Mientras se prepara recibir a los mayores líderes mundiales en la cumbre del G20 este año, Argentina hace lo posible para dejar atrás un terremoto económico, con su moneda aún devaluada y la inflación desanclada.
No lo está logrando. Fuentes de la Casa Rosada dijeron al diario Cronista que la debacle cambiaria y la fuerte sequía harán que la economía se contraiga hasta 3% en el segundo semestre, poniendo fin a una racha de cinco períodos consecutivos de expansión. En tanto, según funcionarios consultados por Clarín, el gobierno prevé un “bajón” económico y social en agosto y octubre, que serían notablemente débiles en consumo y comercio.
Ante el creciente pesimismo, el presidente Mauricio Macri ofreció ayer una conferencia de prensa en la que reconoció que “el crecimiento con el cual veníamos va a disminuir (...) pero vamos a retomarlo el año que viene”. Agregó: “Esta tormenta no nos va a llevar a una crisis parecida a la del pasado”.
Morgan Stanley ya prevé una recesión en el segundo y tercer trimestre. Si están en lo cierto, Macri cerraría su tercer año de gestión sin grandes victorias. El crecimiento se desacelera y la inflación, el gran dolor de cabeza para el gobierno, superó en seis meses la meta para todo el año. Podría acercarse a 30% anual en diciembre, la más alta de la región tras Venezuela. Todo, mientras su antagonista, la expresidenta Cristina Fernández, mueve sus fichas para unir a la oposición y volver a la Casa Rosada. El pesimismo llega en momentos difíciles.
La decepción
El 2018 podría haber sido el año de Macri. No sólo venía fortalecido tras unas elecciones legislativas positivas para su partido: veía oportunidad de concretar sus reformas económicas y comenzar a cosechar frutos que lo ayudaran en su eventual repostulación.
Pero nada salió como se planeó. La normalización monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos encontró a Argentina con un déficit fiscal alto y las expectativas de inflación desancladas. La respuesta del mercado fue dura y el peso ha perdido más de 50% frente al dólar en lo que va del año.
La debacle cambiaria no ha terminado, pero la moneda estadounidense se ha estabilizado. Ayer, superó levemente los 28 pesos argentinos por dólar, tras fuertes intervenciones del banco central el martes. La cifra aún es alta: en mayo, la Casa Rosada acudió al Fondo Monetario Internacional cuando la moneda superaba los 23.
Así, el temor es que haya una nueva corrida que pille a la nación en aún peores condiciones. En diálogo con la Radio Nacional del país, el economista y director de EcoGo, Federico Furiase advirtió que “puede volver a haber un shock” y que “el mercado no ve que haya viabilidad para hacer el ajuste que se comprometió con el FMI”.
Las batallas son múltiples El gobierno ya cedió al negociar el reajuste salarial del sector público, que será de un 25%, diez puntos más de lo que esperaba la Casa Rosada. También prometió reforzar los subsidios que entrega el Ministerio del Trabajo y los planes alimentarios para la población más vulnerable.
La gran batalla será en septiembre, con la discusión del Presupuesto 2019, donde la Casa Rosada deberá incluir fuertes recortes de gasto.
El retorno de Cristina
Con el macrismo golpeado por la decepción en lo económico -que era su mayor argumento para convencer a los votantes-, la expresidenta Fernández ha pasado semanas de silencio, esperando que la debilidad oficialista le dé impulso en las encuestas.
Pero su silencio no es inactivo. La hoy senadora mantiene un contacto constante con el resto de la oposición, incluyendo al excandidato Sergio Massa, para unir a un peronismo fracturado tras la derrota de 2015. Entre sus planes está relanzar su partido, Unidad Ciudadana, con el cual ha tenido actos públicos desde mayo.
Las elecciones presidenciales están previstas para finales del próximo año, pero las candidaturas deben estar inscritas en junio. Mientras Cristina Fernández prepara su retorno, Macri aún no decide si repostulará. Mucho parece depender de los próximos meses.
Hay luces de consenso para cumbre del G20 en Buenos Aires
Fuentes consultadas por Bloomberg adelantan que los primeros esfuerzos para lograr un comunicado conjunto en la cumbre del G20, que se celebrará en noviembre en Buenos Aires, han dado resultados, con lo que se evitaría la división que reinó en la reunión del G7 en junio, en Quebec.
De acuerdo con esas versiones, la política comercial de Estados Unidos, que ha impuesto aranceles a China, Europa, Japón y México, entre otros, no sería parte del comunicado, aunque se discutirá en la cumbre. Sí estaría la defensa del multilateralismo, que complicaría a la Casa Blanca.
En general, uno pensaría que después de caer en default y borrar todas las deudas o casi todas en la crisis de 2001, se demoraría bastante un país en volver a tener problemas de deuda.
Uno puede estar equivocado.
El gran problema de Argentina es esto…
source: tradingeconomics.com
La cantidad de intereses pagados es astronómico, y ha subido astronómicamente.
Porqué es importante esto????.
Argentina tiene una deuda de gobierno (reportada) de 57% app del PIB. Que no es para nada alta si lo comparamos con el resto de países desarrollados. Y que se ha mantenido en esta proporción aproximadamente los últimos años con un leve crecimiento del 4% desde el 2014, mismo periodo en el que el pago de intereses explotó por la nubes por un casi factor de 6X.
Lo que está liquidando a Argentina es el pago de intereses que ha explotado al alza.
Y en general es esto lo que liquida a los deudores. Cuando vas tomando deuda cada vez más cara para pagar la anterior porque tu crédito ya no es tan bueno o no puedes acceder a las mismas fuentes que antes.
Hoy en día los países desarrollados más “seguros” están pagando cerca de 0%, especialmente en Europa la deuda que adquirieron durante estos años de QE. Cualquier alza de tasas en la monumental deuda que tienen que pagar y rollear, va a hacer estallar el pago de intereses, tal como en Argentina.
Porque los gobiernos, al igual que los deudores de tarjetas de crédito, realizan el pago mínimo, que es el interés, sin amortización de deuda.
De hecho, Argentina representa las cosas por venir para aquellos que tienen que convertir deuda presente en deuda futura a mayores tasas de interés.
O de aquellos que tienen tasas variables…cough…hipotecarios…cough…
Argentina muestra en tiempo real el efecto del alza en el pago de intereses por mayores tasas, para todos los países con deudas de gobierno astronómicas que piensan que el cero porciento que están pagando se va a mantener por siempre. Esa fue la promoción de enganche de la tarjeta…
48 cuotas sin interés…
LOL…
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Muy interesante e ilustrativo comentario. Hasta hoy no veia donde estaba la espada de Damocles para las economias con el tema de la Crisis de Deuda que se vaticina.
ResponderEliminarCongratulations