13 agosto, 2018

Acabar con la hiperinflación de Venezuela: ¿Hay una fórmula?


@emol

BLOOMBERG.- La inflación en Venezuela está tan desbocada que el país eliminará cinco ceros del bolívar este mes en un vano esfuerzo por restablecer su poder de compra. ¿Hay alguna forma de frenar la hiperinflación? En realidad, sí. Pero es casi seguro que el Presidente, Nicolás Maduro, no recurrirá a ella. El arma es el dólar estadounidense. Maduro podría reemplazar el bolívar con el dólar. Los venezolanos entregarían la moneda nacional casi sin valor, que sería destruida, cambiándola por dólares según los fondos restantes del Gobierno, a aproximadamente el tipo de cambio no oficial de hoy. Esto terminaría con el acaparamiento y restablecería los incentivos para ahorrar e invertir, según Bloomberg. Hay precedentes. Ecuador adoptó el dólar en el año 2000 y rápidamente la hiperinflación -definida como una inflación del 50% mensual o más- desapareció. Los precios se disparan porque el Gobierno sigue imprimiendo dinero. Si se deja de imprimir dinero, nadie puede subir los precios, porque no hay dinero fresco para pagar más por las cosas. El profesor de la Universidad Johns Hopkins, Steve Hanke, economista al que acuden los países que buscan estabilizar sus monedas (clientes anteriores incluyen a Argentina, Rusia y Zimbabue) y defensor de la dolarización desde hace mucho tiempo, argumenta que Venezuela debería seguir ese cambio de inmediato. "Hay miles de cosas que tienen que hacerse. Pero lo único que debe hacerse de inmediato es establecer la estabilidad. Quien lo haga será un héroe nacional", dice. Francisco Rodríguez, consejero de Henri Falcon, el contrincante de Maduro en las elecciones presidenciales de mayo, coincide. La dolarización confiere credibilidad inmediatamente en la lucha contra la hiperinflación, dice Rodríguez, economista jefe de Torino Capital LLC en Nueva York. Entonces, ¿por qué Maduro no lo hace? En primer lugar, significaría abandonar una moneda bautizada con el nombre del libertador de Venezuela y reemplazarla con la de su enemigo más poderoso. Maduro se enfureció con la idea cuando Falcon la planteó en la campaña, equiparándolo con una rendición de soberanía. Venezuela también podría terminar con la hiperinflación cambiando a otra moneda estable como el euro. Pero eso obligaría al país a ceder el control de la política monetaria y cambiaria. Así que si, por ejemplo, los precios del tipo de crudo de Venezuela cayesen significativamente, las autoridades no podrían amortiguar el golpe mediante la reducción de tasas de interés o la depreciación de la moneda. La pérdida de flexibilidad es un problema para Ecuador y otras naciones que han adoptado el dólar, entre ellos El Salvador y Panamá, así como para los dispares países de la eurozona unidos por la política monetaria del Banco Central Europeo. La dolarización "ralentizaría nuestra capacidad de crecimiento, porque reduciría la competitividad", indica Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, una empresa consultora en Caracas. NOTICIAS RELACIONADAS Gobierno venezolano asegura que incidente en Caracas fue un atentado contra el Presidente Maduro 223 Las ocasiones en que Nicolás Maduro ha denunciado planes de atentados en su contra 42 Así, terminar con la hiperinflación no facilitaría que Venezuela pague las importaciones de alimentos, medicinas y otros artículos cruciales. No aliviará la aplastante carga de deuda externa. Y no bajaría la tensión febril en la otrora próspera nación, donde un ataque de drones cargados de explosivos durante un desfile militar a principios de agosto hirió a oficiales pero no alcanzó a Maduro. El economista Ricardo Hausmann, acérrimo detractor de Maduro que fue ministro de Planificación de Venezuela en la década de 1990, llama a la dolarización un "espejismo", y sostiene que las prioridades deberían centrarse en relajar el control del Estado sobre la economía y asegurar el alivio de la deuda y la ayuda extranjera.

Que idea más ridícula.

El dinero se basa en la confianza. De hecho, es en lo que se basa la economía completa. La confianza en que un pedazo de papel o una entrada electrónica me servirá para intercambiar bienes y servicios en el mismo ratio en el que intercambié anteriormente mi trabajo o productos por esas entradas electrónicas o pedazos de papel.

La confianza en el estado se pierde, y por lo tanto los gobiernos se ven obligados a imprimir más para pagar los compromisos internos y externos. Ahí nace la hiperinflación. No es al revés.

Porque si cambias al USD como medio de intercambio, no recuperas la confianza en el gobierno. De hecho probablemente como es una clase de activo refugio externa al control de este, lo que pasaría es que transitarías de una hiperinflación descontrolada a una deflación bíblica, porque nadie querría intercambiar sus USD´s súper seguros por nada salvo que sea una súper ganga. Si ahora es tercer mundo, eso sumergiría a Venezuela en un abismo cuartomundista aún por descubrir.

Esto no tiene ninguna salida salvo la que probó ser la de la república de Weimar en la Alemania post primera guerra mundial e importación, parcial, de la revolución comunista rusa.

Y esa salida fue respaldar la moneda o nuevo marco con bienes raíces.

Pero no sirve de nada si sigue Maduro en el poder. Nadie confía en este pastel ni en su gobierno. Cualquier medida que tome va a ser mirada con recelo porque nadie confía en el.

Se requiere un cambio de gobierno a uno en el que exista relativa confianza, y ahí diseñar una moneda con respaldo parcial de activos, al menos hasta que se recupere el normal intercambio interno.

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