12 agosto, 2017

Explosivo aumento en Chile de divorcios en matrimonios que duran cinco años o menos


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@emol

SANTIAGO.- Aunque la cifra general de divorcios se ha mantenido relativamente estable en el país en los últimos años (en torno a 50 mil al año), hay un fenómeno que llama la atención: Hay un aumento sostenido en el número de parejas que se divorcian luego de estar pocos años casadas. Así lo muestran los datos del Registro Civil –a los que accedió en exclusiva Emol–, que indican que en la última década el número de divorcios en matrimonios que han durado 5 años o menos aumentaron en un 525%, pasando de ser 578 en 2006 a 3.035 en 2016. En el mismo periodo, la cifra total de divorcios en Chile también aumentó, aunque lo hizo a un ritmo menor (381%). Y si sólo se considera de 2009 a la fecha –tiempo en que el número total de divorcios descendió levemente (en un 9%)–, la cantidad de separaciones en parejas con 5 o menos años de matrimonio igualmente creció, en casi un 50%. 10 parejas se divorciaron en 2016 antes de cumplir un año de matrimonio En 2016 incluso hubo diez casos de matrimonios que se divorciaron tras estar menos de doce meses casados. En 2006 no se registró ninguno. En tanto, hubo 99 parejas que se separaron luego de durar entre uno y dos años en matrimonio, cuando hace una década sólo fueron 15. El año 22 de matrimonio sería el más "crítico" Pese a este fenómeno, el grueso de los divorcios en Chile en 2016 correspondió a parejas que estuvieron casadas entre 15 y 30 años, siendo casi la mitad de todos los casos. Y el año 22 de matrimonio resultó ser el más "crítico", ya que hubo más parejas que se separaron al cumplir ese número de años casados. Pero también hay casos en el otro extremo, ya que hay parejas que se separaron luego de muchas décadas de matrimonio. Así, en 2016 hubo 70 parejas que se divorciaron tras estar casadas más de 60 años. E incluso hubo una pareja que se separó tras cumplir 75 años de matrimonio. ¿Por qué hay más matrimonios que duran pocos años? Según indica el Dr. Juan Yáñez, director de la Clínica de Atención Psicológica de la U. de Chile y experto en terapia de parejas, esto se debe, en parte, a que "hoy las parejas se organizan de una manera bastante más superficial y los valores que a veces las juntan son transitorios y no permanentes y, cambiando el valor, puede cambiar la posibilidad de estar juntos". "Sienten afinidad y a veces se casan con cierta precipitación, en la fase de delirio, donde está muy metida la fantasía, la pasión, la impulsividad, y después se dan cuenta que era una locura, y como está la posibilidad de sincerar esto, con este dispositivo del divorcio, se pueden separar al año siguiente. Y se ve un poco raro, pero no terrible", señala. Esto a diferencia de lo que ocurría hace unos años, en que el matrimonio "era mucho más pensado y había muchos más pasos previos". Dice que los divorcios tempranos también hoy se ven facilitados por que en la generación actual el divorcio "ya no es tan tabú" y está socialmente más aceptado, entre otras cosas, porque "hay muchos hijos de padres separados". "En el imaginario de la juventud actual, la gente se puede separar y tener una oportunidad con otra pareja, y los hijos no se ven tan afectados si la pareja se separa bien. Hay mucha más claridad y transparencia en el tema de la pareja", señala. Cristián Parker, Doctor en Sociología de la U. de Santiago, agrega que hoy "los jóvenes están casándose en condiciones de mucha mayor exigencia y estrés, por las condiciones laborales y la competitividad. Es una juventud mucho más pragmática, que piensa más en acumular bienestar, bienes, buenas pegas", lo cual "atenta contra el matrimonio, porque la relación se ve sobreexigida". "El nivel de estrés y de exigencia es mucho mayor y la relación no resiste y se va al tacho". A eso agrega que hoy existe el fenómeno de la "post adolescencia", que ha extendido la juventud hasta más tarde, y "hay gente con 25 años o más y todavía tiene muchos rasgos adolescentes". Esto repercutiría en que "los jóvenes llegan con menor madurez al matrimonio" y "la alternativa de divorciarse tiene mayores ventajas que la alternativa de tratar de salvar el matrimonio". ¿Y es mejor separarse al comienzo? El Dr. Juan Yáñez dice que ante una crisis el consejo es siempre "jugarse todas las posibilidades" para componer la relación, incluyendo terapia de pareja, la cual –asegura– tienen buen pronóstico. "Debieran hacer un esfuerzo y quedar con la sensación de que hicieron todo lo posible por resolver el tema", señala. Sin embargo, si eso no resulta, dice que "es preferible no mantener una situación de falsa armonía" y que es mejor separase a los dos años de matrimonio que a los 25. En ese sentido, Parker agrega que, en general, cuando se produce un divorcio después de pocos años de matrimonio "es mucho más fácil dar vuelta la página y rehacer la vida".

Probablemente debemos agradecer a Disney y Hollywood en general por promover estereotipos irreales de parejas que tienen la misma joven edad, algo así como 18 años para no infringir las leyes de menores en relaciones sentimentales, y que son las versiones animadas de Thor y la Mujer Maravilla, o cualquier variante heroica de los universos Marvel O DC donde todas y todos creen que tienen el derecho de contar con uno de los dos en su vida porque se lo merecen, solo por existir independiente de lo que cada uno pueda ofrecer.

Y por supuesto viviendo en duplexs en el centro de París o Nueva York con al parecer infinitos recursos provenientes de cualquier trabajo trivial que no pagaría ni una pieza en la periferia.

Solía pasar en tiempos pre Hollywood que una mujer se casaba con alguien lo suficientemente solvente como para presentar un patrimonio razonable que permitiera una vida confortable de la esposa y los futuros hijos. Y eso significaba que los matrimonios eran entre mujeres jóvenes y fértiles (20’s) y hombres consolidados económicamente, lo que suele suceder en los 30’s y 40´s.

Lógicamente si los matrimonios se producen entre dos personas que recién están entrando a la vida independiente y no han forjado la fortaleza de carácter necesaria para mantener una relación, particularmente en esta generación que cree tiene derecho a la gratificación instantánea sin ningún esfuerzo, el resultado sería el presentado en el reportaje.

Y no va a mejorar antes de que empeore ostensiblemente, como en Japón muy marcadamente, o en Europa aún en gestación de una catástrofe demográfica.

Es culpa de los niños y jóvenes??

Claro que no.

Si los bombardean desde todos los lugares con idioteces sin ningún chequeo y balance desde el hogar o los colegios, donde les aceptan todo porque si no arriesgan demandas, por supuesto que se creamos una generación de personas que no son capaces de realizar el menor esfuerzo por perseverar en nada, menos en una relación.

Lo bueno de todo esto??

Un niño o niña criada con valores y ética de trabajo y fortaleza de carácter se desayuna a los hipster o emo´s y su entorno en cualquier circunstancia. Si no vamos a poder mejorar los problemas de la sociedad, al menos que nuestros hijos tomen una posición de ventaja.

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1 comentario:

  1. Hablando de mi generación, a nuestros padres bastó con enseñarle a sus hijos que un viaje no es una inversión, si no que un gasto. Ahí tienen una posición de ventaja con respecto al 50%.

    Y si además les enseñaron a no gastar más de lo que ganan, estan en ventaja con respecto al 80% de su generación. Sólo por no haberse endeudado para consumir.

    Y si aprendieron a postergar el consumo para invertir, ya la ventaja es con respecto al 99% de la generación.

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