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Para 2015, los pronósticos son cautelosos y condicionan el repunte con el momento en que la economía local registre un punto de inflexión.
GABRIELA VILLALOBOS
El año 2011 fue uno de los períodos más negativos para la bolsa chilena en la última década. El IPSA -el principal índice bursátil local- cayó 15,22%. Al año siguiente cerró con una discreta alza de 3%. 2013 volvió a ser de pérdidas, y a dos semanas de terminar 2014, el mercado local se apronta a cerrar nuevamente con modestas ganancias. Al cierre del viernes, el indicador había subido 3% en lo que va del año (ver infografía).
Desde 2011, el IPSA acumula una pérdida de 23,22% medida en pesos. Pese a que el mercado no ha sido golpeado por una debacle financiera mayor, como en 2008, sí ha sido afectado por una sucesión de eventos negativos. Medido en dólares, la pérdida ha sido incluso mayor: 41,01%. Esta cifra la ha llevado a estar entre las diez bolsas con el peor rendimiento de los últimos cuatro años (ver infografía).
Bye bye commodities y mercados emergentes
Entre los factores que explican el negativo desempeño de la bolsa chilena hay elementos puntuales y estructurales.
Respecto a los primeros, los más mencionados en el mercado son una caída en las utilidades de las compañías chilenas, el cambio en la percepción acerca de las economías emergentes, la caída en el precio de los commodities y las reformas impulsadas.
En 2011, las empresas chilenas reportaron una caída de 19% en sus utilidades en relación con 2010, por mayores costos de producción. En el caso de las compañías eléctricas -que representan cerca de un cuarto del IPSA-, estas se vieron afectadas por la falta de lluvias. Todo esto golpeó fuertemente a la bolsa chilena, la que también se vio afectada por una salida de inversionistas institucionales.
Desde 2012 se observó un cambio de tendencia en los rendimientos de los mercados emergentes en relación a los desarrollados. Así, luego de registrar el doble de los retornos que los mercados desarrollados, el índice MSCI Emerging Markets -que registra el desempeño de los mercados emergentes- rentó 18,22% en 2012. La cifra estuvo casi a la par con la que anotó el indicador MSCI ACWI, que mide a los desarrollados. Al año siguiente, la tendencia se hizo clara: el MSCI Emerging Markets cayó 2,6% y el MSCI ACWI subió 22,8%.
"Eike Batista era un símbolo de Brasil. Quebrar fue una señal más de que los emergentes dejaron de ser preferencias", grafica Agustín Álvarez, gerente de estudios de BICE Inversiones. En lo que va de 2014, en tanto, el índice emergente ha caído 1,25% y el desarrollado ha avanzado 6,3%.
Además, este año la bolsa comenzó a verse afectada por elementos locales, dicen en el mercado. El primero fue la incertidumbre en torno a la reforma tributaria. Cuando se despejaron las dudas respecto al proyecto, la plaza fue golpeada por la desaceleración económica local, la que ha afectado en particular a las acciones de consumo interno.
En las últimas semanas se han sumado nuevos elementos externos: la caída en el precio de los commodities y la subsecuente alza en el dólar, el cual se ha visto impulsado además por las políticas del banco central de Estados Unidos. La suma de estos elementos ha mantenido al IPSA presionado en las últimas semanas.
Además de la seguidilla de factores puntuales, existen elementos de carácter estructural que también habrían afectado el desempeño de la bolsa. Según comenta Francisco Errandonea, gerente de estudios de Santander GBM, los analistas han pronosticado de forma consistente utilidades demasiado optimistas para las empresas chilenas. "Hemos estado esperando alzas de 20% en las ganancias, y eso no se ha producido por un tema de costos", comenta Errandonea. Esta decepción constante ha afectado de forma negativa al mercado, agrega.
El factor de las fusiones o adquisiciones
Pese al negativo desempeño que ha tenido el IPSA, existen acciones en el mercado que han tenido altos retornos en los últimos cuatro años. Este es el caso de CGE y las acciones de las administradoras de fondos de pensiones, todas empresas que han sido objeto de fusiones y/o adquisiciones. La eléctrica acumula un alza de 55,63% desde 2011, mientras que Cuprum, Habitat y Provida acumulan avances en la cotización de sus acciones de 44%, 43,98% y 28,75%, respectivamente.
Los avances se registran debido a que el comprador de una compañía suele pagar un precio mayor al que cotizan las acciones en el mercado. Los inversionistas esperan este "premio por control", demandando más el papel e impulsando su precio.
Según comentan en el mercado, como respuesta a las fuertes alzas que han registrado estos papeles, existe la tendencia de ofrecer como alternativa a los clientes el invertir en sectores que puedan ser objeto de fusiones y/o adquisiciones, según la información pública disponible.
Perspectivas: mejoría por baja en el costo de la energía
Los departamentos de estudios están cautelosos con sus pronósticos para el próximo año. Existe consenso respecto a que 2015 probablemente será mejor que 2014. Sin embargo, aquello no significaría volver a tener los retornos registrados antes de 2011. "Puede que las sorpresas en el ámbito de las utilidades corporativas vengan durante el segundo semestre, por una baja de costos debido a la caída de la energía", proyecta Errandonea, quien estima que el IPSA tendrá un rendimiento de dos dígitos. "Nada espectacular", acota.
En BICE Inversiones, en tanto, condicionan el repunte de la bolsa con el momento en que la economía local registre un punto de inflexión. Si aquello sucede en la segunda mitad del año, la bolsa podría anotar ganancias a partir del primer semestre, siguiendo la regla de que el mercado accionario se adelanta dos a tres trimestres a la economía local.
EL MERCADO SE HA VISTO AFECTADO por una sucesión de eventos negativos, que lo han llevado a tener un rendimiento peor al que registró durante la crisis subprime.
Lamentablemente para los inversionistas en Chile una mala noticia. Los mercados emergentes se están yendo a pique en término de sus economías, y eso incluye a Chile.
La baja en la energía es solo uno de muchos commodities que están impactando a las economías emergentes. Decir que una baja del petróleo es beneficioso para el mundo es de una simpleza horrenda. Implica que la economía mundial está estancándose a pasos muy acelerados.
No va a ser un buen año el próximo en general, y en particular para los emergentes.
Así es que a afirmarse los cinturones, será un viaje agitado.
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