El financiamiento al momento de encarar nuevos proyectos es uno de los principales desafíos que deben enfrentar las pymes. En ese contexto, el crowdlending (del inglés “peer-to-business lending” o “p2b Lending”) es visto con buenos ojos por parte del sector. A diferencia del crowdfunding, que tiene un sentido más orientado a la donación, en el crowdlending, quienes aportan esperan invertir en un proyecto. Es decir, obtener una rentabilidad, por lo que cada vez más crece como una fuente clave para desarrollar proyectos en pymes y emprendedores.
Para hacerse una idea, en América Latina, el 2017 se movieron cerca de US$64 mil millones en préstamos a pymes de instituciones no bancarias y en Chile, específicamente, US$9.700 millones, según The Americas Alternative Finance Industry Report. “El crowdlending maneja sólo el 0,5% del mercado, por lo tanto, hay un gran espacio para seguir creciendo, lo que traería grandes beneficios para pymes e inversionistas”, explica Gustavo Anania, fundador y gerente general de RedCapital.
Según la Radiografía del Emprendedor Chileno, un 46% de los responsables de las pequeñas y medianas empresas manifestó que la falta de alternativas de financiamiento, es lo que más dificulta el levantamiento de su negocio. Opciones como el crowdlending pueden darle un giro a esta situación, impulsando sus proyectos. “Cada vez, más inversionistas prueban este nuevo método, lo que les ha permitido obtener sobre un 13% de rentabilidad promedio anual”, manifiesta Anania.
Alejandra Mustakis, presidenta de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), también ve con entusiasmo a estas plataformas. “Permiten que una persona que tiene capital y quiere obtener una rentabilidad, pueda prestar ese dinero a alguien que lo necesite. Por lo tanto, el primero genera más interés y al que se lo prestan, logra mejor financiamiento y más barato. Es de los formatos que más vamos a ver en el futuro, en términos de nuevas bancas, más sociales, orientadas a los emprendedores, microempresarios y las pymes”, dice Mustakis.
Ha crecido tan rápido esta modalidad, que ya están apareciendo las regulaciones en varios países. Por ejemplo, en Inglaterra, los bancos deben referir cualquier solicitante de crédito que ellos rechazan a una plataforma de “financiamiento alternativo”. “Este tipo de regulaciones, que se podrían implementar en Chile, lograrían que exista una transparencia en la información y que a la larga, beneficiara tanto las pymes como los inversionistas”, asegura Anania.
Por su parte, Juan Pablo Sweet, presidente de la Asociación de Emprendedores de Latinoamérica (Asela), cree que el crowdlending será clave, tomando en cuenta que la banca no existe para las micro y pequeñas empresas y con suerte uno de cada seis medianas accede al sistema financiero”, dice Swett, y agrega: “Además, tecnologías como Blockchain debieran hacer crecer exponencialmente esta alternativa… si es que los bancos no dicen otra cosa”.
Un ejemplo de este tipo de financiamiento es Cumplo, empresa chilena que lleva seis años operando en nuestro país y que ya ha traspasado horizontes, pues desde 2017 marca presencia en México. Según Gonzalo Kirberg, gerente general de esta compañía, el crowdlending ha ido creciendo exponencialmente año tras año. “De los cuatro tipos de crowdfunding que existen, el préstamo es el que mayores montos mueve en América. Hoy Cumplo transa sobre $10 mil millones mensuales a pymes de diversos sectores y tamaños. Esto representa un crecimiento importante, si consideramos que a junio del año pasado transábamos $6 mil millones. El impacto en las pequeñas y medianas empresas es que está ayudando a nivelar la cancha al entregar financiamiento a compañías que no accedían al sistema tradicional, de manera más rápida y con tasas justas”.
Preocupar a la banca…
Oh boy…
Esta gente es graciosa.
No se les ocurrirá pensar que en Inglaterra cuando no tienen un crédito bancario y los refieren a uno alternativo, eso NO es en contra la voluntad de la todopoderosa banca de la city????
Yisus…
Existe algo en términos de dinero que nadie puede tener salvo que seas un banco. La capacidad de crear deuda de la nada.
Si alguien no bancario le presta dinero a una empresa o proyecto a su riesgo, aquel lo obtuvo de la expansión de crédito de la banca de una u otra forma.
De hecho el crowlending sería, en el agregado general, una expansión indirecta de la banca, porque ésta le da crédito, mucho más seguro, a los que “invierten” en estos préstamos, y son quienes asumen todo el riesgo de los negocios más pequeños o emprendimientos.
Independiente de lo anterior, lo que me llamó la atención del artículo es que es un excelente desarrollo, y aún sigo sin entender como el gobierno no hace lo mismo con las pensiones de los jubilados en un entorno mucho más seguro y con respaldo para entregar tasas decentes, a empresarios, consumidores, y principalmente a los jubilados. Aquí existe el ejemplo práctico de que se puede hacer con hasta un 13% anual de rentabilidad¡¡¡¡¡¡
Digamos 10% en honor al volumen y controles requeridos. Eso sería casi triplicar de inmediato hoy las pensiones dadas las tasas miserables de los seguros, sin mover un solo dedo de quienes ingresaran en este sistema. Obviamente tendría un límite en relación al tamaño de la economía chilena, pero para eso estarían los creativos bancarios que podrían generar créditos internacionales.
ARRRRRRGGGHHHHHHHHH¡¡¡¡¡¡ Imprimir artículo
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