Los vecinos y comerciantes establecidos del barrio Lastarria, en el corazón turístico de Santiago Centro, dicen “basta”. Basta de comercio ambulante desbordado, basta de venta de droga y alcohol en la vía pública, basta de vivir con el temor a agresiones e incivilidades. Basta de ver que la zona sigue atrapada por la violencia.
“Es una locura vivir esto”, “Qué pena me da”, “Tenemos la entrada de vehículos tapada”, “Hacen un pasadizo para poder ‘carterear' a los turistas y que no puedan pasar”, “Venden marihuana y ofrecen ‘falopa' (droga) a los que van pasando por las mantitas puestas en el suelo”, “Qué horrible, tengo miedo”, “El Parque Forestal ya es un peligro en las noches”, “Ojalá el municipio haga algo, ya no aguantamos más” son algunas de las frases que surgen entre los residentes del sector.
Lejanos parecen quedar los días en que convivían con tranquilidad y colorido los restaurantes, libreros, artesanos, anticuarios y kioscos de frutas, en un sector declarado Zona Típica con decretos de 1996 y 1998, ya como Barrio Santa Lucía-Mulato Gil de Castro-Parque Forestal.
El viernes en la noche se vivió uno de los momentos más graves de los últimos meses, al punto que algunos vecinos llegaron a señalar que “fue como volver al estallido”.
Hubo barricadas en Merced y en José Victorino Lastarria, donde vándalos irrumpieron en el bulevar de restaurantes y encendieron fuego frente al acceso al estacionamiento del complejo, como parte de una protesta de grupos anarquistas, según vecinos, además de escaramuzas con ambulantes que se sienten dueños del sector.
El descontrol en la zona era total, con las veredas y hasta parte de las calles inundadas de comercio ilegal, que ofrece ropa, medicamentos, alcohol, comida, prendas usadas, droga y hasta animales.
Muchos locatarios y residentes sienten que no pueden hacer nada: los ambulantes tapan los accesos a sus viviendas o negocios, se apoyan en los muros de los inmuebles y actúan como un grupo cohesionado y violento, en el caso de reclamos.
Carabineros intervino el viernes con radiopatrullas y carros disuasivos, lo que generó una estampida de ambulantes, turistas y otros transeúntes, en medio de un ambiente irrespirable.
Ayer, eso sí, las veredas del barrio se encontraban nuevamente copadas por el comercio ambulante: la policía realizaba rondas preventivas, caminando entre los vendedores, que no se inmutaban mayormente.
“El Mercurio” conversó con locatarios y vecinos, mientras las aceras eran lavadas.
“Se ve mucho ambulante, que se va desplazando hacia Merced cuando hay fiscalización. Y hoy día, desde Monjitas con Merced hasta José Miguel de la Barra, están copando ambas veredas a partir de las 5 de la tarde”, detalla Rodrigo Bordachar, abogado y residente por más de 14 años.
“Han entrado acá al edificio, en el que tenemos una especie de jardín, donde los han visto orinando. Nos rayaron con grafitis arriba, o sea, lograron entrar al edificio y romper las puertas de seguridad que dan hacia la azotea. Entonces, ya está a un nivel que sobrepasa incluso a los mismos empleados y colaboradores del edificio. O sea, ya es invivible, y la alcaldesa (Irací Hassler) vive cerca, por lo que es aún más raro”, concluye el presidente de la comunidad de un edificio de Merced.
“El comercio desmedido y sin mayor fiscalización en las calles está mermando la calidad de vida de los vecinos al no poder desplazarse debido al exceso de mercaderías, mesas y sillas”, dice Tito Vergara, titular de la junta de vecinos Parque Forestal.
Comenta que la actividad comercial irregular se instala desde las 10:00 horas hasta las 2:00 de la madrugada, “con la música a altos volúmenes y artistas callejeros, más la ingesta de alcohol. Todo esto, con la falta de fiscalización, cuando el control debiese ser constante por parte del municipio y de Carabineros”.
“La situación es extraña: (los comerciantes ambulantes) están acá desde temprano y hasta muy tarde. Hay artesanos ‘históricos' acá, gente de trabajo, pero también han llegado muchas malas influencias, que venden tres o cuatro cosas con una sábana y por atrás venden marihuana y otras cosas. Ahora estaba pasado a marihuana y lacrimógena”, relata Evelyn, vecina del barrio.
“De jueves a sábado es cuando se congregan más los ambulantes, con cosas viejas, en mal estado, que aparentemente son disfraces para vender drogas, en su gran mayoría; hay muchos drogadictos. Hemos llamado a Carabineros, a la municipalidad y ahí queda, en un llamado. A veces hacen inspecciones, pero muy a lo lejos, no hay ninguna cosa que diga vamos a erradicar el comercio”, dice Claudio, vecino desde hace más de 50 años de la zona.
