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Como el buen negociador que dice ser, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, inició el camino hacia su reforma tributaria con una apuesta ambiciosa: rebajar el impuesto corporativo de 35% a 15%.
Se trata, según aseguró ayer el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, de la mayor rebaja en la historia de la nación y un esfuerzo por dejar atrás años de estancamiento. El funcionario dijo que “nuestro objetivo es hacer que las empresas de EEUU sean las más competitivas del mundo. El presidente está decidido a desatar el crecimiento económico”.
Sobre el debate parlamentario, sentenció: “Estamos decididos a avanzar tan rápido como podamos y hacer que esto se apruebe este año”.
De concretarse la rebaja de los tributos corporativos, EEUU podría pasar de tener una de las tasas más altas del mundo, de 38,9% (al considerar el gravamen promedio de los diferentes estados) a una de las más bajas. Entre los países miembros de la OCDE, quedaría sólo por encima de Irlanda, donde las empresas pagan 12,5%.
Pero la iniciativa aún debe atravesar el congreso, donde el tamaño y duración de los recortes podrían variar. El miércoles, en una carta al líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes Paul Ryan, la Comisión Mixta de Impuestos señaló que un recorte de quince puntos generaría déficits de largo plazo, incluso si dura sólo tres años.
En un evento en Washington, Mnuchin señaló que “el objetivo es que estos cambios sean permanentes, pero (...) si los aplicamos por diez años, es mejor que nada”.
“La Casa Blanca tiene su visión”, señaló el miércoles el parlamentario republicano Adam Kinizinger, en una entrevista televisiva. “La de ellos y la nuestra se unirán en algún momento. Probablemente (el resultado) no sea ninguno de los dos, pero con algo de esperanza logrará poner combustible a la economía”.
Detalles de la propuesta
Además del recorte de impuestos corporativos, Trump busca imponer un cobro único de 10% a las utilidades de las empresas en el extranjero, que Bloomberg calcula en unos US$ 2,6 billones (millones de millones). Tras ello, los beneficios de las empresas fuera del país quedarán exentos.
El proyecto extiende el gravamen del 15% a las empresas intermediarias, actualmente no afectas, pues sus dueños tributan en el sistema personal, con tasas máximas de 39,6%. Entre ellas hay compañías pequeñas, hedge funds, sociedades y entidades de responsabilidad limitada, como varias empresas ligadas al propio Trump. Tras el cambio, sus dueños tendrían incentivos para tributar en el sistema corporativo.
En cuanto a los impuestos personales, la Casa Blanca busca pasar de los siete tramos tributarios actuales a sólo tres, con tasas de 10% para los contribuyentes de menores ingresos, 25% para los de ingreso medio y 35% para los más ricos. “Queremos simplificar el sistema tributario personal, bajar los impuestos y crear crecimiento económico”, sentenció Mnuchin.
Reacciones de expertos
Desde Chile, el socio de VLA Abogados Christian Aste señaló que “reducir de 35% a 15% el impuesto a las empresas es una medida radical, que llevará a que muchas compañías se radiquen en EEUU (...) Chile apostó por lo inverso y recaudó menos”.
Por su parte, Sebastián Guerrero, socio de Guerrero, Valle y Garcés, manifestó que la eliminación del impuesto a la herencia es algo que “deberíamos considerar en Chile”. Sobre la posibilidad de que EEUU no grave los ingresos offshore, dijo que “algunos podrían decir que EEUU se pone al nivel de lo que podría considerarse un paraíso fiscal”.
En tanto, Rodrigo Benítez, socio de BDO, señaló que la propuesta “involucra un fuerte incentivo al crecimiento y la productividad” y que la exención a empresas fuera de EEUU “implica una simplificación del actual sistema tributario norteamericano”.
A su vez, Soledad Recabarren, socia de Recabarren Asociados, manifestó que “quedan una serie de vacíos que no se explican, por ejemplo cómo será el tratamiento de las rentas generadas por contribuyentes estadounidenses en el exterior”.
Debate en el congreso
Los parlamentarios republicanos, liderados por Ryan defendían un impuesto en fronteras de 20%, que reemplazaría el gravamen a los impuestos corporativos y afectaría a las ventas domésticas y a las importaciones, pero no a las exportaciones.
El martes, tras conocer un adelanto, Ryan aseguró que la propuesta de Trump “nos gusta mucho (...) Concordamos en torno al 80% del plan, y con el restante 20% estamos en posiciones cercanas”.
Por su parte, el líder opositor Chuck Schumer adelantó una negativa demócrata. “No necesitamos un plan tributario que permita a los ricos usar empresas intermediarias para reducir sus tasas a 15%, mientras los estadounidenses promedio pagan mucho más”.
Para ser aprobada, una reforma tributaria requiere 60 votos a favor en el senado, donde los republicanos cuentan con 52 escaños. Si la iniciativa fracasa, una mayoría simple bastaría para aprobar una ley, siempre que ésta no aumente las proyecciones de déficit fiscal a diez años.
Balanza fiscal
La reforma tributaria es parte importante del plan con el que Trump busca lograr su meta de crecimiento de 3% para este año, una expansión que el país no ha visto hace más de una década. Ayer, en un mensaje en Twitter, el mandatario volvió a responsabilizar al comercio por el pobre desempeño del país. “EEUU registró su crecimiento económico más bajo en cinco años en 2016. El PIB creció sólo 1,6%. Los déficit comerciales dañan mucho la economía”.
