La estratosférica y millonaria inversión que realizaría el City y los jugadores que quiere Guardiola tras el fracaso en Champions

Compartir

Twittear

@emol

SANTIAGO.- Tras el fracaso del Manchester City en la Champions League, sus directivos y entrenador, Josep Guardiola, ya piensan en cómo afrontar esta competencia para la próxima temporada. Es por esto, que para el siguiente año, los "ciudadanos" no lo quieren pasar mal y ser eliminados tempranamente, por lo que invertirían una gran suma de dinero para buscar el título. NOTICIAS RELACIONADAS El City de Guardiola fracasa en su intento de dar vuelta la llave y queda eliminado de la Champions 154 Mohamed Salah, la "bestia negra" del City, quien perdonó a un delincuente y logró insólita votación en elección presidencial 10 Según el diario The Telegraph, la dirigencia del elenco donde milita el meta chileno Claudio Bravo respaldó al técnico español y le informó que tendrá cerca de 680 millones de euros para desembolsar en contrataciones. Pese a la categórica derrota ante el Liverpool, con un equipo plagado de figuras, en el certamen más importante de clubes de Europa, los ingleses tienen pensado contratar a más estrellas. Así, una de los astros que espera atraer el City es el volante belga Eden Hazard. El mediocampista del Chelsea es una de las obsesiones del club y estarían dispuestos a gastar una gran suma de dinero para conseguir su pase. También, otro jugador que quiere Guardiola sería Thomas Lemar, volante de 22 años que juega en el Mónaco de la liga francesa. Además de estos dos futbolistas, tienen considerado a Riyad Mahrez (Leicester), Toby Alderweireld (Tottenham), Jean-Michel Seri (Niza), Fred ( Shakhtar Donetsk), Jorginho (Napoli), Julian Weigl (Borussia Dortmund).

Solía gustarme el fútbol de clubes nacionales (el de selecciones aún me gusta muchísimo).

Hasta que entendí que era un fiasco todo el tema del deporte profesional. Hay clubes poderosos que siempre van a ganar todo no importa lo que pase. Y la excepción es la que confirma esta regla.

Obviamente disfruto de los partidos extraordinarios, como las finales de copas continentales o “clásicos” de países. Igualmente el deporte americano que hasta antes de los agentes libres me parecía menos (solo algo) sujeto a esta regla y podía pasar que una franquicia no tradicional se construyera en torno a un talento nuevo. Como los Chicago Bulls o los 49 er´s.

Y lo de Guardiola y el City expresa esto claramente. Van a ganar la copa de campeones. Eventualmente si siguen colocando dinero a este ritmo van a contar con tanto talento que solo por el peso específico de ellos van a arrasar con todos.

Me acuerdo del Dream Team del 92. Si juntas 11 talentos como esos más un universitario, eventualmente lo único que tiene que hacer el entrenador es controlar los egos para que jueguen más o menos como equipo.

En los negocios pasa exactamente lo mismo. Los grandes siempre van a ganar. Tienen el dinero para contratar al mejor talento disponible y con las mejores infraestructuras posibles. Hasta que comienzan a no contratar talento y empieza el amiguismo o la venta o compra de influencias. O se toman el negocio los abogados y contadores cuando ya ha crecido en exceso. Hasta ahí llegan los negocios grandes y exitosos y toman el relevo los nuevos, más rápidos y talentosos nuevamente. El rey ha muerto…viva el rey.

Se me ocurre el ejemplo de la selección argentina. Tanto talento disponible y solo están los amigos de Messi. Que no son necesariamente las mejores opciones. Y que pudo con ella una selección con potencialmente mucho menor talento, pero con más mística y ética de trabajo en equipo. Como la chilena. Impensable hace algunos años.

Cuando los grandes hacen lo que tienen que hacer, como hoy Brasil, que es colocar a los mejores talentos con los que puedas disponer, vuelve el status quo normal. Brasil, Alemania, Italia y Argentina serán campeones. Tal vez con una sorpresa como España, Holanda o Francia.

Que refrescante es ver a una selección, equipo o negocio nuevo creciendo y enfrentando a los gigantes cara a cara. Eso si es un espectáculo digno de ver. Y me parece que todos íntimamente queremos eso cuando vemos los enfrentamientos, desde los tiempos de David y Goliat. Lástima que solo sean las excepciones a la regla general. Los poderosos se hacen más poderosos. Hasta que la soberbia los hace pensar que cualquier cosa que hagan va a ser exitosa y se colocan descuidados. Paulmann y el edificio del costanera center se viene a la mente.

Imprimir artículo