A poco más de un año desde que El Salvador se convirtió en el primer país en hacer del bitcoin una moneda de curso legal, con la promesa del Presidente Nayib Bukele de que atraería mayor inversión extranjera y generaría puestos de trabajo, la apuesta del mandatario no parece estar dando el resultado esperado. Contrario a las expectativas, en el último año el valor de esta criptomoneda se desplomó en un 71%, lo que se ha traducido en casi 70 millones de dólares en pérdidas fiscales.
El declive de la apuesta de Bukele se remonta a septiembre de 2021, cuando el gobierno salvadoreño adoptó oficialmente el bitcoin como una moneda de curso legal. En ese entonces el mandatario usó fondos públicos para comprar 106 millones de dólares de esta criptodivisa y regaló bonos de 30 dólares en bitcoin a cada ciudadano, pese a los cuestionamientos del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y otras organizaciones financieras, que le advirtieron al país sobre la alta volatilidad de la criptomoneda.
Precisamente, las pérdidas para El Salvador han sido a causa de las subidas y bajadas del precio del bitcoin este año. La última caída fue el 23 de noviembre, que hizo que las monedas que en un inicio le costaron al gobierno 106 millones de dólares, bajaran a 39 millones, es decir, 67 millones menos que lo que se pagó por ellas.
Se estima, no obstante, que las pérdidas para el país podrían ser aún mayores, dado que se desconoce cuántas criptomonedas ha comprado realmente el gobierno con dineros fiscales —los cálculos que existen son en base a la información recabada de los tuits que hace el mandatario—, además de los gastos en que ha incurrido El Salvador para la implementación de la Ley Bitcoin, cuyo monto bordea los 200 millones de dólares, que se gastaron en la creación de una billetera digital denominada “Chivo Wallet”, que almacena la criptomoneda, y en los cajeros automáticos desplegados en el país para las transacciones con esta divisa digital, y es que casi nadie en el país actualmente usa bitcoin.
Según una encuesta de la Universidad Centroamericana José Simeon Cañas (UCA) difundida en octubre, un 75,6% de los consultados dijo que en lo que va del año no ha utilizado el bitcoin para comprar o pagar algo, mientras que solo un 24,4% afirmó que sí realizó transacciones con la moneda.
Bukele, no obstante, afirma que las caídas en el bitcoin no son realmente pérdidas, dado que no ha vendido ninguna de las monedas, por lo que no hay una disminución real del dinero. A su vez, dice que el descenso no es un gran problema, ya que el gasto representa el 0,2% del PIB, al mismo tiempo que considera que el bitcoin impulsa el turismo.
Por otro lado, el mandatario insiste en que el bitcoin es una solución a largo plazo para los problemas económicos del país, puesto que cree que el precio pronto se recuperará, e incluso recientemente envió al Congreso una iniciativa de ley para hacer viable la emisión de bonos de inversión bitcoin. “Dejen de ver la gráfica y disfruten la vida”, dijo el mandatario cuando se registraron las primeras caídas en el valor de la moneda.
Pero El Salvador realmente necesita soluciones a corto plazo, advierten analistas, dado que el gobierno tiene un pago de deuda internacional de 667 millones de dólares que vence en enero, frente a lo que se teme el país centroamericano podría caer en incumplimiento.
Desafíos económicos
En ese contexto, para asegurar a los mercados que evitaría un impago, El Salvador recompró 565 millones de dólares de sus bonos soberanos en septiembre, y esta semana anunció una segunda recompra por un precio de 74 millones de dólares, lo que es insuficiente aún para pagar el total de lo que debe, que incluso China se ha ofrecido a pagar, algo que el gobierno afirmó tiene en evaluación.
“Sin duda El Salvador está pasando por una fase económica muy preocupante y una deuda que va aumentando. La oferta de recompra es básicamente un reconocimiento de que el Estado puede prometer pagar ahora pero menos de lo que debe, porque no es tan seguro que pueda pagar más en un segundo momento”, dice a “El Mercurio”, Tiziano Breda, analista para Centroamérica del International Crisis Group.
