El anuncio de la construcción de un edificio de departamentos sociales por parte de la Municipalidad de Las Condes dejó al descubierto que los altos niveles de segregación en Santiago persisten: cientos de vecinos se oponen al proyecto, por lo que han iniciado un movimiento en rechazo a que la iniciativa se ubique en la comuna, específicamente a una cuadra de la Rotonda Atenas.
Los alcaldes y expertos en urbanismo afirman que esta situación muestra que hay casas, colegios, clínicas y plazas de primera y segunda clase, lo que se ha replicado hace décadas en Santiago, generando barrios marcados para los diferentes grupos socioeconómicos. “Puede llegar gente de La Pintana”, dijo un residente esta semana sobre el futuro edificio de 15 pisos y 85 departamentos, con temor a vecinos que provengan de comunas populares.
La falta de integración en la urbe, señalan los académicos, nació con las políticas habitaciones del régimen militar, cuando se intentó superar dicho déficit y se favoreció la construcción masiva de casas y blocks en zonas alejadas del centro. “Esas personas fueron expulsadas a la periferia, a conjuntos habitacionales. Se las sacó del centro”, sostiene Felipe Link, sociólogo y subdirector del Instituto de Estudios Urbanos de la U. Católica. Luego, añade, los primeros gobiernos democráticos profundizaron el modelo de entrega de subsidios en los bordes de la ciudad: se debían levantar poblaciones para superar la carencia de casas y, a la vez, esto generaría la participación del sector privado.
El académico añade que la creación de proyectos habitacionales homogéneos hacen “reproducir privilegios, formas de vida y desigualdades. Las personas se ven amenazadas en sus prácticas”. Esto lleva a que, por ejemplo, los vecinos de ciertos sectores asistan a las mismas escuelas de calidad, clínicas con buena atención o espacios públicos de mejor estándar para reunirse.
Mil postulantes
Recogiendo esa visión, el alcalde Joaquín Lavín presentará esta semana su proyecto de viviendas en la Rotonda Atenas en el concejo local. “No están definidos los requisitos aún, sino que serán discutidos con los concejales”, dice. Pero ya se conoce que las personas postulantes deberán tener un subsidio y 10 años de residencia en la comuna. “Las personas deben convivir en los mismos lugares”, sostiene el jefe comunal. Añade que hay 1.000 personas que están postulando a una vivienda de este tipo en la comuna. Quinientas de ellas ya tienen un subsidio del Fondo Solidario y la otra posee una ayuda para sectores emergentes. Gastón Vega, arquitecto de la Comisión de Patrimonio del Colegio de Arquitectos, dice que quien debe hacerse cargo de estos proyectos es el Estado. “Significa mucha inversión que se hace cargo de bolsones de pobreza donde no hay hospitales, ni universidades, ni buen transporte. Está muy bien que las municipalidades tengan estas iniciativas en sus planes reguladores, pero lo que se necesita es un plan maestro del Estado”. Sostiene que “no es nada nuevo lo que digo. Lo hacíamos hace mucho tiempo en Chile y ahí están las villas Frei, Olímpica o la misma San Luis, que estaba en Las Condes y donde había parques y viviendas de calidad. Y eso fue hace 50 años, con un ingreso per cápita menor”. Ante este escenario, el Ministerio de Vivienda ha impulsado iniciativas de integración, con inmuebles de distintos precios.
El ministro de Vivienda, Cristián Monckeberg, admite la realidad descrita en la ciudad: “Santiago o las grandes capitales regionales son muy segregadas. ¿Cómo derribamos ese muro? A través de la vivienda y de la integración de familias que hace 20 o 30 años les era completamente impensado vivir en comunas distintas a las que nacieron. Ellos hoy pueden aspirar a vivir en lugares centrales y, al mismo tiempo, producir la necesaria integración del entramado social”. Para ello, señala que existe un plan de integración que contempla la construcción de 20 mil inmuebles este año, con un presupuesto de $ 311 mil millones en subsidios, a lo que se suman el ahorro de las familias y créditos. Cuenta que ya se hizo el llamado a las postulaciones. “Serán barrios bien localizados, cercanos a centros educacionales, de salud y con un buen transporte”, dice.
Iván Poduje, urbanista y socio de la Oficina Atisba, explica que “estamos mal respecto de la Organización de Países para la Cooperación y el Desarrollo (Ocde), pero mucho mejor que el resto de Latinoamérica”. Así, dice que un factor que incide en una mejora sostenida en los barrios es que “todos tienen acceso a servicios básicos, lo que, definitivamente, no ocurre en otros países”. Añade que en Europa también existe esta realidad, pero se han hecho inversiones en la periferia para vivienda social, buena conectividad, comercio y servicios. Agrega que cuando se emplazan conjuntos mixtos con hogares de diversos ingresos “no se vive en un gueto con ambientes cerrados donde se reproducen situaciones indeseables, como puede ser la delincuencia”. Cita el caso de Bajos de Mena, en Puente Alto, donde se construyeron casas lejanas al centro, de mala materialidad, sin parques, lo que genera que no haya movilidad social.
