Esta semana en el Consejo Constitucional comenzaron a probar el sistema electrónico de votación. La idea es que no surjan problemas cuando inicien las votaciones de las más de mil enmiendas al anteproyecto de la Comisión Experta. Esta nueva etapa llega cuando al interior del Consejo escaló la tensión entre oficialismo y los republicanos, luego que los consejeros Antonio Barchiesi y Luis Silva postularan que el PC estaba "pavimentando" un camino para restarse del proceso. Desde el oficialismo creen que es una estrategia para quebrar a Unidad para Chile, el pacto de PS, CS, RD y PC. El lunes, ante la prensa, defendieron el bloque, criticaron a los republicanos y emplazaron a Chile Vamos a definir qué rol tomarán: si, en palabras de Yerko Ljubetic (CS), decidirán "seguir subordinado a la mayoría republicana o usar el espacio para construir". Y ayer emitieron una declaración donde pidieron postergar las votaciones y avanzar en acuerdos en, al menos, siete puntos. También afuera del Consejo los ánimos comienzan a inquietarse. Esta semana hubo declaraciones desde la centroderecha (incluidos exministros del gobierno de Sebastián Piñera) y la centroizquierda (Amarillos, Demócratas e independientes) en que urgen a los consejeros a conseguir un acuerdo mayoritario que origine un texto transversal y con perspectivas de aprobarse en diciembre. Todo esto ocurre a días de que se cumpla el primer aniversario del plebiscito del 4 de septiembre en que el 62% de los votantes rechazó la propuesta de la Convención. Entre quienes impulsaron esa opción, varios destacan que una de las virtudes del Rechazo fue que este unió a fuerzas de distintos sectores. Y eso es lo que esperan destacar en distintas actividades con las que conmemorarán el 4-S, con llamados a recoger esa mirada transversal en el nuevo proceso que ven estancado. Las reflexiones a un año "El 4-S, el día que la ciudadanía salvó el futuro de Chile" es el nombre del evento que organizan la Coordinadora puentes de participación ciudadana y la Casa Ciudadana, quienes apoyaron el Rechazo. Esta actividad se realizará el 4 de septiembre a las 8:30 de la mañana en el hotel Almacruz, en Santiago. Entre los invitados están los presidentes de partidos Sergio Micco (Amarillos por Chile), Ximena Rincón (Demócratas), Gloria Hutt (Evópoli), Javier Macaya (UDI), Francisco Chahuán (RN) y Arturo Squella (Partido Republicano), además de Hugo Alcamán (presidente de Enama), Ingrid Bohn (directora de “Con mis hijos no te metas”), Adolfo Alvial (vocero de “Gente del sur”), los exconvencionales Bárbara Rebolledo y Bernardo Fontaine, y Claudio Salinas, director ejecutivo de la Coordinadora. Para Salinas, "el Rechazo ha sido la decisión más importante desde el retorno a la democracia". Por eso insta a que quienes impulsaron el voto en contra en 2022 entiendan "lo mucho que nos jugamos en diciembre. El Consejo desempeña un rol clave, debiendo sintonizar con la ciudadanía para que nos sintamos representados en el proceso y en las discusiones en curso. Una señal indiscutible será el tratamiento que les den a las iniciativas populares de normas", afirma. Por su parte, Micco destaca que el 4-S dejó la lección de que "los países no se hacen a partir de la nada, de una tabla rasa, y que, además, las grandes naciones son aquellas que desean vivir juntas, sin que unos quieran imponer sus ideas e intereses a los otros", aunque considera que el proceso anterior mostró más qué nos dividía a qué nos unía. "Espero que este enorme vacío sea llenado hoy", añade. Cree que es "evidente que, si los actuales consejeros privilegian sus ideas e intereses por sobre acuerdos básicos comunes, la ciudadanía rechazará el proyecto que se le presente. Si ya es difícil que se apruebe un nuevo proyecto constitucional, es imposible que ello ocurra si nuestros representantes se dividen con escándalo y en torno a cuestiones políticas que sean extraordinariamente lejanas de las necesidades y demandas de las grandes mayorías". Hugo Alcamán fue uno de los representantes del pueblo mapuche que respaldó el Rechazo a la propuesta