15 noviembre, 2021

Columna de Sebastián Edwards: Pensiones y Boric, respuestas antiguas para un problema recurrente

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@latercera

Las pensiones están en el centro de la campaña presidencial y de los debates de la Convención Constitucional. Candidatos y convencionales prometen terminar con los abusos y las malas pensiones, eliminar las AFP e introducir solidaridad de todo tipo. Pero, si uno escarba y usa una perspectiva histórica encontrará que los “grandes” cambios propuestos tienen muy poco de novedosos. Con escasas excepciones – la más importante es la pensión básica universal (PBU)-, son ideas que han estado dando vueltas por años, muchas de ellas malas.

En marzo 1970, a pocos meses de la elección presidencial en la que triunfaría el doctor Salvador Allende, la prestigiosa revista Panorama Económico dedicó un número completo a la reforma de pensiones. El artículo principal se titulaba “Crisis pensional ad portas”, y explicaba que el sistema imperante era injusto, regresivo, ineficiente, repleto de corrupción y estaba completamente desfinanciado. El resto de los textos revisaban las reformas propuestas por los distintos sectores políticos, incluyendo la CUT.

Un breve barrido histórico: La primera ley de seguridad social, ley que incluía un breve acápite sobre pensiones, fue promulgada por el presidente Arturo Alessandri, el 8 de septiembre de 1924, y fue revisada por medio del Decreto 34 de marzo de 1926. En agosto de 1952 se aprobó la Ley 10383 sobre el “Seguro Obligatorio”, la que en 1968 fue modificada por medio del DFL 163.

Estos cuerpos legales introdujeron un sistema obligatorio que pagaba pésimas pensiones y era enormemente caro de administrar. Ya en los años 50 la Misión Klein-Saks, conformada por “sabios” internacionales, apuntó que una de las principales causas de la inflación en Chile era el financiamiento inorgánico del sistema de pensiones, sistema que discriminaba entre obreros y empleados. Éstos, a su vez, tenían distinto trato dependiendo de quién era su empleador.

Para acceder a una pensión, un obrero tenía que tener 65 años de edad y haber contribuido al sistema durante 800 semanas, es decir más de 15 años. Además, tenía que tener una densidad de contribuciones de a lo menos 50% (Artículo 37, Ley 10383). Vale decir, de acuerdo a estas reglas, cerca de 40% de los actuales pensionados recibirían una pensión contributiva idénticamente igual a cero. En contraste, algunos empleados se jubilaban con el 100% del salario después de tan solo 15 años de contribuciones. Es interesante notar que a fines de los años 50 la esperanza de vida de los varones era de 55 años; hoy es de casi 80 años.

Paradojalmente, de todas las propuestas de reforma que hay sobre la mesa, la menos novedosa es la de Gabriel Boric. Además de la ya mencionada PBU, componente que proponen todos los candidatos, la propuesta de Boric es sumar dos sistemas: uno de reparto, financiado con contribuciones del 6%, y uno de ahorro colectivo financiado con contribuciones del 12% del salario imponible.

Desde luego, un sistema de reparto no tiene ninguna novedad. Es volver a ese pasado que ya en 1970 todos los partidos políticos querían corregir. En el programa de Boric este componente de reparto financiaría las transferencias “solidarias” inter e intra generación. Vale decir, no es otra cosa que un impuesto al trabajo aparejado de una vaga promesa de una prestación en el futuro. La promesa es vaga porque la demografía le juega seriamente en contra. Cada vez habrá menos trabajadores activos pagando ese 6%, en relación a los pensionados. Es decir, o las pensiones financiadas por este mecanismo caerán cada año, o el sistema se desfinanciará enormemente.