Lavín recibe apoyo político
La propuesta del alcalde de Las Condes encontró respaldo en ediles y parlamentarios de todos los sectores.
“Me parece una medida no solo justa, sino que, además, muy valiente, y creo que hay que perseverar en ella”, sostuvo el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue (PC).
Su par de Independencia, Gonzalo Durán (PS), apuntó en esa línea. “Muy buena la iniciativa del alcalde. Debemos generar comunas más inclusivas”, dijo.
En Chile Vamos, en tanto, Lavín recibió el respaldo de diputados de RN y de la UDI. “Las personas que estarían en estas viviendas sociales no muerden, no son marcianos”, aseguró el gremialista Jaime Bellolio.
Aún recuerdo las clases de evaluación social de proyectos, donde asignabas un valor del tiempo genérico para los proyectos urbanos de transporte, porque si lo hacías con el valor real del tiempo, solo serían rentables proyectos para los sectores con mayores ingresos.
El gran problema de las ciudades es el tiempo de transporte que hace que la gente efectivamente se encuentre aislada. Y con esta premisa se crean sectores que utilizan justo esto para venderse. Están lejos de los sectores más populares. Solo puedes llegar en auto, o del estilo.
En ciudades pequeñas, existen igualmente sectores con gente con más dinero que otras, villas, barrios o sectores que son reconocidos y buscados por esto. Pero se encuentran a dos calles de otros que no lo son. Tienen los mismos centros de servicios, de compras, entretención y escuelas públicas con alto rendimiento que reciben a todos los sectores.
Y efectivamente, cuando creas sectores completos sociales aislados o lejanos de esos centros, tiendes a crear esa segregación. Pero también es cierto que no tienes otras soluciones a mano cuando de entregar viviendas más dignas a grupos grandes de personas se trata.
La integración social no es algo fácil de abordar en ciudades grandes. Es algo que se produce naturalmente en ciudades o comunidades pequeñas.
Como dije en otro post, y como dice el ministro, es algo que sucede en todas las capitales regionales, y es por el tamaño. Es cierto. Pero también por el diseño y la planificación de la urbe.
Recuerdo que una de las soluciones teóricas que se planteaban a esto es que cada comuna o área contara con centros productivos o industriales, de comercio, y residenciales de manera que cada comuna fuera un unidad completa que proveyera trabajos al interior de esta, con comercios, salud y educación de buen nivel de manera que la gente no tuviera que moverse por ninguna de estas razones. No como es hoy que tienes comunas industriales, comunas dormitorio y comunas o sectores de servicios.
Básicamente transformar a cada comuna en lo que sería una pequeña ciudad autosuficiente.
Pero eso implica diseñar una ciudad desde el principio, y Santiago ya tiene la forma actual.
La única manera real de aminorar esto es que la gente cuente con un mejor transporte (más rápido) hacia todos los sectores, al menos los relacionados al trabajo.
Siempre la gente va a tender a segregarse en comunidades que sienta como equivalentes a ellos. Lo importante para la integración de estos segmentos o grupos es que tengan algún punto de encuentro y que sean accesibles entre ellos. Y ese es el rol fundamental del transporte. De hecho, una carretera actual crea una separación física inmediata entre dos sectores completamente diferentes de segmentos socioeconómicos que se encuentran a 200 metros de distancia. Así de importante puede ser el diseño urbano para la integración.
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Una de las partes mas hermosas de Arica la hizo eifell hace mas de 100 años. Eso habla claramente que el URBANISMO, es algo que no existe.
ResponderEliminarEfectivamente ciudad grande es ciudad segregada, y en esto hay 2 soluciones comolementarias:
1) crear 10 ciudades de 200.000 habitantes connun urbanismo del nuevo milenio.
2) incentivar que cada comuna sea una mini ciudad, lo cual es complejo, pero se puede incentivar.
En esto necesitamos creatividad y urgente, porque al final sigue creciendo el metro y stgo pasaremos de 8 a 10 millones en un abrir y cerrar de ojos.
El problema de todo esto es que el payaso de lavin copio la idea del comunista jadue y ahora esto es un mal precedente para muchas municipalidades en el pais. Al final nos llenaremos de viviendas sociales y la inversion de muchos se ira a la basura.
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