de la Convención que incluía normas como la plurinacionalidad, justicia indígena y autonomía territorial. El dirigente siente que con el Rechazo “contribuimos a la paz, democracia y progreso integral del país”, ya que “la forma como se pretendían instalar dichos derechos claramente colisionaba con los de la mayoría de los chilenos no indígenas, lo que, inevitablemente, agravaría los hechos de violencia en la macrozona sur y conflictuaría la relación entre indígenas y no indígenas”. Y piensa que es difícil predecir el resultado de diciembre, con un proceso que ve alejado de la ciudadanía. Fontaine es más optimista, pues asevera que “están todos los elementos para que este nuevo texto refleje lo que quieren los ciudadanos”, de aprobarse normas sobre seguridad, derecho a elegir en salud, entre otras. El evento de la Coordinadora no será el único: la UDI prepara un video recordando el 4-S, más una actividad con la prensa que sería en la sede del partido. La consejera Ivón Guerra plantea que “el espíritu de la UDI para el 4-S es que los chilenos no estamos por cambios radicales que hipotequen lo que hemos construido”. Entre consejeros de derecha se comenta que hay que incentivar el voto a favor, porque sería una oportunidad de terminar con la crítica de ilegitimidad democrática que por años ha cargado la Carta vigente más allá de las reformas. También, exconvencionales que optaron por el Rechazo estarían coordinando un encuentro, probablemente un almuerzo, y distintas casas de estudio están planificando seminarios y conversatorios para analizar las lecciones que dejó el plebiscito de 2022. La mirada desde la izquierda El 4-S fue histórico por varias razones, además de la alta participación —sufragaron más de 13 millones de personas—, fue la primera vez que la ciudadanía, en votación popular, rechazó una propuesta de nueva Constitución, hecha por una inédita Convención. Algunos afirmaron, asimismo, que fue la mayor derrota electoral de la izquierda local. Otros, que significó el cierre de un proceso que comenzó hace más de una década. En diciembre pasado, el historiador Luis Thielemann expresó en un foro sobre Marx que "más allá de cualquier apuesta que haya tenido uno al ciclo 2011-2022, con el 2019 en el medio, la apuesta que haya sido se cerró". En la izquierda el plebiscito es una fecha para no recordar. Ese día, como lo han hecho en los años anteriores, el PC, por ejemplo, conmemorará la elección de Salvador Allende en 1970 y marchará hacia la estatua del expresidente frente a La Moneda. El secretario general del PC, Lautaro Carmona, reflexiona que en el proceso anterior hubo aspectos por mejorar en actitud y redacción, pero que "la esencia de las propuestas que estaban en la elaboración de la Convención era infinitamente avanzada y ajustada a los tiempos políticos de Chile y el mundo". Y agrega: "Lo que surge después, incluyendo los bordes, está muy por debajo de lo que debe ser una Constitución que, en la versión anterior, había logrado en muchos tramos esos avances". En el ex-Congreso, actores de la izquierda piensan que relacionar el actual proceso con el de la Convención no es bueno, dada la mirada negativa que mantiene la gente sobre esta última. Eso sí, algunos sacan lecciones. Para el consejero socialista Alejandro Köhler, a modo personal, "la experiencia de la Convención ha sido un referente permanente en este proceso". Agrega que en la Convención "se reflejó cierta inmadurez política que se tradujo en que las fuerzas de centroizquierda pasaron máquina", existieron conductas "inadecuadas" y aspectos que generaron "cierto temor a una refundación de Chile". Igualmente, dice que hubo "una estrategia comunicacional de la derecha muy fuerte". Este artículo es parte del suplemento Crónica Constitucional publicado por el diario El Mercurio el viernes 25 de agosto de 2023.
Este es el evento más importante en la historia moderna del país, y probablemente desde el 73, y nos diferenció de todo el resto de occidente.
Puso de manifiesto una realidad que solo se suponía. Y en algún momento se llegó a dudar.
