Las tres corrientes con las que RN se juega su futuro

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@ElMercurio

Fue el viernes 7 de julio cuando el grueso de RN se encontró en un evento que los unía a todos: el lanzamiento del libro que escribió el actual timonel del partido, Francisco Chahuán, que relata la historia de Renovación Nacional.

Hasta allí llegaron dos figuras que andaban en modo campaña. Por un lado, la senadora Paulina Núñez, quien ya anunció su candidatura para presidir la tienda. Y por el otro, el senador Rodrigo Galilea que, tras la petición de varios de sus pares, por estos días armó su lista.

Según los presentes, ninguno logró brillar como se esperaba. Mientras la primera no recibió el aplauso cerrado que podría generar tras ser una figura conocida en el partido, el otro tuvo que presentarse ante varios históricos debido a su poca conexión con las bases.

Ambos parlamentarios, una de la disidencia y otro como continuidad del actual oficialismo, ya están en carrera, pero la competencia no queda ahí.

Hay un tercer actor en la ecuación, pero que no estuvo presente en el evento. Se trata del joven abogado Francisco Orrego (37), quien también anunció una lista en formación que contaría con el respaldo del histórico y expresidente de RN Carlos Larraín. Una figura que seguiría roncando en el partido. Orrego es panelista del programa político “Sin filtro” y de la radio Agricultura. Además fue vocero de la campaña “Con mi plata no” en el proceso constituyente.

Es una competencia difícil que además ocurre en medio de un ambiente político revuelto, en el que RN mostró los dientes a Evópoli, luego de que este último no apoyara la acusación constitucional contra el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila. Incluso, se habló de “reestructurar la coalición”.

Es un nuevo elemento que no hace las cosas más sencillas en la interna del partido, donde saben que, para lo que viene, hay mucho en juego.

Hoy RN es el partido más grande de Chile Vamos y el que tiene mayor representación parlamentaria. Pero en la última elección fue uno de los más golpeados: solo sacó cuatro consejeros constitucionales, ubicándose debajo de la UDI en representación y mucho más lejos del triunfador de ese día, el Partido Republicano.

En este marco, con problemas de orden y unidad, la tienda tiene el desafío de mantener su liderazgo en el bloque, deberá definir su domicilio político y fijar una hoja de ruta de cara a las próximas elecciones municipales, con el Partido Republicano como nuevo actor del sector. No es poco.

Y son retos que cada lista busca lograr…a su manera.

Lo que sí, todos ya hablan de ser un partido de derecha… “a secas”.

Giro hacia la derecha

Un factor inesperado en esta elección interna ha sido la pugna con Evópoli, que endureció el panorama, y la campaña, en RN.

El partido fundado por Felipe Kast no solo se opuso a la AC contra el titular de Educación, sino que además se mostró abierto a destinar el 6% de la cotización individual a un fondo solidario en la reforma previsional. Algo que molestó mucho en el resto de Chile Vamos, pero especialmente en la colectividad de Antonio Varas.

Mientras en la UDI intentaban poner paños fríos, en RN algunos salieron a marcar las diferencias. La senadora Paulina Núñez dijo en La Segunda que “si no vamos a ejercer la fiscalización, no tenemos nada que hacer juntos, no tiene sentido estar en la misma coalición”.

La de ella no es una posición aislada. Es más, hoy todos los candidatos a dirigir RN se muestran convencidos de que hay que fijar el domicilio político en la derecha, a secas.

Sobre el punto, la senadora sostiene que “hoy tenemos que definir a RN como un partido de derecha sin apellidos”. Y agrega: “El habernos metido en la derecha social, conservadora, economicista, ha sido un favor a la izquierda”.

Mientras Orrego, que es percibido como más cercano a republicanos, sostiene: “Hay que recuperar la identidad de Renovación Nacional, revalorizar su rol histórico, situar al partido en la vereda que le corresponde, que es la de la derecha”.

