Creo que ya había publicado alguna vez un post similar. Pero como todo evoluciona, junto con el entendimiento de algunos aspectos económicos que pude haber pasado por alto antes, va una versión mejorada para la discusión crítica de los lectores del blog.
Primer escenario…
Mad Max…
La verdad, no hay demasiado que decir de un escenario como este salvo que lo único con valor negociable sería el alimento. En esta ámbito, la confianza en cualquier instrumento monetario desaparece. Esto sucede cuando el imperio dominante cae en default de deudas, después de aplastar a todo el mundo vía persecución por impuestos, liquidando de hecho la actividad económica, para después devaluar secuencial y exponencialmente su divisa. Ejemplo, caída del imperio romano y edad media (oscura) posterior donde deja de existir el capitalismo y se pasa a un régimen de feudalismo y servidumbre.
Plan B
Aprender a cultivar y/o generar alimento en condiciones restringidas, también a usar armas de fuego y estar dispuesto a bajar considerablemente las expectativas de vida y calidad de esta.
Segundo escenario:
Mega Deflación, depresión:
Es lo que estamos experimentando leve pero crecientemente hoy en el mundo.
Cuando una economía comienza a depender de deuda pública para el mantenimiento de los aparatos de gobierno y gastos generales, particularmente las pensiones, y esta alcanza niveles no sostenibles, el primer impulso de los gobiernos es honrar la deuda, esto es, pagar a los acreedores sin una moneda devaluada. Lo que implica mayor recolección. En una economía en crecimiento esto no es problema. En una economía estancada, para recolectar cada vez más dinero, porque siempre se está jubilando gente a la que hay que reemplazar, se deben subir las tasas de impuestos. Esto frena la economía, que a su vez experimenta alzas de precios por el costo que los nuevos impuestos representan para los negocios. Cuando la persecución se hace grosera, llegan las revoluciones internas, o guerras externas.
Ejemplo. Crisis de deuda Europea en la década de los 30´s y posterior guerra mundial.
Plan B:
El efectivo es el rey. Con la salvedad siguiente. El efectivo del imperio dominante es el rey. Otra salvedad. Suele suceder que se realicen confiscaciones del efectivo o la imposición de cambiar este por la moneda local a una tasa oficial y después el gobierno procede a devaluar esa moneda contra la de reserva o del imperio dominante. Ejemplo. Confiscación del oro en USA en la década del 30 y devaluación del USD contra este, que era de hecho el estándar mundial de intercambio (no el USD hasta esa fecha). El escenario de confiscaciones de efectivo hoy es más fácil dado que el dinero es electrónico por lo tanto puede bloquearse el movimiento de las cuentas bancarias a voluntad. Entonces, el plan B debe diversificarse desde el efectivo puro a equivalentes caja o activos muy liquidables. Como acciones, valores negociables internacionales y monedas de naciones menos afectadas. Propiedades y bienes inmuebles al ser muy susceptibles de ser cargados con impuestos no son tan recomendables. Corre el viejo adagio de, si crees que tu casa es tuya, solo deja de pagar los impuestos y verás de quien es realmente.
Tercer escenario
Híper inflación
Sucede cuando un gobierno revolucionario toma el poder y por lo tanto no existe ninguna confianza en el que vaya a cumplir con sus compromisos de deuda, ni interna ni externa. Ejemplo. Alemania post primera guerra mundial con un gobierno revolucionario de tendencia comunista. Argentina 2001, 2014, Venezuela hoy.
Plan B
Deshacerse lo más rápido posible del dinero local y comprar cualquier activo disponible. En general en estos casos es bastante seguro comprar valores negociables de empresas locales, aunque hay que ser selectivo respecto de cuales han sido subvencionadas y por lo tanto en un régimen de mercado normal no son sustentables. Aquí obviamente todo sube, así es que no es un gran problema el preservar el capital salvo el ser rápido en seleccionar que se compra y ejecutar la compra. Dentro de los tres escenarios es el más benévolo debido a que la actividad económica se mantiene y solo se necesita retornar a un medio de intercambio confiable. Cuando esto no se realiza adecuadamente, puede suceder que la confianza desaparezca por generaciones enviando a la economía a una básica de trueque. Un ejemplo cercano de esto es la hiperinflación de 1973 y el posterior arribo del gobierno militar y la estabilización de la moneda, hasta 1981. Juicios de valor aparte.
Espero sea útil para los lectores, y por supuesto queda para el debate.
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Lo entretenido con la economía-ficción es que, al igual que la ciencia-ficción, está basada sobre hechos bastante reales que se extrapolan hasta los límites de la verosimilitud cuando simplemente no los superan lisa y llanamente. La deflación y la hyperinflación son temas conocidos en la historia mundial y conocemos relativamente bien sus mecanismos, al igual que los efectos de una crisis de liquidez o de una recesión prolongada. Lo desconocido sobre lo cual podemos especular ahora es que la próxima crisis se desarrollará en un contexto globalizado jamás alcanzado en la historia, con una población de más de 7 mil millones de seres humanos. O sea, no habrá refugio seguro en ninguna parte, ni físico ni financiero. Personalmente, mi guión preferido contempla la falta de confianza (por cualquier cosa) que genera la baja de los activos (panic sales) que genera la demanda por dinero efectivo que genera unos bank runs (por las reservas fraccionarias) que genera controles de capitales que traban los sistemas apalancados y provoca la implosión de los derivados y la destrucción de todos los medios de pago conocidos. Ese día la Tierra dejará de girar (juego de palabras jaja), será imposible vender, imposible comprar, imposible importar, imposible exportar, y cada ser humano se quedará con dos prioridades : tomar al menos un litro de agua potable al día y comer al menos 1500 calorías en el mejor de los casos, otros tendrán además que enfrentar temperaturas o condiciones climáticas extremas. Algunos países tendrán ley marcial y distribución de alimentos mientras que la mayoría estarán dejados a su suerte. Nadie entenderá como pudo pasar eso tan rápido ni como no podemos poner a circular otras monedas para seguir funcionando. En menos de un mes, millones habrán muerto, los políticos serán perseguidos, la infraestructura bancaria destruida, los daños serán rápidamente irreversibles ya que los seres humanos se comportarán como ratas en las grandes ciudades. Eso durará hasta alcanzar un nuevo equilibrio que bien puede ser Mad Max style. Todo eso por un solo craso error: Haber confundido dinero con valor.
ResponderEliminarLo que sucedio ayer con la histeria colectiva produxcto del rumor de desabastecimiento de bencina da cuenta de que no es loco pensar en que el castillo de naipes de desmorone de la noche a la mañana.
ResponderEliminarY los noticieros en nada ayudan, en vez de haberse dirigido a la fuente de noticias, estos periodistas de cartón se van a entrevistar a una vieja histerica que se pone a recordar y comparar con los tiempos de la Unidad Popular.
Asi como vamos...