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El nivel de morosos en Chile registró el trimestre abril-junio una disminución de 1,1% -38.378 personas menos-, según el IX Informe de Deuda Morosa a Junio 2015, que elabora la Universidad San Sebastián y Equifax.
De esta manera, según el informe, este análisis sobre los chilenos y sus morosidades en el sistema de créditos personales (Bancos, Financieras, Cajas de Compensación, Cooperativas, con tarjetas, etc.) experimentó su primera disminución desde 2012, año en que se dio a conocer el estudio por primera vez.
Las razones de la caída se encuentran en una disminución trimestral de 4,7% en los "No Beneficiados" (37.813 morosos menos) y de un 1,1% en los "Reingresados" (12.232 menos), y además hay que considerar que los "Nuevos Morosos" crecen en tan solo un 0,7%.
El "IX Informe de Deuda Morosa a Junio 2015 USS-Equifax" constató que, a pesar que la serie de tiempo aún es corta para relacionar con los ciclos económicos y del reordenamiento de las cifras luego del "Borronazo", las cifras de morosidad reflejan y consolidan la débil situación económica por la que atraviesa el país a pesar de leve mejoría en indicador general respecto de la situación registrada tres meses atrás (30 abril del 2015).
Mario Valenzuela, vicedecano de Economía y Negocios de la U. San Sebastián, contextualizó que "este descenso en la tendencia de morosidad total posiblemente refleja un mayor grado de cautela y prudencia por parte de los agentes económicos y de las personas en materia de endeudamiento, con motivo de la desaceleración de la actividad económica, debido a la repercusión que esto último tiene sobre la percepción de riesgo de pérdida de empleo, lo que finalmente rebota en la figura de la morosidad".
Mujeres vs hombres
Con respecto a los indicadores enfocado en el género femenino, en el detalle del Total de Morosos, al igual que en los "Nuevos Morosos", las mujeres representan un 51% y los hombres un 49%. Estas participaciones son muy similares a las que registran las cifras demográficas estimadas de la población (INE) en Chile.
En consecuencia, no hay evidencia que las mujeres sean peores/mejores pagadoras que los hombres, no obstante, están en posición más frágil para cumplir con sus compromisos. Cabe considerar que existe una brecha salarial del 30% en desmedro de las mujeres, quienes tienen una participación del 40% en la Fuerza de Trabajo. En contexto, las Mujeres presentan tasas de desempleo (7,4%) que suelen ser mayores que los Hombres (5,9%).
El informe a junio de 2015 registra evidencia de aceleración en morosidad de jóvenes 25-29 años, reflejado en un crecimiento del 18%, y en que las tasas de desempleo de los jóvenes presentan un mayor crecimiento en relación al resto. Y en paralelo, los adultos mayores de 70 años experimentan el mayor crecimiento anual en total de morosos (22%) alcanzando la mayor cifra de los últimos 3 años (136.545 personas), con una participación del 4%. Se aprecia en los Nuevos Morosos, los Adultos Mayores de 70 años crecen en 58% y alcanza a 73.632 personas. En este último grupo etario preocupa el crecimiento de 31% de morosos en el segmento definido como de "Muy Baja Probabilidad de Pago" (10 cuotas impagas o más).
Al referirse a los grupos que registran mayor indicador de morosidad, como el de las mujeres, Valenzuela explicó que "en las fases expansivas de los ciclos económicos suele aumentar la demanda de crédito. Por contraste, en fases de desaceleración de la actividad económica como la actual, las personas que pierden su trabajo o tienen una mayor probabilidad de perderlo, como es el caso de los jóvenes, adultos mayores y mujeres, aumenta en ellos la posibilidad de dejar de pagar sus compromisos. En el caso de las mujeres, se ven más vulnerables por su menor participación en la fuerza laboral, mayor desempleo y la brecha salarial. A modo de ejemplo, casi un 80% de quienes reciben pensión básica solidaria son mujeres".
Estos son indicadores muy importantes es términos económicos.
Cualquier descenso en la confianza impacta en los indicadores de créditos, o en este caso, morosidades.
En un ciclo económico de bajada es esperable que la gente liquide sus deudas o intente hacerlo.
Por alguna razón, las deudas son deseables o tolerables en un ciclo económico en ascenso para la gran mayoría de la gente. En uno de bajada, es visto como estar atado con cadenas a un bloque de cemento. Lo lógico es que se trate de disminuir en la medida en que la confianza en los factores económicos disminuye.
Que la gente trate de deshacerse de las deudas es la característica de un ciclo económico de bajada. En particular, de un ciclo deflacionario, al menos en lo que a cosas no básicas respecta.
La idea general es estar líquido y sin deuda en estos periodos en el caso de los negocios y empresas, porque eso permite ajustar los precios de ventas. En el caso de las personas, estar sin deudas permite igualmente disminuir los costos de vida a solo lo básico generando incluso capacidad de ahorro para tiempos de mayor restricción de ingresos. Que es lo que todo el mundo piensa en estos ciclos y es lo que refuerza el ciclo deflacionario. Es la naturaleza humana en acción.
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