Pacientes de Fonasa llegan a cinco millones en clínicas y superan a los de isapre

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@latercera

Trece millones y medio de personas están inscritas en el Fondo Nacional de Salud (Fonasa) o seguro público. Y lejos de atenderse sólo en hospitales, la población adscrita prefiere acudir a centros privados. Así lo establece el último balance de Clínicas de Chile, entidad que agrupa a los principales prestadores del país, quienes han presentado un sostenido aumento de demanda de esa población.

De acuerdo al informe de la entidad, un total de 5 millones 23 mil usuarios se atendieron en algún prestador de tipo particular en 2014, mientras que los afiliados a isapres llegaron a 3 millones   308 mil personas (ver infografía).

Según el reporte, los beneficiarios de Fonasa acuden, principalmente, a consultas médicas y a realizarse exámenes de diagnóstico. En una mínima proporción queda el uso de días cama, es decir, prestaciones relacionadas con la hospitalización por intervenciones complejas, lo que se explica por la baja cobertura que entrega Fonasa en esa área.

Alfredo Schönherr, presidente de Clínicas de Chile, dice que la preferencia por el sector privado se da porque “cuando las personas disponen de más recursos, demandan más salud y buscan una mejor atención”.

Otro factor que incide, dice Schönherr, es que las personas no entran a una lista de espera en los recintos particulares. “Por eso pensamos que se deberían resolver a través del sector privado los casos de pacientes que aguardan por una solución a su problema de salud. Tenemos capacidad y la disposición de ofrecer otro nivel de precios”, añade.

Hoy, los usuarios con enfermedades que no están en el Plan Auge y que esperan  una cirugía llegan a 247 mil beneficiarios. De ellos, 19 mil personas están pendientes desde 2012, lo que llevó al Ministerio de Salud a impulsar un plan de resolución de los casos con más retraso, mediante un convenio con los hospitales de las Fuerzas Armadas y mutuales.

En Fonasa explican que mayor cantidad de beneficiarios utiliza las consultas médicas porque a través de la modalidad Libre Elección está fijado “un nivel de pago de bolsillo relativamente bajo y el seguro público cubre el resto”.  En cambio, añaden que sólo 80 mil personas usaron los “días cama” en cuanto a lo hospitalario, pues la cobertura del seguro en esa prestación es reducida y no es conveniente para los pacientes, que pueden optar, para ello, a la red pública.

Emilio Santelices, académico de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, afirma que una solución a las personas que están esperando una atención en el sector público “se podría resolver en el área privada. Para esto, Fonasa debiera tener la capacidad de manejar un mayor presupuesto para comprar servicios para intervenciones quirúrgicas”. Santelices añade que la cobertura para los usuarios de Fonasa en la modalidad de Libre Elección en cuanto al ámbito hospitalario debería ser más alta en las clínicas “lo que llevaría a que más personas pudieran recibir tratamiento a un costo más bajo”.

Ampliación

Dada la alta cantidad de pacientes que demandan consultas de especialidad en el sistema privado, en Clínicas de Chile afirman que los centros han expandido su capacidad para recibirlos.

Alejandro Meyer, subgerente de Desarrollo Comercial de la Clínica Dávila, asegura que por el alza de usuarios que acuden al recinto, ampliarán la infraestructura el primer semestre de 2016: sumarán 149 camas, quedando en 700 unidades, con capacidad para 170 pacientes críticos. También se llegará a 200 salas para consultas médicas.

Otro establecimiento que ha debido expandirse, dado el aumento de la demanda por atención, es la Clínica Las Condes, que este año sumó un nuevo inmueble en calle Estoril, con mayor capacidad en pabellones, además de que proyecta nuevos recintos en Peñalolén y Valle Nevado. Ese prestador ha sumado a usuarios del seguro público cada año, los que utilizaron 14 mil prestaciones, en 2014. Y se contabilizaron 2.430 altas o egresos de los afiliados a esa póliza el año pasado, los que libremente eligieron atenderse en ese lugar.

Hace algunos años escribí esto:

http://adyaner.blogspot.cl/2011/02/la-salud-publica.html

Y es lo que la mayoría de los pacientes Fonasa en clínicas privadas busca.  Atención primaria, exámenes y diagnóstico. Que es lo más barato y sencillo de mejorar. Y si se mejora eso, se mejora también las condiciones que llegan a ser críticas antes de que lo sean en primer lugar, en un gran porcentaje. Lo que mejora la disponibilidad de recursos públicos para el tratamiento de condiciones complejas.

Sería tan sencillo enfocarse en esto para el gobierno, crear un programa de real impacto en el bienestar general y por lo tanto ganar muchos puntos políticos. Pero no. Se enfocan en programas incumplibles, por la extensión y principalmente por la falta de definición precisa de que se busca.

De hecho, si hay algo que cambiar en la constitución, sería la definición de como el gobierno debe promover y buscar una condición saludable, no la corrección de las condiciones de enfermedad. Eso cambiaría el enfoque de como abordamos la salud desde un punto de vista filosófico.

Nos interesa enfocarnos en mantener y preservar la salud. No en corregir las fallas en ellas. No significa que no lo hagamos, pero cambia el enfoque sobre los esfuerzos primarios. Si disminuimos lo suficiente las enfermedades que requieren tratamientos caros o especializados vía prevención, perfectamente se pueden utilizar las instalaciones privadas. Gran infraestructura y cobertura de diagnóstico y tratamiento primario, gran logística para la derivación hacia clínicas privadas en casos necesarios y centros públicos especializados de gran calidad.

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