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Lejano a estas alturas se ve el 4,9% que se proyectó en octubre de 2013 que crecería la economía este año. Es que en 2014 la desaceleración se tomó el escenario y con intensidad. Tanto es así que poco duró la estimación de 3,2% que hizo el nuevo gobierno en julio y, por lo mismo, no extrañó que ayer el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, recortara el número a 2,1%, en línea con lo previsto por el mercado.
El marco para el sinceramiento fue la presentación del Estado de la Hacienda Pública 2014 que hizo el personero ante la Comisión Especial Mixta de Presupuestos, paso que dio inicio a la discusión de la Ley de Presupuestos 2015.
Para el próximo año, Arenas anticipó un repunte del crecimiento de 3,6%, con una demanda interna de 3,9%. Para 2016, en tanto, prevé que la actividad recuperará su nivel potencial (4,3%).
Según detalló el ministro, la desaceleración por la que atraviesa la actividad se explica “en gran parte por factores externos, como el fin del ciclo de altos precios del cobre, lo que ha reducido los términos de intercambio y ha frenado la inversión”, indicó. A ello “se suma el retiro de estímulo monetario en Estados Unidos, lo que ha elevado las tasas de interés de largo plazo, encareciendo el costo de financiamiento externo”, dijo.
Arenas explicó, además, los factores internos que le han restado dinamismo a la economía, donde destacó “los altos precios de energía que han enfrentado las empresas desde hace varios años, con el consiguiente aumento de sus costos y las dificultades para la materialización de nuevos proyectos de inversión, principalmente, en energía y minería y el estancamiento de la productividad que se observa desde mediados de la década pasada”.
El Estado de la Hacienda pública reconoce también que el debate de la reforma tributaria “pudo haber generado un ambiente de mayor incertidumbre en los agentes económicos durante el segundo trimestre, sin embargo, el acuerdo que se llegó sobre el proyecto y su aprobación disiparon esa incertidumbre al dar certeza sobre el sistema que regirá”.
Para el año en curso, las proyecciones de la Dirección de Presupuestos auguran que el gasto público crecerá en torno a 6,4% en términos reales, en tanto, los ingresos fiscales lo harán en 0,5%.
“En el caso de los ingresos, se considera la evolución esperada para el PIB y la demanda interna en lo que resta del año, más el incremento de la reforma tributaria, del orden de US$ 750 millones.
Con ello, se espera que en 2014 se alcance un déficit efectivo del orden de 1,8% del PIB y un déficit estructural de 0,9% del PIB”, se desprende del informe.
Perspectivas para el próximo año
A propósito de las cifras de PIB previstas para el próximo año y el repunte hacia un crecimiento potencial en 2016, Arenas argumentó que “esta proyección se basa en una serie de factores, como la credibilidad del Banco Central, que ha permitido implementar una política monetaria expansiva, traspasándose a tasas de mercado”. Este hecho, añadió, “tendrá un impacto en las decisiones de inversión y consumo lo que incidirá en una gradual recuperación de la demanda interna”.
El jefe de las finanzas públicas también destacó el impulso fiscal que contiene el Presupuesto 2015, el cual permitirá que la economía logre crecer 3,6%.
“Este plan contempla un esfuerzo adicional en los últimos meses del año para garantizar la ejecución plena del gasto público durante este período con un fuerte énfasis en la inversión pública. Se espera que este año el gasto público crezca 6,4% real con un déficit estructural de 0,9%”.
Destacó que el Presupuesto 2015 considera una política fiscal con un claro carácter contracíclico: el déficit estructural aumentará a 1,1%, lo que sumado a los US$ 2.300 millones de la reforma tributaria permitirá que el gasto público crezca 9,8%.
“La política fiscal el próximo año tendrá un claro sello reactivador”, reafirmó Arenas. Y, en seguida, explicó: “Si bien está contemplado disminuir paulatinamente el déficit estructural, el escenario de desaceleración económica que estamos enfrentando exige al gobierno realizar un esfuerzo adicional de estímulo a la economía, por lo que en concreto la decisión política fiscal adoptada en el marco del Presupuesto 2015, es retrasar hasta 2016 el inicio del proceso de convergencia del déficit estructural”.
Pero junto con explicitar la postergación del inicio de la convergencia hacia el balance estructural, el ministerio de Hacienda detalló ayer el ritmo al cual se avanzará hacia el referido compromiso en los años venideros.
Es así como el déficit fiscal evolucionará desde un nivel previsto de 1,1% del PIB para el próximo año hacia uno de -0,8% en el ejercicio de 2016. De acuerdo a la programación, en 2017 se ubicará en -0,4% del Producto y, finalmente, se logrará el balance estructural hacia el año 2018.
Deuda pública alcanzará 14,9% del PIB en 2014
La presentación del Estado de la Hacienda pública incluyó ayer las proyecciones que el Ejecutivo tiene para los fondos soberanos.
De acuerdo a la estimación, el gobierno central tendrá activos financieros por 11,3% del PIB. La mayor parte de estos recursos, según la cartera que lidera Alberto Arenas, se encuentran invertidos en los fondos soberanos, que se desglosan en el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) y el Fondo de Reserva de Pensiones (FRP) y en otros activos del Tesoro Público, incluyendo el Fondo para la Educación. También Hacienda proyecta que a fines de 2014, la deuda pública tanto interna como externa alcanzará 14,9% del PIB. De esta manera, la posición financiera neta del gobierno central consolidado rondaría -3,7% del Producto.
