Un aumento en la deuda, la carga financiera y el apalancamiento. Eso fue lo que mostró el informe que presentó ayer el superintendente de Bancos, Mario Farren, donde detalló que la carga financiera (el porcentaje de ingreso mensual de los deudores bancarios destinado al pago de obligaciones financieras) de los clientes bancarios a junio de 2018 alcanzó a 25,7%, presentando un alza en doce meses de 2 puntos porcentuales.
Con todo, la mediana de la deuda registró un incremento de 9% real anual entre junio de 2015 y junio de 2018 hasta $3.160.175, mientras que el apalancamiento ha subido 1,3 veces su ingreso mensual en igual período, hasta las 5,7 veces.
Cuando se trata de los hogares, Chile tiene un nivel de carga financiera bajo el promedio de países de la OCDE, ocupando el octavo lugar entre el resto de las economías.
El tramo etario que tiene el mayor porcentaje de la deuda, son justamente aquellos que tienen entre 35 y 40 años, concentrando el 18,5%. Esto se explicaría, según detalló el superintendente, por la cantidad de créditos hipotecarios.
Este mismo rango de edades es el que concentran el mayor número de deudores bancarios, sumando el 12,4% del total, pero en este ítem están empatados con los mayores de 65 años, que presentan el mismo porcentaje de número de deudas, aunque éstos tienen una menor cantidad de deuda, acumulando sólo el 4,5% del total.
Deudores vulnerables
El informe de la deudores considera que los deudores que tienen una alta carga financiera son aquellos que superan el 50% de su ingreso mensual. A junio de 2018, 22,6% de los deudores exhibía una carga financiera superior a 50%.
Por su parte, 32,06% de los deudores presentaban una carga financiera mayor al 40% del ingreso, cifra similar al año anterior. El segmento con mayor carga financiera es el de los deudores que tienen entre 35 y 40 años, con un nivel de 30,5%.
Al respecto, Farren señaló que si bien no es preocupante para la estabilidad del sistema financiero, “lo primero que tenemos que hacer acá es un llamado a la prudencia (…) en general lo que se aconseja es que las personas no debieran destinar más de un 25% o 30% de su ingreso mensual líquido al pago de deudas, por lo tanto, los grupos que están con deudas que representan más de ese porcentaje, en concreto más de un 50%, es un indicador que las personas debieran tomar con atención y ver cómo reducir ese endeudamiento”, dijo.
Por otro lado, a junio de 2018 existían 866.160 deudores bancarios con deuda impaga de uno o más días, donde el 10,3% presenta mora mayor a 90 días. La deuda mediana impaga de los deudores morosos es de $124.618, lo que corresponde a un 3,94% de la deuda mediana total, esto significa una leve baja respecto al 3,99% del año anterior.
En ese sentido, el índice de morosidad disminuye a medida que aumenta el ingreso, por lo que quienes tienen la mayor deuda impaga son las personas que ganan menos de $250.000, representando el 8,16%.
Por tramos etarios, los deudores de menos de 30 años y más de 65 años presentan los mayores niveles de deuda impaga sobre la deuda total, a pesar de tener menor nivel de apalancamiento. Los menores a 30 años tienen un ratio del 6,33%, seguido por el tramo de los mayores a 65 años, con un 4,37%. La mediana es de 3,94% y el mínimo se sitúa en los deudores entre 35 y 40 años, con 2,93%.
SBIF responde al Nobel de Economía
Luego de que el Premio Nobel de Economía 2003, Robert Engle, dijera que la banca local es muy conservadora, el superintendente de Bancos, Mario Farren, respondió ayer: “La verdad es que me habría preocupado muchísimo si es que el Nobel hubiera dicho que la banca chilena no es conservadora”.
En ese sentido, agregó que “es muy difícil acertarle al punto medio exacto de si ser muy conservador o poco conservador y, por lo tanto, en esto creo que es mejor que erremos por el lado del exceso”.
De todas formas, el superintendente de Bancos reconoció el trabajo de Engle, y dijo que podría usar su estudio para converger a los nuevos estándares de Basilea III.
El tema con la deuda (privada) es que básicamente es lo que hace crecer las economías. Si no existiera la creación elástica de dinero por los bancos, probablemente todavía estaríamos en la edad media y no habríamos entrado en la era del capitalismo.
No es un problema en si mismo la deuda para la economía general y el sistema monetario y financiero de un país, tal como dice el presidente de los bancos. La calidad de ella es el problema.
No se discute en este artículo la deuda estudiantil. Pero hoy representa 10% de los ingresos de los recién egresados de una deuda monstruosa y que no paga nada como inversión. Eso es porque los gobiernos (socialistas) le dieron pase libre a los bancos para prestar una cantidad de dinero estratosférica que compite en monto con los créditos hipotecarios, y sin riesgo (por lo de la garantía estatal). Y como tal, ese crédito ha financiado la explosión de universidades y carreras e investigación mula (como el calentamiento global o las políticas de igualdad de género) que valen champiñón de la más ordinaria especie en términos de inversión para los niños y jóvenes.
Como sociedad en general, queremos y necesitamos del crédito y la deuda para que la economía crezca. Y necesitamos que los bancos entreguen ese crédito sin garantías estatales o subvenciones, porque de esa manera pueden evaluar el riesgo de los créditos que entregan de manera correcta, y que de hecho es la función principal de los bancos y en lo que son especialistas.
A nivel individual por otro lado…
Como negocio, necesitamos que otros tarados…errr…valiosos clientes… tengan acceso a mucho crédito para que nos compren nuestras sobrevaloradas mercaderías o servicios, como hamburguesas “gourmet” de $15.000 o Churros de $5.000. O nuestras ingenierías en estudios de igualdad de género. O peor aún, camisas chinas con diseños exclusivos (LOL) a $100.000.
Pero como consumidor, hacemos obviamente justo lo opuesto. No nos endeudamos para comer sobrevaloradas hamburguesas o cursar carreras universitarias callampas o autos alemanes de lujo o churros con harina de marte (supuestamente). Porque sabemos que lo que nos están cobrando en el consumo está extremadamente sobrevalorado, por el mismo factor de creación de crédito.
Esa es la paradoja de nuestros tiempos.
La sociedad capitalista y sus beneficios como los conocemos se destruiría sin creación de crédito. Pero a nivel individual, la mejor posición financiera en la que uno puede estar en la vida es sin deuda y con disponibilidad de muchos ahorros, que es el opuesto exacto de la deuda.
Reflexión para tiempo navideño y resoluciones de fin de año sin duda. Imprimir artículo
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