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¿Se cometen más pecados en las compañías que creen que personifican la virtud ética?
La mayoría de las personas piensa que son más trabajadorea, más inteligentes y mejores conductores que el resto de la gente. También creemos que somos moralmente superiores. Un estudio realizado en 2014 reveló que hasta los presos condenados pensaban que eran moralmente superiores, no solamente en comparación con otros presos, sino con la persona promedio fuera de la cárcel.
El estudio, realizado en una prisión en el sur de Inglaterra, pidió a los reclusos que se calificaran a ellos mismos con respecto a características como la moralidad, la bondad, el autocontrol y el respeto a la ley, comparado con el preso promedio y con la persona promedio que vivía en la comunidad.
A pesar de que los convictos estaban cumpliendo sentencias por actos violentos, robo y delitos relacionados con las drogas, se calificaron a sí mismos como virtuosos. Sólo hubo una característica con respecto a la cual no pensaban que eran superiores a los no presos: respeto de la ley. En ese caso pensaban que ellos y las personas fuera de la prisión eran igualmente respetuosos de la ley.
Ahora, un nuevo estudio de la revista Social Psychological and Personality Science ha mostrado que las personas –esta vez la parte de la población que no está encarcelada– piensan que son más justas y virtuosas que la media de la población. Pero plantea una pregunta interesante: ¿Puede el sentido de superioridad moral conducir a las personas a comportarse de forma deshonesta?
Los investigadores Ben Tappin y Ryan McKay de Royal Holloway, University of London, dicen que los anteriores estudios proporcionan respuestas controvertidas con respecto al tema. Algunos estudios han encontrado que la ilusión de superioridad moral puede llevar a los individuos a comportarse mal porque, al igual que los prisioneros en el primer estudio, ellos piensan que realmente son buenas personas. Otro estudio muestra que con respecto al valor asignado a la consistencia entre creencia y comportamiento, las personas que creen que son honradas se comportan honradamente.
“Estas hipótesis serán probadas por estudios en el futuro”, asevera el informe de Royal Holloway. Sin embargo, la primera hipótesis resulta especialmente impactante ya que tal vez pudiera ayudar a explicar un enigma: ¿por qué las compañías que se consideran éticas y virtuosas realizan actividades poco virtuosas?
Los bancos HSBC y Wells Fargo, que se han metido en problemas, son buenos ejemplos. El año pasado, HSBC confesó que el escándalo de evasión de impuestos que irrumpió en su rama de banca privada en Suiza era “motivo de vergüenza”. El escándalo fue aún más llamativo porque Stephen Green, el ex jefe de HSBC, había escrito un libro titulado “Buen valor: reflexiones sobre dinero, moral y un mundo incierto”.
Wells Fargo admitió este año que su personal había intentado cumplir con sus objetivos de ventas estableciendo cuentas para clientes sin su permiso. Warren Buffett, director de Berkshire Hathaway, el principal accionista de Wells Fargo, lo describió como “un gran banco que cometió un terrible error”.
Hay varias explicaciones posibles para estas caídas en desgracia. HSBC había adquirido su banco suizo y no lo había integrado adecuadamente. Wells Fargo parecía ser un ejemplo clásico de la distorsión del comportamiento de los empleados provocada por incentivos financieros.
Pero también vale la pena considerar los estudios “mejor que el promedio” mencionados anteriormente. ¿Puede aplicarse la ilusión de superioridad moral a las organizaciones al igual que a los individuos? ¿Es posible que las compañías piensen que son tan moralmente superiores que un lapsus ocasional no tiene mucha importancia? Los investigadores de Royal Holloway afirmaron que acababan de realizar estudios al respecto. Encontraron que los grupos políticos que pensaban que eran moralmente superiores pensaban que eso justificaba su comportamiento agresivo hacia sus oponentes.
“Entre más fuerte sea la percepción de los empleados de la superioridad moral de su organización, más justificados se sentirán para comportarse de una manera poco ética, para darle una ventaja competitiva a su organización”, dijeron. “Este tipo de comportamiento puede ser percibido como una acción justificada… o hasta ética, con tal de que promueva las metas de su organización moralmente superior”.
Al intentar explicar su comportamiento, HSBC sugirió que si hubieran indagado más sobre los asuntos tributarios de sus clientes, ellos tal vez se hubieran trasladado a otro banco. Los incentivos de Wells Fargo se crearon para impulsar la apertura de nuevas cuentas, lo cual le hubiera dado una ventaja competitiva al banco.
Lo que muestran ambos casos es que la ilusión de superioridad moral puede ser peligrosa. Una compañía que cree que personifica la virtud ética puede desarrollar una ceguera cuando se trata de sus propios lapsus. Y puede comenzar a pensar que, ya que es una fuerza del bien en el mundo, todo lo que haga para progresar también debe ser bueno.
Cuando los reguladores o las personas externas no lo ven de esa manera, a menudo las instituciones y sus partidarios concluyen que sus actos inmorales son una rara desviación de la esencia bondadosa de la empresa.
Eso quizás sea cierto, pero el daño puede ser amplio y duradero. El mantenimiento de una reputación corporativa es una tarea que se debe realizar a diario, sin importar qué tan virtuoso se crea que se sea.
Súper interesante estudio.
Que finalmente cae en el lugar común de siempre. Quien tiene el poder coloca las reglas, que aplican a todos menos a el. La moralidad o la ética tiene que ver con lo funcional que sean al poder dominante, para el resto.
El suicidio es un pecado capital que te condena al infierno, porque en el momento en el que había escasez de mano de obra sirviente o esclava, la tentación de liberarse vía quitarse de la vida de las condiciones infrahumanas del momento era alta, y por ende se necesitaba quitar motivación a esto. Que mejor para eso que el declarar que si te suicidas vas a estar condenado a una eternidad de penurias.
Las leyes son funcionales al poder. Y las leyes definen lo que se considera ético y moral en un marco social.
Bastaría un pequeño colapso de la logística mundial y que quedáramos sin provisiones ni alimentos por un tiempo para ver que tan civilizados y éticos resultamos ser.
Algunas pinceladas se han visto en desastres naturales. Y eso no es nada, porque existe el soporte posterior.
El poder no corrompe. El poder lleva al estado natural de las cosas, que es el que quien tiene el poder no aplica sus propias reglas a si mismo y si a todo el resto a conveniencia.
Es como es.
Por eso tenemos que tratar de aprovechar los breves lapsos en el que el que detenta el poder tiene virtudes mayores, que en este caso sería en realidad preocuparse del bienestar de sus dirigidos y no del suyo propio exclusivamente.
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Recomiendo un video de mi compatriota Michel Collon que ilustra muy bien hasta donde llega la immoralidad (cons subtitulos en español):
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=QVJNpqXKMsA
La Economía es una rama de la Ética, por mas que suene extraño. El capitalismo va en contra de la etica, porque ser etico implica optimizar el bienestar de todos los stakeholders y no solo el socio capitalista.
ResponderEliminarPor ende es un trade off, gano un 20% de ebitda al año o soy ético y bajo mi ebitda a 10%?
Ejemplo la Banca. Claramente si los spread en vez de estar en 4% y 24%, podria ser 12% para el ahorrante y 24% para deudores.
Utilidades bajarian de 20% a 10%, pero sería una empresa
Mucho mas sustentable al largo plazo.
Quizas la Ética sea una optimización de muy largo plazo y las compañias capitalistas son cortoplacistas que arriesgan la sustentabilidad de la empresa mañana frente a una disrupción digital como sería un banco digital de usa.
Asi que mas si eres etico o inmoral, creo que la pregunta es que si eres corto placista o largo placista....