Mnuchin ha defendido que, pese a su magnitud, el recorte tributario sería neutral para la billetera federal, en parte por los mayores ingresos que llegarían con un crecimiento económico acelerado, la reducción de las exenciones y el cierre de los mecanismos que se prestan para evasión.
¿Fin del NAFTA?
Cumplir esa promesa es importante, no sólo porque permite asegurar que la iniciativa sobreviva en el congreso, sino también por la estabilidad fiscal del país. El año pasado, el déficit de EEUU creció por primera vez desde 2009, anotando un total de US$ 589 mil millones, un 3,2% del PIB.
Si los ingresos fiscales no aumentan, podrían verse amenazados los planes de Trump para construir un muro fronterizo con México.
Según información difundida ayer por un vocero de la Casa Blanca, el gobierno está considerando firmar en los próximos días una orden ejecutiva para retirarse del NAFTA, acuerdo al que culpa por aumentar el nivel del déficit.
PUNTOS DE LA PROPUESTA
Simplificación. El gobierno busca bajar de siete a tres los tramos de tributo personal, con impuestos de 10%, 25% y 35%.
Beneficios tributarios. Propone rebajas para familias que tienen hijos o algún miembro con situación de dependencia.
Tramos altos. Plantea eliminar las exenciones a personas de mayor ingreso, pero promete mantener las de propiedad de vivienda y aportes caritativos.
Impuesto a la herencia. El proyecto lo eliminaría.
Impuesto a empresas. La tasa se reduciría de 35% a 15%.
Ingresos offshore. El sistema actual grava las ganancias que las empresas estadounidenses tengan fuera de EEUU. La propuesta de Trump impone un cobro único del 10%, tras lo cual estarían exentos.
Vuelve a aumentar el riesgo de un cierre del gobierno federal
Mientras que la incertidumbre por la reforma fiscal se desvaneció ayer, cuando la Casa Blanca presentó su visión al respecto, otro proyecto volvió a aumentar el riesgo de un cierre del gobierno federal este sábado: los planes del gobierno para eliminar Obamacare. Las tensiones revivieron por las declaraciones de la bancada demócrata, que dio un ultimátum a la administración de Trump para que incluya el financiamiento de puntos claves del sistema de salud en el presupuesto.
El presidente de la cámara baja, Paul Ryan, dijo ayer que "obviamente" los pagos no serán incluidos, porque son administrados por la autoridad ejecutiva. Por su parte, el conservador Caucus republicano dio ayer señales de que Obamacare puede finalmente ser revocada, al respaldar el fin de la iniciativa.
"Mientras que la versión revisada todavía no revoca completamente a Obamacare, estamos listos para apoyarla para cumplir con la promesa al pueblo de EEUU de rebajar los costos de seguros médicos", señaló el grupo en un comunicado. Sin embargo, un funcionario de la Casa Blanca señaló a Reuters que la administración por ahora seguirá pagando subsidios a la gente de bajos recursos, sin embargo, los pagos al futuro no están definidos.
Así las cosas, según una fuente republicana de Reuters, el partido gobernante estaba evaluando ayer si prolongaba por una semana más las negociaciones para el presupuesto, una medida extraordinaria prevista por la legislación estadounidense.
Hay plazo hasta este viernes para que el proyecto, que otorga US$ 1,1 billón para gasto público, sea aprobado. De lo contrario, eventualmente el aparato estatal a nivel federal podría verse obligado a cerrar por falta de recursos, algo que se conoce como "shutdown".
Una de las cosas importante que entiende Trump como participante de la economía privada es que tiene claro que lo que incentiva a las grandes compañías a establecerse en un país, y lo que incentiva a las pequeñas a formarse es la mayor o menor carga impositiva. Y también tiene claro que mientras más impuestos colocas, más frenas la economía en su crecimiento, por lo tanto menos valor tienes para distribuir.
Esto va a ser, si finalmente es aprobado como ley en USA, un turbo final a la economía del país del norte, o en realidad a sus activos, con sus acciones subiendo a niveles impensados hoy en día, y lamentablemente con el USD también fortaleciéndose, lo que finalmente va a quebrar la espina de la economía americana y hará que la carga deuda actual sea insostenible, porque los demócratas y republicanos no van a permitir que se haga más liviano el aparato de gobierno y por ende el monto de la deuda.
Pero podremos disfrutar de un par de años de boom americano, que por cierto provocará el desplome del resto de las economías, particularmente las europeas, que mantendrán cargas de deuda e impuestos altas y por ende muchas corporaciones se van a radicar en USA e Inglaterra.
Esto es casi exactamente 1927-1929 en esteroides. Falta que la FED comience a subir las tasas para que sea una réplica exacta en negativo, ya que la estrategia de los 20’s fue bajar las tasas para desincentivar la entrada de capitales desde Europa.
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Y aqui en chile con impuestos del orden de 35%. Con lo de Trump la inversion extranjera en chile se vendra al piso....el dolar subiendo, y la FED subiendo tasas...ufff...de miedo para la economia de chilito.
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