@latercera
“¿De qué sirve ahora que se me ofrezca el mundo entero?”, dijo ayer el padre de Aylan Kurdi, el niño sirio de tan solo tres años que apareció muerto en una playa de Turquía, mientras huía de su país junto a su familia la semana pasada.
Miguel Jaksic, director del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) de Chile, dice que la crisis migratoria que se vive en Europa debe servir para preguntarse ¿Cómo estamos tratando a los inmigrantes en Chile?. Según las estimaciones de la SJM, si la curva de crecimiento se mantiene, de aquí a 2023 estiman que nuestro país alcanzará el millón de migrantes. (ver infografía).
“Si proyectamos el crecimiento de aquí a ocho años vamos a estar cerca del millón, ése es nuestro cálculo. Porque las cifras de crecimiento anual no son lineales sino que exponenciales, cada año van entrando más extranjeros y eso que no estamos contabilizando la población que está en situación migratoria irregular”, dijo Jaksic, quien agrega que nos estamos transformando en un país de acogida en forma muy rápida, porque pasamos de 192 mil extranjeros en el Censo de 2002 a casi medio millón hoy.
Según los datos obtenidos por el SJM vía Ley de Transparencia, a la fecha existen 477.553 extranjeros en el país. El año pasado, 36.024 recibieron su permanencia definitiva y 137.972 su residencia temporal.
En este escenario, Jaksic plantea que se hace necesaria una ley migratoria moderna, porque la actual es la más antigua de América Latina y ve al migrante como una amenaza. A su juicio, el nuevo marco debe abordar temas como la interculturidad. “No es lo mismo atender un parto de una mujer chilena que el de una haitiana”, explica el sacerdote jesuita.
Inmigrantes OCDE
Si bien la inmigración más numerosa proviene de Perú y crece la de países caribeños, como Haití y República Dominicana, hay otros fenómenos migratorios emergentes, como la llegada de ciudadanos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que agrupa a 34 naciones, entre ellas Chile.
Hoy suman 22.423 ciudadanos. En 2005, llegaron solo 1.652 y el año pasado 3.863. España está a la cabeza, le sigue EE.UU., México, Francia, Alemania y Corea del Sur. Sin embargo, al revisar el crecimiento porcentual, la República Checa lidera el crecimiento con un 440% en 2014, le sigue España con un 197%, luego vienen Holanda y Austria con un 183% y 165% respectivamente.
“Es cierto que la magnitud de esta migración es reducida si la comparamos con la migración sudamericana, en torno al 10% del total, pero estas igualmente vienen a confirmar el lugar que Chile tiene en el contexto internacional”, dice Rodrigo Sandoval Ducoing, jefe del Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior, quien precisa habrá que esperar un tiempo para ver si se transforma en tendencia.
¿Se estanca Perú?
Aunque los peruanos lideran la inmigración en Chile, son otras las nacionalidades que más crecen porcentualmente a la hora de obtener la residencia definitiva, en los últimos 10 años. Este tipo de residencia crece en un 76.200% en el caso de los haitiano, le siguen los dominicanos (3.851%), y en tercer lugar aparecen los colombianos (1.349%).
El caso de Haití es conocido, si ya era un país pobre económicamente, el terremoto de 2010 terminó por desplomarlo y provocar la salida de muchos de sus ciudadanos. El pronóstico para República Dominicana, su país vecino, no es mejor, porque podría transformarse en una nueva Grecia, según un informe de la organización Jubilee Debt Campaign debido a su alta deuda pública.
En cambio, la migración desde Perú ya no es tan intensa (solo creció un 124% en la década en residencias definitivas) porque ha mejorado la economía en este país, lo que ha significado que chilenos migren a este país e incluso a Bolivia, por la explotación de hidrocaburos, fenómeno que se está viendo en los últimos dos años.
Se buscan inmigrantes
Sandoval señala que según un estudio de la Fundación Avanza Chile, en 10 años más, considerando las tasas de creación de empleo actuales y los índices de natalidad cada vez más bajos, en el mejor escenario, sólo se podría cubrir el 35% de los puestos vacantes que dejarán los adultos que cesen de laborar en la próxima década. “Por lo tanto, en 10 años más vamos a estar compitiendo con otros países de las región por quién es más atractivo para ellos, como Canadá que está otorgando permanencia definitiva para determinadas profesiones porque las transitorias no eran atractivas”, explica.
Para enfrentar este fenómeno el gobierno prepara una nueva ley migratoria (que se verá a comienzos de 2016 en el Congreso), que vea este proceso como una oportunidad y con todos los organismos estatales coordinados para abordar el fenómeno. Las aristas que tiene el proyecto son muchas, pero ejemplo, debería permitir la regularización de los títulos profesionales. “Piensen en las trabajadoras de casa particular peruanas ¿hay algo en el gen peruano que hagan que tengan buenas empleadas de casa particular? No, lo que pasa es que tenemos psicólogas, psicopedagogas, que son de nacionalidad peruana, que no le reconocemos sus títulos”, dice Sandoval.