La enorme mayoría del país tiene los mismos valores core y que son completamente opuestos a los extremos progres y de izquierda marxista.
Ahora, el país es indivisible. Cuando eso es externalizado, y caminas por todos lados y sabes positivamente que la enorme mayoría piensa como tu en esos valores core, ya no hay posibilidad de dividir al país.
Lo que lo une ahora es el anti octubrismo. Y cada vez que los octubristas intentan atacar a todo el resto, más compacta se vuelve esa unión.
Es lo que comentaba en algún LIVE. Los políticos perdieron absolutamente TODO el leverage emocional sobre la sociedad. No pueden inducir ninguna emoción, y por ende divisiones, salvo tal vez desprecio.
Especialmente los de izquierda extrema octubrista que son minorías. Cada vez producen más desprecio y rechazo en ese bloque compacto de valores core, que es una ENORME mayoría del país.
Ya no nos pueden dividir. Y fueron ellos mismos los que testearon hasta el límite al país y su suerte, tal como, cada vez me parece más, que testearon su suerte en el golpe apostando a la división del país y de las FFAA´s y que podrían salir triunfantes de ese conflicto.
La misma apuesta. Que habían llevado al límite y dividido lo suficiente al país como para imponer sus ideas.
WE WON…FOR GOOD…
Esta vez, sin tener que derramar sangre inocente y de manera completamente innecesaria. Fue con un plebiscito y democracia directa. Como tiene que ser. Y como va a ser en el futuro cercano después que nos deshagamos de la representatividad, que no representa a nadie, y tomemos las decisiones nosotros mismos.
THEY Never fought us not us united…
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ResponderEliminarAnon...
EliminarThey will not force us
They will stop degrading us
They will not control us
We will be victorious
https://www.youtube.com/watch?v=w8KQmps-Sog
Somos el resultado de 100 años o un poco más 150, de ver como hemos transitado por distintos tipos de sistemas económicos traidos a estas tierras.
ResponderEliminarLibro rey de la patagonia, nos muestra una época de explotaciones de haciendas en la patagonia y que se puede extrapolar a todo chile en distintos rubros, como carbon , salitre, balleneros y pesca; todo en manos de pocos y que fomentaron el conservadurismo pechoño que era algo normal de esos tiempos. Pero esos tiempos y abusos pasaron la cuenta y aparecieron personajes imbuidos de ideas nuevas (no las mejores tampoco) que buscaron que esa explotación no fuera tan brutal para el trabajador, y empezaron a respirar algo nuevo que luego llamaron socialismo y en su versión mas extrema.comunismo (casi lo mismo que conservadurismo extremo, por eso me rio de los comunistas que dicen que son superiores moralmente ).
Lo anterior llevó a Chile a décadas de ingobernabilidad y golpes de estado y tentativas de golpes, posterior a la guerra civil del gobierno de Balmaceda, un exponente fue Marmaduke Grove, militar fundador del partido socialista en Chile (si, militar). Si hago retrospectiva creo que desde los tiempos de marmaduke podemos enebrar todo el proceso que llevó a una serie de políticos termocefalos ansiosos de poder que pusieron a Allende a la cabeza de un gobierno con los resultados ya conocidos.
Lo que quiero decir, que efectivamente mi sensación es que Chile no quiere conservadurismo por la brutalidad con la que operaron y tampoco comunismo ni socialismo extremo por las mismas razones de brutalidad e insensibilidad. Luego somos socialistas nacionalistas, que no se malentienda como nacionalsocialismo adolfiano. Nos sentimos cómodos con la distribucion de recursos producto de impuestos siempre que sea bien usado en un estado pequeño para labores de necesidades basicas, sin dañar el patrimonio del aportante, y por efecto Chile y los chilenos tengamos un mejor pasar y calidad de vida ( con inmigración controlada).
De las muchas observaciones que hace Adyaner, me viene ahora en mente aquella que indica que esos bloques políticos con muchos partidos con ideas en "común" terminan en desastrosa chacra a diferencia de un bloque de dos o tres partidos máximo con idea en común.