@latercera
El martes pasado, y tras firmar el decreto que crea la “Comisión Asesora Presidencial sobre el Sistema de Pensiones”, la Presidenta Michelle Bachelet hizo uno de esos gestos que la caracterizan. Sonrió al público, saludó con su mano derecha al aire y bajó de la tarima instalada en medio del Patio de las Camelias, en La Moneda. Pero no lo hizo para dirigirse a su oficina, como habitualmente lo hace.
En medio de un centenar de autoridades, dirigentes y funcionarios públicos, la Mandataria atravesó el lugar y sorprendió con un afectuoso abrazo a Marco Barraza (PC), subsecretario de Previsión Social y uno de los principales responsable de llevar adelante los cambios que el gobierno quiere introducir al cuestionado sistema de pensiones.
Por semanas cultivando el bajo perfil, el único subsecretario comunista del gobierno debutaba en primera línea y lo hacía con un espaldarazo público de su jefa.
Pese al apoyo, la tarea que se le viene no es fácil. La comisión que diagnosticará y propondrá soluciones al sistema previsional tiene nueve meses para trabajar y tras ello, Barraza deberá arreglárselas para darles viabilidad a los cambios que de ahí surjan. En medio, el gobierno afina un proyecto de ley que crea un AFP estatal, medida que corre por cuerdas separadas a la comisión y que el sector privado y parte del mundo político ya ha rechazado.
En esta entrevista, el subsecretario aborda sus primeras definiciones en la materia y adelanta que al menos, el monto de la cotización subirá del actual 10%. Aunque será el Estado o el empleador quienes asuman esa alza, aclara.
¿Por qué el gobierno presenta una nueva comisión si pareciera que el diagnóstico sobre pensiones ya está claro?
El conjunto de la población percibe que las pensiones son insuficientes y eso ya es un consenso social amplio. Sin embargo, por primera vez se está dando un debate transversal en este tema, teniendo en cuenta todas las variables que influyen en esto, como el mercado laboral, la edad de jubilación, la responsabilidad sobre quién cotiza, cuáles son los mejores instrumentos e incluso la demografía. Este es un fenómeno multivariable y es necesario ponerlo en un contexto amplio nuevamente, como una comisión.
¿Eso quiere decir que anteriormente no estaban dadas las condiciones?
Creo que hoy todos los actores de la sociedad civil reconocen la necesidad de hacer importantes cambios en materia de pensiones. Las fronteras para esa discusión no están acotadas. Entonces, acá lo que se requiere es una discusión profunda, un diagnóstico preciso y que sea capaz de visualizar cuatro ejes importantes: el impacto real de la actual tasa de reemplazo, las variables que operan en lo anterior, cuáles son los ajustes que requiere el sistema y las posibilidades reales que tiene el país de aplicar esas medidas y en qué gradualidad.
Dentro de esos cuatro ejes que abordará la comisión, ¿cuáles debiesen ser los temas concretos a discutir por esta instancia?
No me puedo pronunciar al respecto, pues es la misma comisión la que los definirá.
¿El gobierno esperaría que la tasa de reemplazo sea lo principal y que desde ahí se expresen los cambios?
El foco del programa de gobierno está en el problema de las pensiones y en cómo mejorarlas en términos de calidad y de montos. Hasta 2008 había un 50% de la población en edad de jubilar que estaban fuera del sistema y con la reforma un porcentaje importante quedó con cobertura. De acuerdo con la Cepal, respecto a nuestros vecinos de América Latina estamos en buen pie en cobertura, pero tenemos las más bajas pensiones efectivas junto a Bolivia y Perú. Por lo tanto, ahora lo que viene es ese segundo paso, es decir, mejorar las pensiones y esa es la misión fundamental que se le entrega a esta comisión.
La CUT ha dicho que apunta a un sistema de reparto, mientras que la DC busca fortalecer el pilar solidario. ¿Dónde se para el gobierno entre estas dos posturas?
Uno de los rasgos fundamentales del programa de gobierno es enfrentar la desigualdad que tiene el país. Y las pensiones también son reflejo de esa desigualdad en términos de ingreso, a propósito del mercado laboral y posteriormente de las mismas pensiones. En esa perspectiva, el fondo del debate no puede restringirse a un instrumento o modelo. Tiene que ser capaz de mirar especialmente lo que sucede en otros países que caminan al desarrollo. En ese sentido, el modelo será el resultado de cuál es la mejor tasa de reemplazo.