A agosto de 2014, el valor de mercado de los fondos alcanzaba a US$ 23.644 millones, de los cuales
US$ 15.395 millones correspondían al FEES y US$ 8. 249 millones al FRP.
Desde su inicio, el primero ha recibido aportes por US$ 21.766 millones y se han efectuado retiros por US$ 9.927 millones. Del total de retiros, US$ 9.278 millones fueron usados en 2009 para financiar el plan de estímulo fiscal y el déficit fiscal del país.
Ahora bien, a fines de agosto de 2014, las inversiones del FEES y del FRP generaron ganancias netas por US$ 3.556 millones y US$ 1.308 millones desde su creación respectivamente.
Lo anterior se ha traducido en rentabilidades anualizados en dólares de 3,6% para el FEES y de 4,8% para el FRP.
Oposición y oficialismo se enfrentan por carácter contracíclico del Presupuesto
Como era de esperar no hubo un solo punto de encuentro entre los parlamentarios de oposición y de la Nueva Mayoría a la hora de analizar el Estado de la Hacienda Pública y de las principales variables macroeconómicas.
Mientras desde el oficialismo se valoró el esfuerzo fiscal contracíclico para hacer frente al escenario de desaceleración, los legisladores de la UDI y RN criticaron el crecimiento del gasto público de 9,8%. Bajo su lógica, la desaceleración por la que atraviesa la economía no se resuelve por esa vía y peor aún afirmaron que se pone en riesgo la meta de converger a un balance estructural en 2018. Otro de los reparos que provinieron desde la oposición apuntaron a que los US$ 2.300 millones que entregó la reforma tributaria no se gasten en otras materias que no se relacionen con educación.
El senador José García Ruminot (RN) señaló que el aumento del déficit estructural para 2015 significa que "para 2018 se tendrá que hacer una disminución de gasto público, cuando por otro lado nos están anunciando una cantidad enorme de iniciativas que requerirán gasto público". Así, argumentó, "hay una enorme inconsistencia en lo que el ministro plantea al país".
Y sobre la intención del gobierno de ir hacia un balance estructural, se preguntó: "¿Alguien cree que eso va a ocurrir en 2017 y 2018 teniendo años electorales? Lo que hacemos es presionar el gasto público hasta que llegar a un minuto donde no puede financiarlo y ese camino es equivocado y le hace daño al país".
Mientras que Juan Antonio Coloma (UDI) aseveró que "el frenazo económico es un tema político, con la serie de reformas que se quieren impulsar y no económico, ya que si alguien cree que este escenario de desaceleración se soluciona con un mayor gasto público se está equivocando en el diagnóstico, y si eso ocurre, el resultado es pésimo".
Asimismo, cuestionó que "los recursos provenientes de la reforma no se destinen a educación, ya que aumenta 10,2%, en línea con el presupuesto".
Desde la Nueva Mayoría, Andrés Zaldívar (DC) dijo que el Presupuesto 2015 es contracícliclo y lo es porque tiene "por objetivo revertir la desaceleración por la que atraviesa la economía, que tiene como causa principal el escenario externo. Por lo tanto, Chile tiene que asumir una política expansiva, tanto fiscal como monetaria".
El parlamentario dijo que se debe poner el énfasis en la ejecución presupuestaria, ya que "muchas veces se entregan los recursos, pero no se ejecutan".
Carlos Montes (PS) si bien compartió el énfasis contracíclico, puntualizó que estas medidas para enfrentar la contingencia deben tener iniciativas con un horizonte mayor que permitan diversificar la producción. En ese sentido, aseveró "tenemos que reforzar las bases de la estructura productiva, no sólo con mayor gasto público y gasto corriente". El senador Ricardo Lagos Weber también defendió el mayor impulso fiscal, ya que según describió el escenario externo no es "tan positivo como se prevé".
Si no son capaces de pronosticar un crecimiento a 3 meses, y corrigen por un MASIVO 1.5% de diferencia negativa, que le hace suponer a la gente que los pronósticos de los próximos años serán certeros??.
Además, este ministro miente descaradamente. Las tasas en USD siguen siendo históricamente bajas para tomar deuda. Y el costo de la energía es enorme, pero eso es un factor productivo internalizado desde hace años que no impidió el crecimiento en periodos anteriores.
La reforma tributaria, constitucional y laboral es lo que ha hecho frenar las inversiones hasta que se definan aquellas finalmente, y ver que tan malas son.
Nunca el problema son ellos. Siempre otros tienen la responsabilidad.
Esa es la gran epidemia intelectual de los políticos occidentales hoy en día, y al parecer siempre. El gobierno nunca es el responsable del estado de las cosas, salvo cuando van bien.
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Arenas es el perfecto ejemplo de lo que llamo el "caradepalismo". Estoy convencido de que los políticos adoptan esa postura frente a todo, total, la gente tiene un memoria cortísima, no hay responsabilidad civil por los daños a terceros y pega nunca va a faltar. Existe una inmunidad de facto que les permite actuar así.
ResponderEliminarDe hecho, de la misma forma que Bachelet explicaba a un candidato que "la bata blanca era grito y plata en este país", debe haber otra recomendación para dejar correr cualquier comentario o crítica y nunca sentirse aludido o responsable. Así funciona en "demotadura"...