Colombia se convertirá en la economía principal de más rápido crecimiento de América Latina este año y tuvo una de las recuperaciones más fuertes de la pandemia en la región. Sin embargo, sus ciudadanos acaban de elegir a un presidente radical de izquierda que quiere cambiar su modelo económico.
Esta aparente paradoja se explica por un sentimiento compartido en toda América Latina, según las encuestas : la ira porque los frutos del crecimiento económico no se comparten de manera justa y porque el sistema está amañado para unos pocos privilegiados. Los servicios públicos inadecuados y la corrupción arraigada han aumentado esa percepción. Para desahogar su ira, los votantes han expulsado a los gobiernos en ejercicio y han buscado la salvación en candidatos fuera del establecimiento político.
Perú eligió el año pasado a un maestro de escuela primaria de un remoto pueblo andino, Pedro Castillo, como presidente. Entonces Chile recurrió a un exlíder de la protesta estudiantil, Gabriel Boric. Ahora Colombia eligió a Gustavo Petro, cuyos años formativos los pasó como miembro clandestino de un grupo guerrillero urbano ahora desaparecido (su oponente en la votación del domingo fue un magnate de la construcción excéntrico y alguna vez admirador de Adolf Hitler).
La elección de Colombia es trascendental porque la nación nunca había elegido un presidente de izquierda en su historia moderna. Los partidarios ven su victoria y la de su compañera de fórmula afrocolombiana, Francia Márquez, como una prueba de que la democracia en Colombia finalmente ha alcanzado la mayoría de edad . A los críticos les preocupa que la promesa de Petro de poner fin a nuevas exploraciones de carbón y petróleo, y cambiar a Colombia hacia la agroindustria y el turismo, perjudique a una economía que ya es vulnerable a los altos déficit presupuestarios y de cuenta corriente.
Al final de su campaña, Petro cortejó al centro político y moderó algunas de sus posiciones. Es probable que su falta de una mayoría en el Congreso y la existencia de un tribunal constitucional fuerte y un banco central independiente moderen cualquier impulso radical.
Con las encuestas que predicen el regreso del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva a la presidencia por tercera vez en las elecciones generales de Brasil en octubre, es tentador concluir que América Latina se está inclinando decisivamente hacia la izquierda. Una lectura más precisa es que los votantes están castigando a los titulares; seguirán haciéndolo mientras los niveles de vida no mejoren. Boric y Castillo ya han visto colapsar sus calificaciones en medio de la percepción pública de que no están cumpliendo.
La principal barrera para la reelección del presidente brasileño Jair Bolsonaro a fines de este año no es su ideología de "Dios y las armas", sino la alta inflación y el débil crecimiento. También en Argentina, es probable que los peronistas de izquierda, que actualmente gobiernan una inflación anual del 61 por ciento, sientan la ira del electorado el próximo año.
El mayor problema de América Latina es el crecimiento persistentemente débil y la falta de competitividad. La pandemia golpeó a la región con más fuerza que a casi cualquier otro lugar, pero incluso antes de eso, estaba muy por detrás de otros mercados emergentes. La inversión débil, la infraestructura deficiente, la burocracia agotadora, los sistemas impositivos mal diseñados y la educación inadecuada son los principales culpables.
América Latina está en una posición ideal para beneficiarse de la geopolítica actual. Tiene combustible, alimentos, metales clave y energía renovable en abundancia. Se encuentra cerca del gigante mercado estadounidense pero lejos de conflictos serios. Pero no se beneficiará de estas oportunidades sin reformas estructurales de amplio alcance.
La elección de populistas o ideólogos no ayudará; lo que se necesita es un consenso paciente y decidido para diseñar y ejecutar reformas centradas en el crecimiento en varios gobiernos. Las políticas económicas orientadas a la exportación del sudeste asiático, aunque no su política, brindan un ejemplo a seguir para América Latina.
Lo comentado en el LIVE. Una generación que cree (y fue adoctrinada en ello) que el problema es la desigualdad y que el sistema beneficia a privilegiados y no a quienes llegan donde están no por sus competencias y habilidades sino haciendo trampas genera resentimiento estratosférico cuando ves que los tramposos lo pasan tan bien mientras el resto tiene que usar transporte público y trabajar sobre tiempo.
En una empresa sucede lo mismo. Cuando en la empresa tienes la cultura de echarle la culpa a otros, como el, ventas se sobrepasó¡¡¡ mantenimiento es un asco¡¡ los viejos de producción son unos conchudos y reventaron todas las máquinas¡¡¡ No hay suficientes bonos para incentivar la producción¡¡¡ no tengo suficiente apoyo administrativo para dar vueltas más papeles por día¡¡ Bodega no despacha a tiempo¡¡ ARRGHHHHHHH, Está la la cagada¡¡¡ y del estilo, las empresas comienzan su declive. Cuando tienes una empresa que se enfoca en solucionar los problemas en los procesos sin buscar personalizarlos, comienzan a funcionar en modo de alto desempeño, que sería el equivalente a como funciona un país rico. Si te enfocas en hacer tu trabajo bien, a la primera, aún con las dificultades que puedas tener para ello, en vez de no cumplir y excusarte, comienza una cultura de trabajo sana. La pregunta obvia es, eso genera mejores condiciones??
