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China sorprendió ayer a los mercados al devaluar el yuan, en una medida que cumple el doble objetivo de apuntalar a los exportadores, y por lo tanto estimular a la economía, e impulsar el rol del mercado. Pero esto aumenta la presión sobre sus vecinos exportadores, lo que podría provocar una escalada de la guerra cambiaria.
El banco central recortó su tasa de referencia diaria en 1,9%, lo que generó que el yuan bajara 1,8%, su mayor caída intradía desde que China puso fin al sistema cambiario dual en enero de 1994. El Banco Popular de China argumentó que el yuan es fuerte frente a las demás divisas "y se está apartando de las expectativas del mercado". Eso justifica modificar el precio del punto medio de la moneda "para satisfacer las necesidad del mercado", explicó. Además, aseguró que esta acción es "de una sola vez".
Tras el anuncio, las monedas de Corea del Sur, Australia y Singapur bajaron al menos 1% por las apuestas de que otros países de la región busquen debilitar sus propias divisas para mantener a sus exportaciones competitivas. Los commodities, en tanto, bajaron en medio de la especulación de que la debilidad del yuan erosione el poder de compra de los consumidores chinos.
"Esto muestra cuán desesperado está el gobierno por el estado de la economía", dijo Fraser Howie, analista de China y coautor de "Capitalismo Rojo", a Financial Times.
La devaluación se produjo después de que el fin de semana surgieran datos que mostraron que las exportaciones de China bajaron 8,3% en julio, golpeadas por la menor demanda de Europa, Estados Unidos y Japón, y que los precios al productor suman cuatro años de deflación.
Quiebre en la política
La devaluación revirtió la política previa de apuntalar el yuan para impulsar el consumo doméstico, desalentar la salida de capital y sostener el argumento de que el yuan debe tener estatus de moneda de reserva oficial en el Fondo Monetario Internacional.
En los últimos cuatro trimestres el gobierno ha desviado US$ 300 mil millones de las reservas del país en moneda extranjera para intervenir en el mercado cambiario, lo que ha permitido que el yuan sea la moneda con mejor desempeño en los mercados emergentes.
Uno de los mayores riesgos de la devaluación es una salida masiva de capital, lo que podría desestabilizar al sistema financiero. Tom Orlik, economista jefe para Asia de Bloomberg Intelligence, estima que una depreciación de 1% en el tipo de cambio real efectivo (una medida que se ajusta por inflación y comercio con otras naciones) impulsa el crecimiento de los envíos en un punto porcentual con un retraso de tres meses. Al mismo tiempo, una caída de 1% frente al dólar desencadena la salida de flujos por US$ 40 mil millones.
Pero, afirmó Orlik, las autoridades podrían recurrir a las reservas del país para contrarrestar la fuga de capital.
Guerra cambiaria
Otro riesgo es que se produzca una escalada de la guerra de divisas. "La acción de China resonará en los mercados de divisas globales y señalará que uno de los últimos bastiones de las grandes economías podría estar tirando la toalla y uniéndose a la lucha por intentar usar las políticas cambiarias como una herramienta para contrarrestar la debilidad del crecimiento", dijo Eswar Prasad, ex líder para China del FMI, a FT.
El propio primer ministro Li Keqiang había advertido a FT en marzo que China no puede "depender de nuestra moneda para impulsar las exportaciones". "No queremos ver un escenario en el cual las grandes economías tropiecen entre ellas para devaluar sus monedas", aseguró Li. "Eso provocaría una guerra cambiaria, y si China se siente obligada a devaluar el yuan en este proceso, esto no sería bueno para el sistema financiero internacional", dijo.
La debilidad de los datos económicos podría explicar en parte el cambio en la estrategia de los líderes chinos.
La decisión marca además un cambio en la política de las últimas décadas del Partido Comunista en momentos de crisis. Durante la crisis asiática de 1997 China no movió su tipo de cambio, pese a las devaluaciones competitivas en el resto de la región. Tampoco lo hizo durante la crisis financiera global de 2008. Lo hizo ahora, cuando el país enfrenta una desaceleración interna.
Por eso, algunos analistas, como los de Capital Economics, aseguran que el cambio responde sólo a un tecnicismo, y no tiene la intención de impulsar las exportaciones. Otros, esperan a ver si efectivamente la devaluación es una acción "de una sola vez".
LUJO, AUTOS Y MINERAS ENTRE SECTORES MÁS GOLPEADOS
Las compañías extranjeras que operan en China, las empresas de materias primas y las aerolíneas locales serán las firmas más perjudicadas por la histórica devaluación del yuan.
