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Este año que ya se acaba definitivamente sorpredió. Y no por buenas razones. Si bien en diciembre de 2013, el Banco Central proyectó un rango de crecimiento de la economía de 3,75% a 4,75% para 2014, el resultado más bien se ubicará en torno a 1,8%, reflejando que la desaceleración fue más pronunciada y larga de lo esperada. En otro frente, la inflación terminará casi un punto por arriba de la prevista en septiembre por el instituto emisor. De esta forma, si bien los economistas respaldan el diagnóstico global, sí le dan una cuota de responsabilidad en no calibrar del todo bien el alza del tipo de cambio en el IPC e insistir en una política monetaria expansiva. Por Carlos Alonso M.
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Juan Andrés Fontaine: "El Banco Central incurrió en un error técnico en el manejo de la inflación"
El ex ministro de Economía y actual consejero de Libertad y Desarrollo (LyD), Juan Andrés Fontaine, sostiene que el escenario de mayor desaceleración que afectó el crecimiento de la economía en 2014 era poco predecible a comienzos de año, ya que no existían los antecedentes para pensar o esperar que la activida terminará con una expansión de 1,8%, muy por debajo del rango entre 3,75% y 4,75% que se previó en el Informe de Política Monetaria de fines de 2013.
"Hay un pronóstico que a la postre fue errado, pero que no fue cometido solamente por el Banco Central, sino que por la generalidad de los economistas del mercado", afirma. Asimismo, el experto asegura que si bien hubo errores en las estimaciones, "la economía es dinámica, y las proyecciones se hacen con la mejor información disponible al momento que se realizan, pero esas van cambiando", acota.
Para el ex ministro, la razón principal de "lo que ha ocurrido este año y lo que ha provocado esta profundización del ciclo de desaceleración es la forma en que el gobierno ha echado andar el programa", ya que a su juicio "esto ha provocado gran incertidumbre y eso ha paralizado las inversiones mucho más de lo que se esperaba".
A la hora de analizar la inflación, el diagnóstico que hace Fontaine sobre la labor del Banco Central cambia, puesto que considera que el ente rector "incurrió en un error técnico".
"Probablemente, la reacción del mercado cambiario ha sido más drástica de lo que se esperaba, el peso se ha depreciado más allá de lo previsto, sumado a las bajas de tasa que hablamos del Banco Central", expresa.
En ese sentido, añade que "el traspaso del alza del dólar al IPC ha sido mayor al esperado, y creo que en esa materia el Banco Central ha incurrido en un error técnico. En mi opinión, estos modelos de traspaso, de coeficiente sacado en un período especial donde no se daban la situación actual, subestiman el impacto de dólar sobre la inflación", puntualiza.Patricio Rojas: "La caída de la inversión superó todas las expectativas 2014"
El economista de Rojas y Asociados, Patricio Rojas, también exculpa al Banco Central en las malas proyecciones de crecimiento, ya que si bien no fue certero en la estimación de la cifra puntual con la que terminará el año, sí tuvo un buen diagnóstico a la hora de prever lo que sucedería con la actividad en 2014.
"El Banco Central esperaba una desaceleración, tal como la esperaba el consenso del mercado, pero era algo mucho más acotado e impulsado básicamente por el contexto externo, que presentaba un precio del cobre más moderado y un crecimiento de China lento. Sin embargo, lo que no estaba contemplado en el análisis del BC y en ningún analista era la caída de la inversión fija durante 2014 y ese fue un elemento que superó totalmente las expectativas tanto del BC como del mercado en su conjunto.", grafica el experto. Rojas argumenta que "se esperaba que la desaceleración se hiciera presente pero con caídas mucho más moderadas de la inversión, en torno a 1% pero al final estamos con caídas de 6,5% y adicionalmente la desaceleración del consumo ha sido mayor a la esperada". Ahí añade que "la explicación está claramente en el contexto de expectativas e incertidumbre -producto de las reformas del gobierno-, que ha provocado parte de esta mayor desaceleración,".
Adicionalmente, agrega que "tenemos que visualizar que China ha tenido un año complejo con caídas en el precio del cobre, pero la gran sorpresa ha sido la caída de la inversión fija y eso ha terminado por afectar el consumo".
"Nadie podría prever este crecimiento de 1,8%", sostiene el economista.
Para Rojas, la explicación es clara: "El contexto doméstico fue lo que modificó bastante el escenario base de crecimiento. Aunque se sabía el programa de gobierno electo, se pensó que iba a ser una discusión más consensuada, que iban a primar otros elementos, pero todo se dio en un contexto distinto, con un gobierno que desde un primer momento no aceptó que esto iba afectar el crecimiento". Sobre la inflación, sostiene que se esperaba una depreciación del peso, pero no en los niveles actuales. "Hace un año nadie esperaba que estuviera en niveles cercanos a $ 630, sino que en niveles de $ 550", señala.
Pese a ello, dice que "la meta de inflación sigue anclada, el mercado no ha tenido un desanclaje y de expectativas, por lo que el manejo del ente rector ha sido positivo".
Francisco Rosende: "La mayor desaceleración se relaciona con el ambiente político"
El ex decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, y actual académico de la misma casa de estudios, Francisco Rosende, separa lo que es el diagnóstico que hizo el Banco Central del escenario externo con el interno.