En contraste, el senador Galilea dice que “RN es un partido de derecha dialogante. Tenemos valores asentados en nuestra historia y siempre nos hemos caracterizado por ser un partido dialogante, que tiene vocación de mayoría y que permita acuerdos amplios para mejorarles la vida a los chilenos”.

¿Implicarán estas definiciones un acercamiento al partido de José Antonio Kast? Por el momento, no está claro. Y es que cada lista pondrá sus acentos según la sensibilidad a la que representan.

Y en eso, entre ellos no hay muchos puntos en común.

Disidencia: la máquina electoral

Desde que se empezó a dibujar el camino para la próxima directiva, un nombre siempre estuvo en la mesa y ese fue el de Paulina Núñez.

La senadora lleva meses trabajando para formar una lista y, a pesar de que a ratos se impuso la idea de una lista de consenso, finalmente su nombre siguió en pie.

Y su objetivo está claro: “La única lista que puede garantizar un buen resultado electoral es la de nosotros”, dice la senadora por Antofagasta, que representa a la disidencia a la actual directiva liderada por el senador Francisco Chahuán y es cercana al expresidente del partido Mario Desbordes.

Conocida por ganar elecciones y ser “campañera”, la parlamentaria tiene como uno de sus ejes de campaña lograr un buen resultado electoral en las próximas elecciones municipales, luego del traspié electoral en los últimos comicios. De hecho, en su círculo aseguran que dará la pelea para recuperar los municipios que antes eran de la oposición y que hoy los tiene la izquierda.

“De todos los que están compitiendo, Paulina Núñez es la única que sabe ganar elecciones y ha ganado elecciones difíciles”, dice Samuel Valenzuela, compañero de lista.

Además de él, la lista está compuesta por el alcalde de Puente Alto, Germán Codina y por el propio Desbordes.

Pero, según cuentan desde el partido, su desafío no será fácil: debe demostrar que no representa solo a la disidencia, sino que convoca a todos los lotes. “La Paulina se está llevando a los símbolos de la indisciplina, desorden y populismo”, dice un diputado de RN. Otros cuestionan su liderazgo pues consideran que su fórmula histórica ha sido: “Estás conmigo o estás contra mí”.

En esta línea, muchos recuerdan y critican, además, que ella votó a favor de los tres retiros de los fondos previsionales que se han aprobado.

Es precisamente esta fama la que le ha hecho difícil sumar apoyos de parlamentarios u otras figuras como el exedil Felipe Alessandri y la exsubsecretaria Andrea Balladares, quien optó por armar lista con Galilea. Eso sí, logró convocar al exdiputado Tomás Fuentes, muy cercano al exsenador Andrés Allamand.

Ante esto, en su círculo sostienen que los que hoy pesan a la hora de inclinar la balanza electoral no son los parlamentarios, sino dirigentes comunales, regionales y militantes de base.

Además, la senadora asegura que hay un real interés de la lista por ser convocantes y sumar a todos a trabajar por RN. “Me voy a preocupar de recomponer confianzas y no voy a llegar con el ánimo de pasar cuentas si apoyaron a otra lista. Por ejemplo, me encantaría que el senador Francisco Chahuán juegue un rol en la elección municipal”, dice Núñez.

Un liderazgo fuerte, dicen en el partido, que podría mostrar cuánto influye. Una “campañera” que ya está recorriendo todo Chile en busca de apoyos. Y que, a diferencia, de sus contendores, ya lleva semanas en eso.

No así la recién formada lista del senador Rodrigo Galilea, que esta semana se definió.

Galilea: el buen gestor desconocido

Costó pero salió. Hace días que tanto Galilea como el también senador José García Ruminot estaban siendo convocados para que lideraran una lista que le compitiera a la senadora por Antofagasta.