Las acciones de las automotrices europeas, los manufactureros de lujo y de las compañías industriales se hundieron tras el anuncio, ya que la caída de la divisa reducirá el valor de sus ventas en el país en el corto plazo y hará a los productores domésticos más competitivos.
El grupo LVMH lideró los derrumbes entre las firmas de lujo con un descenso superior a 5%, seguido por el fabricante suizo Swatch Group, que bajó 5,1%. Kering, dueño de Gucci, retrocedió 3,9%.
La alemana Daimler se desplomó 5,2%, BMW declinó 4,3% y Volkswagen disminuyó 3,9%.
"La reacción de las acciones de lujo y de autos es muy fácil de entender", afirmó a Bloomberg Anne d'Anselme, administradora de dinero de Cogefi Gestion. "Esos son los sectores que hasta ahora han tenido un muy buen desempeño y están expuestos a la desaceleración china", explicó.
Las firmas de materias primas también acusaron el golpe en medio de las especulaciones que la debilidad del yuan mermará el poder adquisitivo de los consumidores chinos. Las mineras que transan en Europa cedieron más de 3%, con los papeles de Glencore hundiéndose más de 7%.
Dentro del mercado chino, las aerolíneas serán las grandes perdedoras ya que la devaluación aumentará el tamaño de la deuda denominada en dólares, según Wenjie Lu, estratega de UBS.
Las acciones de China Southern Airlines se derrumbaron 18,1%, su mayor caída desde 2001. China Eastern Airlines cedió 16,4% y Air China descendió 12,8%.
A fines de 2014, 93,3% de la deuda de China Southern era en dólares, frente a 97,2% de China Eastern y 72,8% de Air China, según sus informes anuales.
Oh boy…
Ahora es cuando realmente comienza a verse ese periodo en el tiempo en el cual las deudas contraída en USD por todo el mundo emergente, China incluido, empiezan a pesar de manera grotesca en los resultados.
China es realmente el último emergente que tiene que caer antes de comenzar el rally final del USD y los activos denominados en el.
Entramos en fase de corrección de los mercados financieros al parecer, y a la última etapa de burbuja en los bonos, cortos, de gobierno.
No es algo automático por supuesto.
El primer hito de toda esta tendencia de las deudas globales es Grecia. Desde 2010 viene indicando que el problema real es el volumen de deuda denominada en un divisa que suba o fortalezca. En el caso de Grecia, su deuda original en Dracmas fue transformada a Euros, el que subió casi al doble durante la primera década, es decir, para todos los efectos prácticos su deuda se duplicó solo por el hecho de la redenominación. Después del 2008, todo el mundo comenzó a endeudarse en USD por las tasas y la relativa debilidad de la moneda durante ese periodo en comparación al resto. Hoy, todo el mundo está en la misma posición en la que estaba Grecia. Con una deuda denominada en la moneda más fuerte del planeta y con un potencial enorme de subida. En medio de una deflación global que reduce los ingresos en la moneda en la que está denominada la deuda.
We are fucked…
Es solo cuestión de tiempo hasta que los fusibles de la economía mundial comiencen a saltar uno por uno, cuando los capitales se comiencen a mover de manera caótica por todo el espectro de los activos disponibles en búsqueda de desempeño y principalmente de seguridad.
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Y nadie lo vio venir...En realidad me parece típico de las fallas multisistemicas, uno monitorea lo que supone va a fallar, pero la sorpresa viene siempre por otro lado, precisamente por que todo está afectado. La guerra cambiaria está en curso hace muchos años, basta ver lo que hizo el BCE para bajar el Euro de 1,40 a 1,10, y creo que funcionó bastante bien. Japón hizo lo mismo con su Yen, y Estados Unidos antes, de modo que China ha sido, como suele ser, bastante paciente hasta ahora. El motor de China son las exportaciones y falta mucho para que alcance la masa crítica para vivir de su mercado interno. Ya sabemos que la torta mundial no va a crecer de modo que la guerra es por las partes del mercado, y las divisas son un arma de venta potente, y más rápida que las ganancias en innovación y productividad. Como lo explicaste en un post acá, el verbo clave es VENDER, VENDER y VENDER. Nos queda claro ahora de que ya no hay locomotora en ninguna parte que tire el mercado mundial para arriba. Todos están luchando por lo mismo, por ahora de manera "soft", pero casi seguro que luego de manera "hard"...
ResponderEliminarTodo se está complicando, pero pocos aún se dan cuenta de que la fiesta del crédito está por terminar.