Nunca ha funcionado y nunca funcionará, por que la economía sumergida o mercado negro no es un fin en si mismo, es la consecuencia de mercados quebrados y el esfuerzo de los ciudadanos de acceder a los bienes y servicios que de otra manera tienen una distorsión astronómica o simplemente no están disponibles, por lo tanto son la respuesta a las distorsiones provocadoras por las regulaciones y controles en desesperación. Cuando existen impuestos desproporcionados, restricción y control de capitales y otros tipos de idioteces de gobernantes ansiosos por recolectar más impuestos y que los precios no se escapen de las manos, surgen estas medidas. Lo dicho, la historia está llena de estos ejemplos, lo increíble es que una y otra vez lo intenten, realmente la historia no se repite pero rima muy bien, y eso es porque nos negamos a ver en el pasado el catálogo de soluciones que existen para los mismos problemas que los antiguos resolvieron. Y si la historia es un referente, España está a punto de entrar en días muy grises, al igual que Europa.
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