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El 80,2% de los chilenos de más de 18 años (10.875.906 personas) son sedentarios según la Encuesta Nacional de Hábitos de Actividad Física y Deportes (2015) del Ministerio del Deporte (Mindep). Hacen menos de 30 minutos de ejercicios físico intenso tres veces por semana. La principal razón esgrimida es “falta de tiempo”.
De este 80,2%, 2.834.245 personas son, además, inactivos que nunca han practicado actividad física ni deportes y peor aún, no desean o no les interesa hacerlo.
Para la ministra del Deporte, Natalia Riffo, es un grupo duro y representa una situación más grave ya que “no tienen motivación, ni hábito, ni adherencia”. Por lo mismo, dice, es necesario hacer un trabajo intersectorial con Salud para mostrar los beneficios de la actividad física y con Vivienda y municipios para crear más espacios públicos para ue las personas puedan ejercitarse.
Riffo también destaca que trabajan en planes regionales para potenciar la actividad física atendiendo las características climáticas, geográficas y culturales a lo largo del país.
Según Sandra Mahecha, deportóloga de Clínica Meds, es probable que estos casi tres millones de personas crean que ser “físicamente activos” es “hacer deporte o ir a un gimnasio, salir a trotar y vestirse de buzo y zapatillas”. A su juicio, se debe romper con el mito: “Ser activo es salir a caminar, a pasear con el perro, jugar en la plaza con los nietos. Es realizar ejercicios de flexibilidad, fuerza y equilibrio y eso se puede hacer sin ir a un gimnasio, puede ser en una plaza con juegos, en un mall si camina rápido y no vitrineando”, dice la experta.
El problema del sedentarismo es transversal agrega. Tanto que las recomendaciones han cambiado. “Si antes un adulto debía realizar actividad física 20 minutos al día, tres veces a la semana, hoy se recomienda al menos media hora cinco veces a la semana. Es lo mínimo para mantenerse saludable, ni siquiera es para bajar de peso”.
Si la excusa es la falta de tiempo, Mahecha recomienda distribuirlo 15 minutos en la mañana y otros 15 en la tarde. “Basta caminar rápido por 10 minutos tres veces al día todos los días. Las reuniones de trabajo o hablar por celular se pueden hacer caminando, dejar el auto más lejos, subir tres pisos varias veces al día, bajarse una estación del metro antes”, insiste.
¿Cómo saber si la caminata es efectiva? “El ritmo debe aumentar temperatura, frecuencia cardiaca y respiratoria”.
Niños y adolescentes
Los menores de 18 tampoco lo hacen mejor. Si la recomendación dice una hora de actividad física al menos cinco veces a la semana, un estudio de 2010 señalaba que en el caso de las niñas, sólo lo hacían un día, y los niños, dos días a la semana.
El Simce de Educación Física que se aplica en octavo básico, no mejora el panorama: en promedio, el 74% de los alumnos necesita mejorar su fuerza muscular, 66% su flexibilidad y 70% su capacidad aeróbica.
Niños y adolescentes deben realizar actividad física de moderada a intensa una hora al día, todos los días, como mínimo para ser saludables física, sicológica y cognitivamente.
Marioly Solís, profesora de Educación Física de Clínica Meds, dice que lo fundamental para acabar con el sedentarismo en niños es la motivación y el juego. Ayuda a la adherencia en el tiempo. “Hay que orientarlos a actividades que sean de su agrado y fortalecer su autoestima y considerar que los niños con sobrepeso y obesos no tienen las capacidades físicas de sus pares por lo que el nivel de actividad debe ser acorde a ellos para que experimenten sensación de éxito”, señala.
Se pueden usar sus propios aparatos tecnológicos. Que sigan en su celular, por ejemplo, una coreografía de un cantante, o videojuegos de bailes. Lo importante, dice, es no olvidar que el mejor ejercicio es el que se hace.
Como lectura de un fin de semana de espantoso frio donde lo más probable es que la motivación vaya más por el lado de quedarse en casa viendo la versión extendida de Batman vs Superman y la final de la eurocopa con una conveniente tasa de chocolate caliente, tal vez vale la pena recordar algunas cosas respecto de la actividad física que no abordan estos mini reportajes.
Previo a los 70’s, a nadie se le habría ocurrido pensar sistemáticamente en hacer ejercicios o ir a gimnasios, menos hacer jogging, o running, o crossfit, o whatever…
Ni tampoco contar calorías.
Menos para combatir la obesidad.
Tampoco se menciona que, dado que estamos hablando de Batman vs Superman, en el combate contra la obesidad y enfermedades asociadas (correcta o incorrectamente), la alimentación es Batman, el ejercicio sería el equivalente de Robin…
Ya sabemos como resultan los Shcumaherianos desastres cuando se le da la misma importancia a ambos.
Dar la misma importancia al ejercicio que a la alimentación es una tontería y un desgaste innecesario.
El organismo humano es una máquina adaptativa y compensatoria. Como muestra, un botón…
No es calorías que entran menos calorías que salen citando la famosa ley de la termodinámica para parecer doctos. No funciona de esa manera. Porque lo que ingresa en calorías no es variable independiente de lo que sale. Son MUY dependientes. Por eso un régimen de hambre continuo detona que el organismo encienda todas las alarmas y baje el consumo de energía. Y al revés, cuando se consume mucha más comida de la habitual, el organismo trata por todos los medios de deshacerse del excedente de energía, en la forma de activar todas las funciones del organismo a plena capacidad. Cuando el organismo tiene el tiempo de acostumbrarse a un nuevo escenario se adapta. Por eso las dietas no funcionan. Ni tampoco el ejercicio regular, como método de baja de peso. Es cosa de preguntarles a los hamster de gimnasios que están horas trotando, o haciendo spinning, o elíptica, y comen lechugas todo el día, y la verdad no se ve un gran progreso…no al nivel de ese sacrificio al menos, y en la mayoría de los casos, ninguno en absoluto. El famoso “plateau”…
Cuantos años o décadas son necesarios para que dejemos de atacar un problema que se vuelve cada vez más grave con las mismas soluciones que no han funcionado, básicamente, nunca??…
…Aplicando la Eisnteniana definición de estupidez…
Sin considerar la enorme maquinaria comercial que mueve el fitness, y los suplementos alimenticios, como para cuestionar si es en el mejor interés de la sociedad y clientes lo que promueven estas empresas y los estudios que financian.
Por cierto. El deporte es espectacular como recreación. Para formar carácter y como complemento a una vida sana y plena. Eso es innegable. Asignarle la misma importancia que la alimentación en el combate contra la plaga de salud pública del siglo XXI es el real problema.
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