El segundo componente del plan Boric es un ahorro colectivo con cuentas nocionales. Las contribuciones de todos los trabajadores se juntan en una gran masa, la que es invertida, por un ente monopólico y estatal, en instrumentos financieros. A cada persona le anotan, nocionalmente, su aporte, y la pensión que recibirán tendrá relación con lo aportado y con la rentabilidad del fondo colectivo. Esta idea tampoco es novedosa. Lo paradojal es que este era el modelo favorito de los altos oficiales del Ejército durante la dictadura. Para ellos la idea de cuentas individuales administradas por organizaciones privadas de giro único, que competían entre sí, era “peligrosa”. Los fondos acumulados llegarían a ser cuantiosos y serían una especie de “botín”, por lo que preferían que esa función la cumpliera un organismo estatal y monopólico, supervisado por la contraloría y por la burocracia de turno.

Pero el problema más serio es que es altamente probable que este monopolio estatal propuesto por Boric maneje los fondos de manera menos eficiente que las entidades privadas que compiten entre sí, lo que resultaría en menores retornos, menores acumulaciones y, eventualmente, menores pensiones.

Entre las propuestas de los candidatos, la más atractiva es la de Sebastián Sichel. Una PBU, mayores contribuciones, y mayor competencia entre las administradoras, incluyendo una administradora estatal. Como dijo Mao, que “florezcan 100 flores”, que compitan 100 entidades y que sean los trabajadores los que decidan a quién quieren confiarles sus ahorros para la vejez.


Ya discutido en el programa de Boric, con cuentas nocionales y todo. Interesante la referencia a que los oficiales entendían que una acumulación de fondos llegaría a ser un botín.

Y efectivamente, en teoría, el programa de Sichel es mejor en manejar la amenaza vista por los oficiales en el entendido que atomiza tanto el mercado que sería casi imposible que se convirtiera en un botín factible de saquear en términos operacionales.

Pero como eficiencia de gestión y administración, no lo es. Lo más eficiente sería un fondo único con tramos definidos por consultores institucionales y licitado en tramos por activos y cantidad de capital manejado a gestores privados. Las AFP´s hoy en día son generalistas, en el entendido que están atrapadas por las normas de inversión colocadas por las super y el central sobre todas las clases de activos sobre los que finalmente tienen muy poca capacidad de movimiento e innovación, que no es en esencia malo para un fondo de pensiones, pero el desempeño podría mejorar si traes a los mejores gestores por clase de activo. Muy similar al fondo Noruego de pensiones, que es el mayor del mundo.

Pero no hay nada que hacer si tenemos políticos retardados (o corruptos, o ambos) que quieren saquearlos. O peor aún, repartirlos antes de que cumplan el objetivo que es ir a pensiones. Una de las razones del éxito del fondo Noruego es que el compromiso de los políticos es transversal al hecho de no tocarlos para nada que no sean pensiones planificadas salvo cierto margen de acción sobre un porcentaje de la utilidades anuales, pero JAMÁS contra el capital. Por eso el voto para cambiar algo relacionado a las pensiones debería ser de 80%. No 3/5 o 2/3.

Porque siempre van a existir pendejos chukys revolucionarios de parrilla que piensan que el dinero crece en los árboles y que financiar 20 o 30 años de sabático a full sueldo o como montos “dignos”, que es lo que finalmente es la jubilación, un sabático sin generar ingresos, tiene que ser un derecho y no un objetivo multi dimensional, entre ellos el que se generen mejores trabajos y mayor densidad de ahorro.

O políticos que solo están interesados en acumular poder a costa de lo que sea. Incluso de arruinar el mercado de capitales de un país y las posibilidades futuras de acceder a ellos para una generación completa. Imprimir artículo

3 comentarios:

  1. Yo pensaba que Parisi proponía lo mismo que Boric, pero no, simplemente pretende construir otro sistema de pensiones como el canadiense 6% a cuenta individual, y 10% a ahorro colectivo(segun dice su asesor cuentas nocionales) pero aún así administradas por las AFP. https://www.youtube.com/watch?v=0eQY4Sb6ooA

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  2. para boric es facil. su aporte al fondo comun seria de 0,025% de su sueldo de 8 MM. En cambio para alguien que gana 2 MM, seria el 10% del tope imponible. Por eso es facil proponer webadas!!! porque el weon no trabaja, gana plata como perro y propone imbecilidades.

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  3. https://www.emol.com/noticias/Economia/2021/11/15/1038460/daza-por-imagen-de-chile.html

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