Sucede algo curioso cuando una empresa llega a ese punto. Los empresarios o dueños en vez de no estar ni ahí con los chacrientos quejones, están interesados en retener ahora a las máquinas de alto desempeño, porque de otras empresas que quieren copiar el modelo y tu desempeño, quieren levantarte el talento que tanto te costó desarrollar. Mejoran las condiciones generales primero. Mejoran los casinos, los espacios recreativos, pero principalmente la función de preservar y reconocer talento para reemplazar a los que se van por mejores condiciones monetarias. Lo que hiciste en una empresa como esa es elevar el valor de mercado de todos sus integrantes y les diste mucha mayor libertad de escoger lo mejor para ellos.
Funciona el capitalismo en ese contexto?
Eso es interesante. Cuando tienes una línea productiva y colocas bonos por turno que ocupan en común esa línea, dejan la cagada. Porque apuran todos los procesos y los desajustan traspasándole el cacho al siguiente, que trata de compensar la pérdida produciendo aún más desajustes hasta el fallo final del proceso. Le puedes asignar bono por producto terminado y validado, pero ahí llega la “corrupción” o compadrazgo con los inspectores de calidad. Cuándo funciona el capitalismo en ese caso? Cuando el bono es a la línea. Sin excusas. Mantenimiento igualmente tiene bonos por sus KPi´s relacionados a confiabilidad. Y calidad por las quejas de clientes en relación al producto, deflactado por la cantidad facturada realmente (descontando las NC) (también es una enseñanza, cuando es absoluto, los de calidad se colocan talibanes y rechazan hasta el más mínimo indicio de posible probabilidad de una traza ínfima de --- se entiende).
Mi punto. Los sistemas se van construyendo. Y se van ajustando de acuerdo a la realidad específica de la empresa. Si tienes puros mormones, tal vez puedas tener incentivos individuales, si tienes puros tránsfugas, tienes que mejorar tu reclutamiento. Cualquier punto intermedio es una combinación de incentivos individuales y grupales.
Pero el factor principal por lejos es el espíritu de no responsabilizar a otros por tus falla y situación personal actual. Aunque así sea.
Ese espíritu perdimos. O nos quitaron. No tiene que ver con los modelos que tengas o implementes. Eso es posterior.
Eso no tiene vuelta.
La generación siguiente es la que tiene que devolvernos a la senda de desarrollo y bienestar. Pero eso debe ser desde los colegios y universidades, que está llena de progres quejones y resentidos…
MMM…
Tal vez la subsiguiente…
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Veo difícil que una generación de copitos de nieve realicen un cambio para mejor, veo que piden retirarse temprano del trabajo porque está lloviendo es una pésima señal. Tengo mi abuela hospitalizada y la he visitado todos los días, para los guardias de la clínica les llama la atención porque voy a visitarla, me cuentan que los jóvenes están ni ahí con los viejos, esa es la generación de cristal, egoísta y floja, dónde el amor a si mismo es mayor a todo. Si queremos empezar un cambio debemos comenzar con nosotros mismos y nuestros hijos, pero para evitar el adoctrinamiento de izquierda en la educación hay que pensar en educar nuestros hijos nosotros mismos, darles tiempo para enseñarles que significa el trabajo y que sean cordiales, no viejos chicos mandnes
ResponderEliminarAdyaner que significa NC en cantidad facturada?
ResponderEliminarMe toco trabajar en una empresa en que nadie hacia nada en el tiempo asigando.
Resulta que los mismo jefes protegian a los amigos/as que no cumplian y sacaban a la gente de un proyecto para ponerlo en otro a lo amigo sin avisar al jefe proyecto o reemplazar al recurso. Y al final tenian el descaro de preguntar porque estaba el proyecto atrasado.
Haberme ido de esta empresa toxica donde el bono anual dependia de lo amigo del jefe fue una bendicion. Ahora estoy en una donde te hacen trabajar con KPI y dashboards y te pagan bonos acordes.
nn
Nota de crédito, es la que te hacen los clientes cuando te devuelven mercadería. Los de ventas hacen mucho eso, venden al final del mes, saturan todo, y es con el arreglo con los clientes de que devuelven la mercadería al mes siguiente. No pocas empresas quiebran por esas tonterías.
EliminarAutopoiesis de Maturana donde un sistema intenta adaptarse al entorno cambiando y mejorando sus procesos para mantenerse con vida. Cuándo se acaba la autopoiesis el sistema muere. Pasa en la célula, en la empresa, en un ser vivo, en la ecología y en el sistema capitalista. Pasa en Matrix cuando el agente Smith se replica en toda la Matrix como el comunismo hasta que rompe la versión de la Matrix para resetearse y comenzar otro ciclo.
ResponderEliminarLatinomarxista foro Sao Paulo con dolar nivel Kaiser, es bonito si con mar caribe, selva y bosques patagónicos y la cordillera, pero su economía y política de sistemas que nunca han funcionado , salimos y volvimos a nuestro origen bananero
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