En tanto, otros factores económicos también tienen complicado al país. Uno de ellos es la inflación, que en octubre alcanzó un 7,4%, la cifra más alta desde 2010, al tiempo que las principales promesas de Bukele aún no se han cumplido. Según divulgó la Cepal esta semana, la inversión extranjera que llegó a El Salvador en 2021 fue la más baja de Centroamérica, al país solo llegaron 313 millones de dólares en inversión, casi la tercera parte de lo que llegó a Honduras (876 millones), el penúltimo en la lista.
“Hasta la fecha toda la información relacionada con el bitcoin ha sido declarada o reservada o inexistente, a tal punto que la población no sabe cuántos recursos públicos se han utilizado. Con base en ello no se puede saber el impacto exacto de esta medida. Sin embargo, los números macros sugieren que este año El Salvador es el país de la región centroamericana que menos va a crecer y el que menos inversión extranjera directa ha atraído, por lo que podríamos decir que el bitcoin no ha traído un efecto positivo”, señala a este diario Ricardo Castaneda, economista y coordinador para El Salvador del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI)
Aun así, el gobierno de Nayib Bukele tiene un abrumante índice de aprobación del 86%, sobre todo por la represión del crimen —con más de 50.000 presuntos pandilleros detenidos y una gran caída en la tasa de homicidios—, que implica que Bukele tiene poco incentivo para abandonar el bitcoin y sigue siendo entusiasta acerca de una política que los expertos han tachado de ser un “desastre”.
“Todo lo que se ha hecho hasta ahora no ha dado ningún resultado y él no ha dado marcha atrás. Se prometió la ciudad del bitcoin, eso ya no va (...), se hizo toda una propaganda para masificar su uso y la gente no lo usó, es decir, todo ha sido fracaso tras fracaso, pero él siempre sigue adelante. Cuando el bitcoin cayó un montón él dijo ‘voy a comprar más'”, dice Marco Rubio, economista y director de la organización FUNDE en El Salvador. Su actitud indica “que no va a dar el brazo a torcer”, concluye el experto.
Expansión
Tras El Salvador, más países se han sumado al uso de criptodivisas, como la India que la semana pasada amplió el uso de su moneda virtual, la rupia digital, a minoristas.
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Bukele insiste en que el país no ha perdido dinero con el bitcoin dado que las monedas digitales no se han vendido. France Presse
Supongo que entiendo la lógica de Bukele de tratar de desanclarse del USD que es la moneda de curse legal en El Salvador y obviamente debe ser como un grillete para la economía ese peg, tal como lo es para los países de Europa del sur el Euro.
Pero sales de un peg para entrar a otro que es tal vez peor porque no puedes controlar la emisión. Básicamente eres un preso monetario.
Cedes la soberanía completamente cuando cedes el control de tu moneda. Y eso sucede porque los manejos horrendos anteriores hicieron que nadie confiara nunca más en el dinero oficial salvadoreño.
Lo que debería hacer un país como El Salvador es utilizar algún respaldo duro para su moneda, hasta estabilizar de nuevo la confianza en ella que se debe haber perdido completamente vía múltiples defaults y devaluaciones.
En realidad no veo cual era el objetivo general del movimiento con el BTC, ya que, como dice el, la compra solo representó el 0,2% del PIB. No sirve para nada.
Con el plan para combatir la violencia y la delincuencia, le apunta justo al medio de lo que necesitan para atraer inversiones.
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Yo creo que la idea no era ganar dinero con los crypto, sino que empresas e inversores se fueran a su pais a generar trabajos y pagar algo de impuestos. Porque en ese pais la crypto son bien recibidas.
ResponderEliminarnn
Si, quizás fue más esto que lo de buscar un respaldo.
EliminarEs posible, he pensado lo mismo hay mucha gente que ha vivido fuera de El Salvador y ahora regresa a su país a invertir y a hacerlos prosperar...
EliminarEn su política de seguridad, puede reponer la confianza si esque se mantiene en el tiempo
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