte económico. Zalamerías aparte del FMI, realmente estamos preparados para una crisis de crédito? o para una crisis monetaria? ambas?
En términos económicos, nuestro país mantiene una deuda combinada pública de 9%, lo que es muy manejable y está entre las menores del mundo, incluso con la carga de reconstrucción post terremoto. Nuestras reservas monetarias son del orden de 20 USD billones, tenemos una economía de exportación de minería y alimentos, aunque nuestro sector retail o de consumo interno ha incrementado sustancialmente su participación en los últimos años, debilitando la situación privada al ser este consumo en gran proporción vía deuda.
Siendo la situación actual de Chile una privilegiada en términos comparativos, cuales son los mayores problemas que podría traer una crisis de crédito?
La banca chilena está adecuadamente expuesta a los riesgos, existiendo algunos bancos extranjeros extremadamente más expuestos a instrumentos riesgosos (los españoles), sin embargo aún dentro de parámetros conservadores respecto del resto del mundo. Considerando esto, una crisis de crédito podría provocar una deflación en las casas matrices de éstos bancos, perdiendo capitalización algunos bancos de origen extranjero al ser parte de sus capitales probablemente participaciones en la matriz. Esto tal vez provocaría una contracción del circulante, que detonaría en un retiro de instrumentos de riesgo para capitalizar y mantener en caja, provocando una caída abrupta de la bolsa chilena potenciando el efecto desde el exterior. Sin embargo en términos de sistema monetario, se mantendría funcional en un ambiente recesivo deflacionario en términos de circulante y de mercado de trabajo. En este ambiente deflacionario externo, el USD mantiene su estatus de reserva e incluso se revaloriza, bajando los precios de los commodities. En este punto, el banco central chileno no tiene demasiado trabajo, sólo tiene que subir algo las tasas de interés de referencia para atraer capitales extranjeros gracias a la diferencia del costo del dinero entre Europa y USSA respecto de las tasas internas. Pero como la guía para estropear las economías de los bancos centrales del mundo indican que para reactivar una economía hay que bajar las tasas de interés, muy probablemente Chile cometería el mismo error que Japón en los 90’s bajo este escenario, desencadenando un periodo deflacionario que puede durar décadas.
En una crisis monetaria por otro lado, al perder el USD rápidamente su valor como divisa de reserva debido probablemente a la impresión cada vez mayor de la FED gracias al cada vez más glotón gobierno Federal, los precios de los commodities en su conjunto subirían reflejando una inflación generalizada debido a la pérdida de poder adquisitivo del USD y no a una situación de oferta y demanda (que nunca se producen en todo el espectro económico). El efecto deflacionario en el CLP de los USD adicionales ingresados por ventas pueden ser anulados hasta cierto punto por el banco central chileno mediante procesos de esterilización vía compra de bonos locales (del tesoro en particular) anulando el efecto deflacionario sobre el peso de una entrada mayor de divisas al inyectar más pesos al sistema local, aún cuando al hacer esto puede producirse una inflación interna incontrolable dependiendo de la pérdida de poder adquisitivo del USD a nivel mundial. En este ambiente, un aumento de tasas de referencia solo provocaría un ingreso adicional de USD, al ser muy atractivo endeudarse en Confetti al 0% de interés en USSA e invertir en activos en Chile. Pero como el libro de instrucciones de los bancos centrales dice que para frenar la inflación hay que subir las tasas, eso es lo que harán los chicos del central chileno, así es que muy probablemente la combinación de ingresos de capitales de inversión (sobre los que no tiene control el banco central a menos que se establezcan controles de capital) debido a una tasa mayor de referencia más el ingreso de las ventas en más pesos x USD gracias a las esterilizaciones para frenar la revaluación del peso aumentando y traspasando el efecto inflacionario del USD a la economía chilena bajo la premisa de mantener la competitividad de las exportaciones ( AKA la muy antigua guerra de divisas) provocará una espiral inflacionaria que dependiendo del USD, puede terminar en una Hiperinflación. En este caso la única protección del gobierno chileno es no intervenir en el cambio y dejar que el peso chileno se aprecie, y ya que no contamos con estatus de activo refugio para el peso es dudable que fluya un exceso de capitales adicionales a las operaciones normales de comercio, y manteniendo una tasa relativamente baja, frenaría el interés en el ingreso de capitales para inversión (evitaría el carry trade, que liquidó a la economía japonesa por el efecto contrario de sacar yenes del país). En resumen, vamos a salir extremadamente magullados de una crisis mundial independiente de las acciones del gobierno y banco central, pero dependerá de ellos el si solo son magulladuras o realmente una catástrofe de proporciones tomando o no las medidas adecuadas en el mercado de dinero. Por cierto, sería bastante urgente que compraran oro físico como casi todos los bancos centrales mayores del mundo lo están haciendo ahora, solo en caso de una conversión a un mini estándar oro que nos dejaría en una posición muy desfavorable para el comercio mundial hoy, con las miserables reservas de la bárbara, tradicional y transitoria reliquia con las que actualmente cuenta el gobierno de Chile.
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