Frontera permeable
Los países que lideran las expulsiones son Bolivia, Perú y Colombia, con 8.940, 7.746 y 3.994, ciudadanos respectivamente, entre 2005 y 2014. Romulo Montenegro, subcomisario del Departamento de Policía Internacional de la PDI, señala que los ingresos ilegales se realizan en forma clandestina y con documentos falsos. El primer mecanismo es el preferido en un 85% y es preferentemente utilizado por los dominicanos. Bandas criminales los cruzan de noche por Colchane (Iquique) que cobran entre 2 mi a 3 mil dólares. Esta es la zona caliente del ingreso ilegal en Chile.
La ley castiga severamente el ingreso clandestino. Una vez detectada la infracción los extranjeros quedan sometidos a la obligación de firmar una vez al mes en las unidades a la espera de la resolución de expulsión, que puede tomar hasta ocho meses.
Miguel Jaksic, señala un migrante que está en situación irregular debería entrar en un proceso de regulación y afirma que como ONG han ganado todos los recursos presentados porque los jueces han aplicado los tratados de derechos humanos que Chile ha firmado.
Comunidad siria valora ayuda de Chile
Una serie de reacciones generó el anuncio del Canciller Heraldo Muñoz quien confirmó a La Tercera que estudian una fórmula de ayuda en el corto plazo a ciudadanos sirios. El ex ministro Sergio Bitar, descendiente de sirios, dijo que esperan recibir entre 50 y 100 familias.
La colectividad Siria en Chile, representada por la Sociedad de Beneficencia Siria y el Club Sirio Unido agradecieron la voluntad del gobierno e hizo de inmediato una petición: “Hacemos un llamado al Gobierno para que liberen a la brevedad posible el otorgamiento de Visas a familias sirias que tienen amigos y parientes en nuestro país”, dijo el vocero Hernan Maluk.
Esta agrupación ya tiene un Plan de Inmigración propio que atiende a 35 personas y ya los ha apoyado con sus papeles legales para vivir en Chile.
Asimismo, tanto el diputado PPD Jorge Tarud, miembro de la comisión de Relaciones Exteriores, como su par de RN José Manuel Edwards, manifestaron su apoyo a la decisión de prestar ayuda como país a los refugiados.
En realidad es un tema complejo el de la inmigración. Por un lado es importante recibir sangre nueva que llegue con espíritu emprendedor, que es en general lo que tiene quien está dispuesto a abandonar su país para buscar suerte en otro.
El problema surge cuando quienes llegan lo hacen esperando recibir beneficios sociales gratuitos. O con una cultura demasiado diferente y que no están dispuestos a adaptarla al país que los recibe.
Es lo que pasa en Chile con los distintos tipos de inmigrantes. Los asiáticos y europeos vienen, en general, a emprender. Los vecinos latinoamericanos a trabajar en labores básicas y enviar el dinero ganado a sus países de origen, por lo que gastan lo menos posible en Chile y por tanto usan y abusan de los sistemas y beneficios públicos para este fin.
Es un problema de los inmigrantes??? Claro que no.
El problema es del país que recibe a los inmigrantes y que no plantea ni adecúa sus leyes al respecto.
Obviamente nos gustaría recibir como país a inmigrantes de países desarrollados que nos aporten algo que no tenemos. Pero eso es lógicamente difícil dado que uno emigra en general a países de mayor riqueza, no de menor.
No nos gustaría recibir a gente de países menos desarrollados, o ricos, que nosotros porque en rigor no aportan nada diferente de lo que ya tenemos e incluso pueden importar costumbres que no queremos. Pero este es el flujo lógico de inmigración.
No se puede evitar.
Una de las cosas interesantes que se podría hacer es promover la inmigración activamente en países desarrollados. Tenemos excelente infraestructura y algunos de nuestros climas y paisajes son en extremo parecidos a los de estos países. El programa Start Up es un excelente inicio.
Y que los inmigrantes ilegales no reciban absolutamente ningún beneficio social. Con sanciones durísimas a quienes los empleen.
Eso obligaría a que el proceso de inmigración fuese más controlado, y que quienes ingresan aporten al país vía impuestos su parte.
No es ningún problema la inmigración si se plantea de manera correcta el aporte que puede entregar. Tanto de países más desarrollados como los de menos fortuna.
Esto es diferente de la crisis actual en Europa, que es un tema humanitario y no económico como es la inmigración en Chile.
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