Un trabajador de Le Tacón, bistró de Merced, señala que los disturbios han vuelto los viernes, pero que “nunca llegaban hasta aquí, siempre hasta el parque (Forestal)... Todos tuvimos que cerrar, porque empezaron a hacer barricadas, los basureros los estaban quemando. Hay carabineros igual en este sector, pero es difícil que hagan algo por su cuenta, es muy peligroso y, a veces, los mismos comerciantes se unen a los disturbios”.
Los incidentes no arrojaron detenidos, según la policía. El municipio sostuvo que “en el tema propiamente de seguridad, el despliegue de Santiago tiene que ver con las mesas territoriales. Y en el caso del barrio Lastarria, ya hay una mesa de seguridad comunitaria trabajando”.
Es el problema cuando dejas entrar tanto progre a un sector, que acepta que flaites criminales invadan sus espacios bajo la excusa de no discriminar.
La última vez que fui, no hace mucho, era como estar en medio del estallido flaite en Plaza Italia. La misma fauna progre diversa deconstruida, sin la violencia obviamente.
Pero era solo cuestión de tiempo.
https://adyaner.blogspot.com/2023/02/sabingo-yerko-ljubetic-cs-candidato-al.html
12 febrero, 2023
Ese es el mejor país que dicen querer?
Destruyeron SUS lugares. Supuestamente. Donde los progres y la izquierda artística se junta a conversar sus huevadas. Lastarria, Plaza Italia, Bellavista…
Eso para mi es increíble. Que pontifiquen sobre el que quieren un mejor país y sin embargo SUS lugares, donde se juntan sus propios adeptos, dejaron que fueran destruidos. El café literario, el barrio Lastarria, Plaza Italia…
Que confianza tienes en gente que destruye su propio ambiente?…
O les gustará ese chiquero lleno de “arte”?…
Entiendo el resentimiento a la belleza de antisociales que no tienen acceso a ella, y es un GRAN debe como sociedad el no habernos ocupado de eso en espacios públicos de grandes ciudades que es lo que crea mucho de la sensación de desigualdad.
Lo que no entiendo es que los supuestos líderes de la izquierda celebren eso.
En fin.
Van a ser masacrados, así es que da exactamente lo mismo lo que quieran o no a esta altura.
NO ONE GIVES A SHIT…
Hay que ir a los infiernos y experimentar e incorporar algo de la maldad para poder combatirla más efectivamente. Espero que los vecinos progres de esos sectores entiendan que para mantener la seguridad y belleza de sus sectores, y plusvalía, deben deshacerse de las autoridades que permiten esto y elegir gente que tenga una mano más dura con los flaites y principalmente delincuentes. Estoy seguro que es gente bien intencionada que piensa legítimamente que la sociedad es la culpable de la desigualdad y demás mierdas progres.
Ya probaron sus recetas y descendieron a los infiernos flaites resentidos por ello.
Ojalá re emerjan más fuertes y menos crédulos de las tonterías marxistas.
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Hay que hacer sonar este tema antes del plebiscito de diciembre.
ResponderEliminarhttps://youtu.be/6xjdG5KBq7E
Dont worry, the draft of new constitution will fail again.
ResponderEliminarI am not...whatever the case may be...
EliminarHace 2 semanas fui con mi familia a comer algo, temprano, para el almuerzo. No iba desde hace unos 4 años creo. Me chocaron 2 cosas: la cantidad de locales cerrados y las veredas llenas de ambulantes. Que increíble como se echó a perder ese barrio tan lindo, era una alternativa para no pegarse el pique al sector oriente.
ResponderEliminarEra el mejor sector del stgo centro. Igual sigue caro para lo basura que se ha convertido.
EliminarDe acuerdo.
EliminarHay algo interesante que nos recuerda la experiencia de Bukele en El Salvador, es que detrás de los modelos de seguridad que pueden ser países como Singapur, Emiratos Árabes, China, todavía una mayoría de países europeos y de Estados de Estados Unidos, existen aparatos de seguridad y de no tolerancia muy firmes hacia el desorden y los delitos. El reconocimiento mundial que tuvo Chile en ese aspecto se debió al gobierno militar y al respeto a las instituciones de orden que se mantuvo por inercia durante dos décadas. Ahora que se perdió, el esfuerzo de recuperación tendrá que ser doble.
ResponderEliminarLas calles de un país se podrían asimilar al escenario de un teatro: para que todo se vea bien, hay un gran trabajo que se desempeña tras bambalinas y que obviamente no es lo que queremos ver. Es precisamente esa realidad que las autoridades deben aceptar.
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