¿A cuánto aspira el gobierno que llegue la tasa de reemplazo tras los cambios previsionales que pueda hacer en estos cuatro años?
La recomendación internacional habla de 70%. Hoy, en Chile, las mujeres están en promedio en 37% y los hombres en 43%. Elevar la tasa de reemplazo buscando acercarse gradualmente a la recomendación internacional, es nuestro desafío.
En estricto rigor, ¿esta comisión debiese arrojar propuestas para modificar la base del sistema o sólo para realizar algunas correcciones?
La convocatoria de la comisión de expertos, que tiene que incluir diálogo con organizaciones sociales, sindicales, grupos de pensionados, asociaciones gremiales y empresariales, no puede estar acotada a discutir cuál es el cambio que esto requiere o simples ajustes. Decir a priori lo que se debe cambiar, sin que la comisión haya escuchado a la ciudadanía, es difícil e inadecuado.
Pero existen definiciones que deben tomarse, como subir o mantener el monto de cotización actual de 10%. ¿Qué posición tiene el gobierno sobre este punto?
La recomendación internacional de la OIT es que exista cotización tripartita. Durante la campaña presidencial se debatió y hubo alta coincidencia de muchos sectores en la necesidad de aumentar la cotización por la vía de otros mecanismos y no a través del trabajador. En ese sentido, si los empleadores y el Estado cotizan, es parte de la conversación que vamos a dar ahora.
¿Entonces le parece claro que debe subir la cotización previsional? ¿En cuánto?
Es razonable pensar que tiene que haber un aumento de la cotización. La pregunta es con cargo a quién. En mi opinión, no podemos seguir endosándole al trabajador más costos asociados al problema de las pensiones. Ahora, cuál es el porcentaje que debe aumentar y quién finalmente se debería hacer cargo de ese aumento, será objeto de estudio de la comisión.
En 2008 la Presidenta no quiso igualar las comisiones entre hombres y mujeres. ¿Qué definiciones tiene el gobierno respecto a este tema ahora?
Hay que esperar las conclusiones de la comisión y no es prudente pronunciarse antes de eso. Lo razonable es que pueda hacer una elaboración de propuestas sobre este tema lo más profunda posible y luego pronunciarse.
Las lagunas previsionales es otro factor que afecta a la baja de las pensiones. ¿Cómo pretende enfrentar este problema?
En la reforma de 2008 se estableció un itinerario para que los trabajadores independientes, progresiva y de manera voluntaria hasta la fecha de obligatoriedad (2018), se fueran incorporando a la cotización. Sin embargo, ese incremento no ha ido de acuerdo a las expectativas que se habían definido.
¿Eso se revisará?
Sí, y es propósito de este gobierno revisar los plazos asociados a esta medida, más que su obligatoriedad.
¿No está en el marco de la comisión este tema entonces?
La revisión de esa materia es un compromiso de gobierno. Respecto de las lagunas previsionales y cómo solucionarlas, tiene mucho que ver con la rotación y la informalidad en el mercado del trabajo. Eso efectivamente va generando lagunas y en ese sentido, para que el sistema previsional en el largo plazo vaya mejorando, se deben realizar cambios que permitan mejorar el mercado del trabajo.
La industria ha planteado que el pilar solidario (PBS y APS) es el que se debe potenciar. ¿Es lo que el gobierno busca también?
La reforma tributaria contempla que en régimen, se reparametricen montos asociados a la pensión básica solidaria y desde ahí ampliar cobertura y pensiones para sectores medios. Eso implicaría mejorar la pensión a los actuales jubilados y ampliar la cantidad de beneficiados. Eso es parte del programa de gobierno, más allá de la comisión.
¿Cómo recibieron en el gobierno las propuestas de Habitat, que apuntan a entregar un bono por hijo y amarrar la rentabilidad de las AFP al desempeño de los fondos?
No son medidas de fondo, en el contexto de un debate de características más estructurales. Es legítimo que un operador del sistema quiera hacer correcciones, sin embargo, no pueden ser resultado de la voluntad de una sola empresa. Tiene que haber un debate que abarque la totalidad del sistema de pensiones.
Pero más allá de las formas, ¿qué le parece el fondo de lo propuesto por Habitat?
