21 marzo, 2019

La desconocida discusión del Banco Central tras la quiebra de Lehman Brothers


@pulso

El 9 de octubre de 2008, tres semanas después de la quiebra de Lehman Brothers (registrada el 15 de septiembre), el Consejo de Banco Central llevó a cabo su reunión de política monetaria de ese mes, en un escenario en que la incertidumbre reinaba y los miedos de los mercados sobre el devenir económico global estaban en récords.

En ese escenario, había mucha expectación sobre la decisión que se tomaría, considerando que la autoridad monetaria estaba en un proceso de alza de la tasa rectora, la cual se encontraba en 8,25% y con un sesgo marcado a seguir subiéndola (con un IPC anual de 9,2%). Pero mucho había pasado en ese histórico último mes y la decisión no era obvia.

Ayer, a más de 10 años del episodio, el BC liberó, como parte de su política de transparencia, las actas completas de las reuniones de 2008 y, al fin, es posible conocer en detalle el tenor de la discusión y las posiciones de cada participante.

Discusión

“Se ha producido un incremento en el nerviosismo en los mercados, impulsado por la quiebra del banco de inversiónLehman Brothers. Agrega que se puede observar el aumento de las primas de Credit Default Swaps (CDS) para la mayoría de las instituciones financieras en Europa, EEUU y Reino Unido, comparado con la última Reunión de Política Monetaria”.

Así comenzó su presentación el entonces economista senior del BC, Felipe Jaque (hoy en Grupo Security), quien describió en detalle el escenario al que el mundo se estaba enfrentando. Se informó sobre las acciones de política monetaria de la Fed, ampliando las líneas swap, y las bajas en las tasas en las principales economías.

Luego de ello, el entonces ministro de Hacienda, Andrés Velasco -con voz, pero sin voto en la decisión del BC- agradeció que ese mismo día el banco haya modificado transitoriamente las normas de encaje, para ayudar a la liquidez del sistema.

Sobre la decisión del día, el secretario de Estado afirmó que la única opción que se atrevería a recomendar era mantener la tasa, dejando abierta todas las opciones. Destacó “la extrema dificultad” de predecir lo que ocurrirá con los mercados y los altos costos de equivocarse.

Sebastián Claro, el más nuevo de los consejeros presentes, reconoció también que la decisión era “altamente compleja”. En términos de inflación, la fuerte alza del dólar, seguía empujando los precios, con lo que se estimaba que el IPC seguiría en torno a 9%.

Además, agregó que si la economía sufría una desaceleración importante, la capacidad de actuar de forma contracíclica sería mayor si la tarea contra la inflación seguía bien encauzada.

El hoy académico de la UC votó en primera instancia por subir la TPM en 25pb, pero que se sumaría a una mayoría si se decidía mantener.

Argumentos similares tuvo el entonces vicepresidente del BC, Jorge Desormeaux, quien planteó que subir la tasa en 25pb sería un “testimonio de fuerte compromiso antiinflacionario”, pero que también se sumaría a la mayoría. Enrique Marshall, Manuel Marfán y el presidente del banco, José De Gregorio, concordaron en esa decisión.

Uno de los presentes en esa cita destacó la oportuna respuesta que tuvo el ente emisor, que reaccionó bajando fuertemente las tasas a partir de 2009.

Mientras que otro economista también presente ese día rememoró que lo relevante del episodio fue la reacción que tuvo el BC que luego del cambio de escenario comenzó a bajar fuertemente las tasas.

De hecho, en lo que restó de 2008 el BC no volvió a subir la TPM y el año siguiente se embarcó en un proceso de bajas inédito, reduciéndola entre enero y julio 775 puntos base, hasta 0,5%. Mientras, la inflación pasó de casi tocar el 10% en 2008 hasta -1,4% a fines de 2009.


Esto fue hace 10 años.

Cuando converso con gente respecto del alza de tasas y hasta donde deberían llegar que es cerca del 7% u 8%, me quedan mirando con cara de incredulidad diciéndome que esas tasas no son posibles porque nunca han estado en esos niveles desde hace décadas.

Así de corta es la memoria. Por eso las catástrofes financieras y económicas pasan una y otra vez.

En ese momento, el banco central bajó sus tasas en casi 8% en 6 meses para evitar el colapso de liquidez que estaba amenazando a la banca por esa época.

Ahora no tiene es margen. Y la economía está endeuda hasta el cuello, por lo tanto tampoco haría mucho impacto una baja aún mayor de tasas porque la gente simplemente no tiene más línea de crédito o disposición a tomarlo.

Cuando las tasas comiencen a subir, porque la FED y el BCE ya perdieron el poder de influir en los mercados de manera significativa y estos van a ser los que van a  comenzar a fijar las tasas que es lo que pasa con la inversión de curvas de los bonos americanos, donde la FED influye sobre las tasas cortas pero el mercado lo hace sobre las largas, el BCCH va a estar en una posición muy desmejorada para apoyar a la economía, va a tener que subir las tasas para que los capitales no vuelen del país, con una economía endeudada ya hasta el cuello y más encima a tasas variables.

Lo dicho…

It´s coming…

Además, después de leer este reportaje, no entendería que la gente no fuera a re pactar YA sus tasas variables a fijas. Imprimir artículo

1 comentario:

  1. Este post nos ayuda para estimar las pocas herramientas que hoy tiene el BC para realizar una política contracíclica.

    Irresponsablemente el mundo entero no subió las tasas, obligandose mutuamente a mantener la "música de la fiesta". Ahora, fijo se corta la luz en el mambo...


    Carajo!


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