14 agosto, 2013

Industria chilena pierde relevancia en el PIB y enfrenta serios riesgos por costos de la energía

 

@DF

Por José Carlos Prado 


Hace algunos años el ex primer ministro de Inglaterra, Tony Blair, le preguntó a la canciller alemana, Angela Merkel, cuál era el secreto del éxito económico de su país. Como parte de una famosa respuesta, le dijo lo siguiente: “Señor Blair, todavía hacemos cosas”. La industria manufacturera germana no sólo es una de las más importantes a nivel internacional, sino que le ha permitido a dicha nación superar sin mayores problemas las últimas crisis que ha vivido el planeta.

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¿Qué pasa en Chile? Según un estudio que encargó la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (Asimet) y al cual tuvo acceso exclusivo Diario Financiero, la situación local es diametralmente distinta: una abrupta caída en la participación como porcentaje del PIB y la constante amenaza que significa los altos costos de la energía.
Mientras en los años ‘70 la industria manufacturera representaba el 17% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, al cierre de 2012 el tamaño apenas superaba el 10%, unos US$ 27.000 millones.
En el informe se compara la realidad chilena con países desarrollados y emergentes, quedando por debajo del promedio de ambos grupos, los cuales llegan a un 13,6% y 15,9%, respectivamente. De hecho, es precisamente Alemania el país que lidera este ranking con casi un 20% de participación de su industria sobre el PIB.

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Más complicado aún es lo que sucede con las empresas de este sector que se dedican a los procesos metalúrgicos y a fabricar productos metalmecánicos. El documento de Asimet revela que actualmente alcanzan unos 
US$ 6.200 millones, cifra que representa sólo un 2,4% del PIB chileno. En Alemania, en tanto, este subsector llega al 15,8% del Producto con una alta relevancia en el tamaño de la industria manufacturera total (84,3%). En Chile ese porcentaje es tres veces menor con sólo un 23,5%.
Para el presidente de Asimet, Gastón Lewin, el Estado tiene un rol importante que jugar, sobre todo en fijar un marco normativo en el cual se puedan mover los industriales. “Tenemos que avanzar en políticas públicas país de largo plazo, lograr un gran acuerdo entre los privados y el sector público que permita avanzar en esa dirección”, destaca el líder gremial.

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Una creciente amenaza

Al igual que el resto de la economía nacional, la industria manufacturera -principalmente la que representa Asimet- ha visto elevar sus costos de producción debido, entre otras cosas, a los elevados precios de la energía.
Esto se ha transformado en una amenaza creciente del rubro y lo pone en una posición de desventaja frente a sus competidores más directos. Según datos de los que dispone la industria, Chile es el país con los mayores costos de la energía de toda la región. A junio de este año, en Chile se pagó en promedio un precio spot de US$ 137,54 por MWh, mientras que en Perú este valor llegó a los US$ 24,94 por MWh.
Es más, fuentes del mercado aseguran que en los próximos meses se comenzarían a negociar contratos con tarifas que podrían aumentar un 40% respecto de los actuales valores.
Todo este debate será abordado en el Foro Anual de la Industria que se realizará el próximo martes 27 de agosto y que tiene por título “Movamos las industrias: el desafío de una nueva política industrial para Chile”. En el evento estará como principal orador el experto chino Justin Yifu Lin, ex economista jefe del Banco Mundial entre 2008 y 2012. Además, tendrá como panelistas a los economistas Klaus Schmidt-Hebbel, Andrés Velasco y Gonzalo Sanhueza.

Obviando el hecho de ser una campaña publicitaria pro rebaja de costos de energía vía incentivos, subvenciones o construcciones de centrales termo o hidro eléctricas, esto es interesante.

El PIB mide consumo o gasto, independiente del origen de este. Es por esta razón que alguien tiene que hacer algo que produzca capital real sobre el cual generar la expansión de crédito. Una economía no se puede sostener sólo en consumo. Esa es una de las grandes problemáticas de mirar indicadores como el PIB para ver la salud de una economía.

Como se produce ese output de venta de cosas?. Depende de las ventajas con las que cuente cada economía.

Puede Chile competir en manufactura y no solo en materias primas (aka cobre)?. Depende del posicionamiento que se quiera. Si es uno de productos baratos, no. Asia revienta a todo el mundo en esto. Si es un producto industrial de calidad, si. Tenemos dos problemas para eso. Hay que competir con potencias consolidadas en esto, que son Alemania, USA y Japón. Y nuestras propias deficiencias en términos logísticos, energía y principalmente capacitación.

Entonces, que hacemos?

Traer a las empresas de manufacturas de marcas industriales consolidadas acá, para que nos “capaciten” en como se hacen las cosas. Eso tiene un costo que se debe asumir, algo así como aprendizaje guiado, vía garantías en impuestos, subvenciones a mano de obra calificada y un largo etcétera. Es la única forma en que operarios chilenos sean educados de verdad en lo que significa trabajar en una línea productiva de clase mundial, al igual que técnicos y profesionales. En general en países desarrollados en esto, la verdadera educación y capacitación se realiza en las mismas líneas de producción.

Ciertamente, productos con alto valor agregado generan mejores ingresos en general. Es deseable desarrollarlos. Sólo que no hay que inventar la rueda, o pensar que una educación curricular puede suplir el participar de verdad en industrial de alta exigencia en calidad. Eso se aprende haciendo, no leyendo.

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2 comentarios:

  1. En Alemania los trabajadores no "profesionales" (me refiero a sin titulo universitario) son altamentente calificados y no tienen ni 4to medio (tan exiguido en Chile hasta para trapear en un supermercado). Cuando cumplen 16-17 se insertan en un sistema de aprendizaje de 3 años donde trabajan en la industria como aprendices, tienen una capacitación teórica de aproximadamente 2 meses en forma anual, que paga la empresa que los tiene contratados !!!!!, e incluso ganan sus pocos pesos mientras se capacitan. A la edad de 19 años ya son profesionales altamentes calificados, listos para trabajar como cualquier otro y no le deben un peso a nadie !!!!
    No sería mala idea como sistema para Chile, revolucionaría toda nuestra educación, tendríamos jóvenes profesionales capacitados realmente para la industria.... O NO, pero los privados no podrían cobrar esa enorme cantidad de plata por una educación que da verguenza !!!!

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    1. Shhhhhh... no se lo digas al movimiento estudiantil y a quienes quieren educación gratuita universitaria para everybody, puedes ser increpado duramente por decir una herejía como esa...sin considerar el ataque de las instituciones sin fines de lucro...

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