Al menos tienen el mérito de reconocer que hay un problema en la tasa de reemplazo y de cómo el cotizante percibe el sistema desde el punto de vista de quién asume las pérdidas. Se inscriben dentro del espíritu de un malestar ciudadano.
Luego que la comisión entregue su diagnóstico y propuestas en enero de 2015, ¿qué plazo se dará el Ejecutivo para materializar los cambios?
Es un debate que viene. Hoy lo importante es el levantamiento de la información, establecer propuestas y soluciones.
¿Pero la idea es concretar una reforma previsional antes del segundo tiempo del gobierno?
En mi opinión, uno debiese tener un tiempo razonable y prudente, pues estamos hablando de las pensiones de los trabajadores y eso supone un desafío país que es importante tenerlo claro. No es un problema de apresuramientos. En estricto rigor, estamos hablando sobre ajustes estructurales al Decreto Ley Nº 3.500, que creó el actual sistema y que a la fecha no ha sufrido grandes modificaciones.
¿Los cambios de la comisión Marcel no fueron tan relevantes entonces?
Lo fueron, pero hoy día el foco está en hacer una revisión muy completa sobre todo el sistema.
¿Analizó el Libro Blanco con el diagnóstico y propuestas previsionales que dejó el pasado gobierno?
Desde el inicio del gobierno que hemos estado analizando el Libro Blanco, informes de la Cepal, de la OCDE, del Banco Mundial y de la comisión del Senado, entre otros.
¿Y rescatará algunas medidas de ahí?
Yo te diría que comparto con el Libro Blanco su diagnóstico lapidario del sistema de pensiones y del mercado laboral, en términos de su contribución al sistema previsional.
¿Qué perfil cree que debe tener el nuevo presidente de la Asociación de AFP?
Lo que es esperable para todas las instituciones que tienen que ver con el interés ciudadano, es que sean sensitivas y receptivas de las preocupaciones de la mayoría de los trabajadores y trabajadoras. Especialmente, que su condición de autoridad no tenga sesgos ideológicos.
Pero es un representante de un gremio y como tal seguramente buscará defender los intereses de sus asociados primeramente...
Sí, pero este es un campo donde el foco tiene que estar siempre en el interés de los cotizantes. El Decreto 3.500 dice que el único objetivo de las AFP es obtener la mejor rentabilidad y el mejor beneficio para los usuarios, por lo que debiese ir en esa línea.
AFP estatal
¿La AFP estatal será parte del debate de la comisión previsional?
Esta comisión no tiene restricciones respecto a lo que va a tratar. Si uno se fija en sus integrantes, da seguridad de que es suficientemente amplia como para debatir el mejor sistema de pensiones para Chile en todo ámbito y sin fronteras.
Sin embargo, la AFP estatal es una promesa de campaña...
Se tiene que materializar de todas formas.
¿Cuál es su principal propósito?
Teniendo presente las modificaciones que ya se hicieron en 2008, como licitar la cartera de nuevos cotizantes, la AFP estatal viene a ser un agente público que contribuye a mejorar la calidad en la competencia del sistema de pensiones.
¿Operará con las mismas reglas que el resto de las AFP?
Sí, tendrá que operar con esas mismas condiciones.
¿Eso incluye participar en las licitaciones de nuevos cotizantes e invertir en Bolsa?
Lo que hemos dicho es que tiene que operar con las mismas reglas que el resto de las administradoras de fondos de pensiones y eso incluye el respeto por la licitación de cartera de nuevos cotizantes (que se acaba de ganar Planvital).
¿Cuánto cobrará esta nueva AFP por la administración de fondos?
No es algo que hoy día podamos establecer. Lo que sí podemos decir, es que no lucrará.
Lo dicho en anteriores posts, USD 180 billones es un botín demasiado grande como para que el estado no los controle.
Me “late” que la próxima reforma de pensiones será al estilo de la tributaria, sin preguntarle a nadie, pero que de ninguna manera afectará a la clase media, solo a los más ricos…que parece ser el nuevo eslogan de cualquier ley que se apruebe de ahora en más.
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Me recuerda unas palabras de Serge Gainsbourg (cantoautor francés) que decía : "Cuando los ricos adelgazan, los pobres mueren".
ResponderEliminarMuy certera frase. Como casi siempre los artistas (y humoristas) tienen formas refinadas de decir la verdades.
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