Y finalmente esta semana hubo humo blanco. En una reunión de equipo se definió que Galilea será el candidato a presidente; Andrea Balladares, su secretaria general; García Ruminot, vicepresidente, al igual que la diputada Ximena Ossandón, el exconvencional Ruggero Cozzi y exsubsecretario del Trabajo Pedro Pizarro, entre otros.

Así, se conformó un equipo que sigue la línea de la actual directiva y que pretende, al igual que la lista de Núñez, volver a reconstruir la unidad del partido.

Claro que para eso se necesitan construir redes. Una característica que, según dicen, no es el fuerte del senador.

De hecho, Galilea, conocido por pocos dentro de la colectividad, es crítico de los lotes y ha estado alejado de la maquinaria partidista. Algo que hace que algunos duden de sus capacidades políticas y comunicacionales. De hecho, sus detractores dicen que “no es campañero” y lo encasillan como un representante del ala piñerista.

Claro que él defiende su estilo:

“En el partido desde hace mucho tiempo se empiezan a usar apelativos como desbordistas, chahuanistas, piñeristas, larrainistas como un epíteto descalificativo, y eso para mí personalmente me encantaría que se acabara”, dice.

Es por estas opiniones que sus adherentes aseguran que esta lista podría “profesionalizar” el partido, ordenarlo y mantener el clima interno en paz. Y si bien se reconoce su falta de nexos, sus partidarios creen que es un factor que será contrarrestado por la presencia de Balladares, quien conoce “al dedillo” el funcionamiento de la colectividad

Sin embargo, el denominado oficialismo no logró convocar a todos. Y esta semana se definió que habrá tres listas.

Fue hace dos semanas que el abogado Francisco Orrego, panelista de programas de televisión y de radio llegó hasta el Congreso en Valparaíso para hablar con el senador Galilea.

La cara visible de “Con mi plata no” venía con el espaldarazo del expresidente del partido Carlos Larraín, a proponerle a Galilea ser su dupla en las próximas elecciones. Pero no hubo agua en la piscina para esa idea.

Por ello Orrego decidió seguir con su camino propio.

Querido por las bases, pero sin elecciones en el cuerpo, ha levantado un equipo a la sombra del nombre de Larraín. Tanto es así que el dirigente sostiene que el extimonel ocupará un cargo como vicepresidente, junto con la diputada Camila Flores y el excandidato a senador por Antofagasta Marco Antonio Díaz.

Orrego, perteneciente al ala conservadora del partido, dicen algunos, podría tener un espacio en el debate, considerando los tiempos que corren en el sector, donde el cerco se ha movido hacia la derecha.

Un año electoral donde RN pretende mantener el liderazgo y “no quedar debajo de la mesa” a la hora de las negociaciones. Una época política que obligará al próximo timonel de RN definir hacia dónde irá el partido. Una apuesta que nunca es fácil. Menos en este partido de múltiples sensibilidades.

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No estando interesado en política antes, siempre me pareció que RN era el partido cuico y más sofisticado de la derecha y la UDI el populista medio cumbianchero, políticamente hablando se entiende.

Galilea sería lo más parecido al espíritu antiguo me parece. Nuñez y Orrego serían los cumbiancheros populistas.

No sé si eso les genere una diferenciación con la UDI y especialmente con Republicanos, y hasta diría con el PDG.

Todo ahora es generar una identidad diferenciadora de marca reconocible y atractiva por supuesto.

Republicanos desarmó todo. Les quitó la identidad a RN y especialmente a la UDI en buena parte. De hecho no le veo sentido a la UDI en este escenario actual. Ni a Evopoli con RN en la forma actual.

Lo lógico sería un ala de derecha conservadora y otra más liberal que es lo único en lo que se deberían diferenciar. Dentro de esas derechas pueden haber algunas que crean más en estado proveyendo servicios y otras menos.

Pero la tentación debe ser copiar a republicanos que es el partido exitoso hoy.

El Big Bang haciendo su efecto…

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