En su opinión, el ente rector fue "bastante certero con respecto a la economía internacional, no obstante el problema principal estuvo por el lado de la economía doméstica, ya que el desarrollo fue bastante distinto del que se esperaba".
Desde la óptica del economista, "las causas que hay detrás de esta mayor desaceleración eran difícil de ser proyectadas y se relacionan directamente con el ambiente político que se fue configurando a partir de iniciativas, como la reforma tributaria y todas las otras reformas que contiene el programa de gobierno y que se han ido esbozando como probables en para futuro próximo", sostiene.
El experto puntualiza que "el Banco Central, tal vez, pensaba, como muchos de los analistas, que la reforma tributaria iba a tener un mejor trámite, una elaboración pensando en las consecuencias que tiene sobre el crecimiento. Sin embargo, a medida que avanzaba el debate, se fue viendo que no era así y se plantaron un montón de dudas que fueron paralizando la inversión".
Rosende afirma que también en la mayor desaceleración influye el conjunto de medidas que se plantean, como el cambiar el Código Minero, Código de Agua, la reforma constitucional, reforma laboral, influyeron en la mayor desaceleración. Por ende, ve difícil dentro de un ejercicio de política monetaria advertir un escenario como éste y actuar con mayor anticipación.
"No lo plantearía como un error en el sentido técnico, sino que es un escenario político que fue muy distinto y que no pudo ser advertido con tiempo", expone.
Sobre los precios internos, dice que "la subida del tipo de cambio fue muy violenta y eso me parece que quedó en evidencia. Si bien los modelos que utiliza el BC pueden advertir efectos en la inflación, bajo ciertos escenarios no necesariamente se cumplen".
aLEJANDRO fERNÁNDEZ: "Nadie en marzo pensó que la economía iba a crecer bajo 2%"
El gerente de Estudios de Gemines, Alejandro Fernández, tiene una mirada crítica sobre la labor del Banco Central en el terreno de la inflación, pues -desde su perspectiva- la autoridad no dimensionó el impacto del alza del tipo de cambio en los precios internos.
"En la inflación el Banco Central subestimó los efectos del tipo de cambio en la inflación que, a su vez indicidieron en los precios finales, por eso se equivocó de manera bastante significativa y tuvo que corregir fuertemente la estimación de inflación desde comienzos de añ y de la que entregó en septiembre", añade.
Agrega que "hubo un error técnico, y varios advertimos de los riesgos que estaba tomando el BC al ignorar el alza del tipo de cambio y seguir bajando la tasa de política monetaria".En el ámbito del crecimiento económico, el economista puntualiza que "el error de diagnóstico es más compartido con la mayoría de los analistas, ya que fuimos incapaces de dimensionar el impacto del deterioro de la expectativas sobre el crecimiento de este año". Admite que "nadie en marzo pensó que la economía iba a crecer bajo 2%, y todos, de alguna manera, pensábamos que iba a ir de menos a más, y no de más a menos como está terminando".
Férnandez subraya que la mayor desaceleración se debe básicamente al tema interno, en especial a la discusión de la reforma tributaria, puesto que no se esperaba que fuera tan extensa, porque "no hay ningún elemento externo que haga justificar lo que está pasando en Chile".
En especial, apunta al "tono impositivo de la autoridad cuando quiso poner su reforma en los términos que la habían diseñado y no aceptaban ninguna discusión. Eso fue bastante sorprendente y causó mucho efecto y mala impresión, donde más que preocuparse de una meta de recaudación se privilegió la eliminación del FUT".
"Todo esto generó un clima de deterioro muy marcado que género este menor crecimiento", argumenta.
Por supuesto el BC no tiene responsabilidad sobre el inicio de los malos resultados económicos generales. Pero como consejero experto del gobierno en materias económicas su responsabilidad sobre las expectativas que el mismo controla y debe comunicar es relevante.
Tampoco el manejo de tasas ha sido estelar. En vez de facilitar el ingreso o hacer más atractiva la estadía de capitales ha hecho que sea menos interesante en múltiples aspectos mantener inversiones en Chile, tanto por ganancia de capital como por tipo de cambio.
Se supone que el BC es el ente experto en el país en el plano económico. Debe anticipar tendencias y dar consejos respecto de vías o mapas de ruta a seguir para facilitar ciclos económicos favorables e intentar mitigar los que no. Ahora lo único que están haciendo es una tarea reactiva mediocre, ante las aún más malas políticas gubernamentales.
Y por sobre todo debe tomar medidas directas de estímulo y no las indirectas de hoy, como las tasas bajas que con suerte espera sean traspasadas al público. Como por ejemplo dejar de pagar por los depósitos de las reservas y los excedentes
El Banco central y el gobierno deberían establecer claramente la separación entre banca tradicional y banca especulativa, junto con prohibir que los depósitos sean utilizados para nada que no sea créditos. Si los bancos quieren especular, que lo hagan con su propio dinero o con el de gente que sepa lo que se está haciendo. Con ello se retira el incentivo a no prestar dinero ante la alternativa de ganancias seguras en activos especulativos. Y por supuesto se evita el mayor riesgo de los últimos tiempos que es el que los balances de los bancos sean destrozados en una baja general y tengan que ser rescatados.
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