Al relajarse las medidas sanitarias en Santiago, los restaurantes de avenida Isidora Goyenechea volvieron a abrir. Sus terrazas se empezaron a llenar y también se pusieron mesas en las veredas. Pero no todos los locales han corrido con la misma suerte. Antonio Fernández, dueño del restaurante Kilómetro 0 -ubicado en el Hotel W- , cuenta que su negocio no ha vuelto a funcionar.
Explica que su principal dificultad es ubicarse en el subterráneo del hotel, por lo que no puede usar los espacios al aire libre. Cuenta con una terraza, pero ésta representa menos del 10% del local de 500 metros cuadrados, lo que le permite atender a pocos clientes.
En marzo, cuenta Fernández, decidirá si lo conserva o no. Y destaca que tiene una buena relación con la administración del hotel, pero pese a eso señala que “el panorama no es muy auspicioso”.
También tiene una cafetería en el primer piso del mismo edificio llamada Dulcinea, que está cerrada y la quiere trasladar a un nuevo local en calle Alonso de Córdova.
Si Kilómetro 0 llega a cerrar, se sumaría a los otros locales que tienen abajo sus cortinas en el hotel. El restaurante de comida española Gracia, cerró de forma definitiva la semana pasada. También lo hizo Bikes Colorado, mientras El Mundo del Vino invita a sus clientes a ir a otras tiendas de la cadena.
La marca de bicicletas indica que el poco movimiento del sector precipitó su salida y se van a concentrar en su tienda de Vitacura.
Ingrid Hartmann, Senior Research Manager de CBRE, señala que según su estudio de placas comerciales en edificios de oficinas, las tiendas que se ubican en subterráneos son las más perjudicadas y sus precios han llegado a disminuir un 19% desde que inició la pandemia.
Pero en Isidora, no son solo los locales de ese edificio los que han tenido que dejar de operar. El subgerente de Propiedades Urbanas de Tattersall GDA, Víctor Ovalle, comenta que “sin duda la pandemia ha pegado muy fuerte a la actividad de oficinas y comercio en el sector, visualizándose con mayor claridad en el rubro gastronómico”.
Destaca la salida de locales como Coppelia, The Coffee Factory y la cafetería Fres&co.
El gerente general del primero, Francisco Villar, cuenta que dejaron el lugar en junio pasado. La decisión fue tomada “considerando que estábamos en un sector de oficinas y todo indicaba que el teletrabajo no sólo seguirá por varios meses más (afectando las ventas), sino que es una tendencia que, sin duda, aunque baje, llegó para quedarse”.
El espacio donde se ubicaba la heladería, en esquina Magdalena, es de 262 m2 y ahora está en arriendo. Según el gerente general de ProUrbe Gestión Inmobiliaria, Víctor Danús, “esos productos son difíciles de colocar nuevamente, pues está costando encontrar arrendatarios dispuestos a ocupar esos tamaños, sobre todo en una zona prime como es Isidora Goyenechea”.
En las calles perpendiculares a la avenida también hay tiendas vacías. Ya no están ni la cafetería Prana en San Sebastián ni la agencia de viajes Cocha en Roger de Flor. El gerente general de la firma, Sergio Purcell, comenta que dejaron esa ubicación hace tres meses, debido a que las atenciones al público se están haciendo de forma remota y, cuando son presenciales, los clientes eligen más acercarse a los malls.
Vacancia sube, pero interés se mantiene
Según datos de Colliers International, la vacancia de locales comerciales en el sector era de 6,1% en marzo 2020, y ahora alcanza 7,0%.
Según el gerente del área de retail de Colliers, Antonio Sivori, si bien “vemos un aumento en la vacancia, éste ha sido menor”, ya que “muchos restaurantes lograron sobrevivir este período gracias a la mayor flexibilidad en los contratos de arriendos y la posibilidad de vender a través de las aplicaciones de última milla, lo que les permitió no cerrar”.
Pese a la crisis, destaca que el interés por Isidora Goyenechea se mantiene intacto, debido al “alto poder adquisitivo del sector; alto flujo peatonal y vehicular; sector consolidado de oficinas y buena conectividad”.
Según Sivori, sigue siendo la zona más cotizada del sector oriente, sobre otros barrios de oficinas de la misma área, como Nueva Las Condes.
Lo dicho desde siempre. En un proceso de deflación o depresión, los negocios más cuicos y menos necesarios son los que más sufren. Especialmente cuando su oferta de valor era más bien social y entorno que el producto en si mismo. Y por ello sus precios estaban inflados a la estratosfera en relación a la calidad real de lo vendido, para poder pagar los créditos que les permitían estar en esas ubicaciones con la presentación y promoción de ello.
Peor aún en una masacre como la actual con los encierros y las prohibiciones por cuarentenas.
El fin de semana me di una vuelta por los pocos restaurantes abiertos para el día del amorsh, y en realidad era vergonzoso el precio que cobraban por los mismos menús que dan siempre. Obviamente se espera que intenten recuperar algo de lo perdido en fechas como estas, pero esa estrategia no los va a llevar a ningún lado. Cobrar 35 lucas por persona por un almuerzo regular con un par de tragos de espumante mula es la receta perfecta para no volver más y recomendar a otros igualmente no ir. No por el precio en si mismo, sino por la percepción del valor recibido en relación al precio. Esa percepción en esta época y circunstancia tiene que subir MUCHO. Pero la mayoría no lo puede hacer porque eso significa aumentar los costos, justo lo opuesto a lo que están haciendo que es cortarlos hasta la médula. Además de la imposibilidad física de hacerlo para atraer más demanda por las restricciones de cantidad de personas. Hace unos días fui a un Pub e igualmente el precio fue estratosférico por una tabla con papas rústicas mal cocidas y par de pedazos pequeños de carne como suelas con un par de tragos (muy buenos). Tal vez uno se coloca mucho más exigente en un entorno donde hemos cocinado mucho más en casa y te das cuenta que en realidad la mayor parte de los platos que te gustan los puedes hacer tu mismo. Excepto uno…
DAMN YOU CREME BRULÉE….
Todos están subiendo los precios. Y eso es justo lo opuesto a lo que tienen que hacer ahora que hay menos ingresos disponibles. Y ampliar tu oferta o restricciones de acceso. Ya no puedes estar orientado solo a los wannabes que no tienen cupo en las tarjetas. Tienes que ampliar tu oferta y marketing al proletariado general.
Te compras medio kilo de lomo y haces un lomo salteado para 4 o 5 personas, lo demás cuesta maní. Vas a pagar 10 mil por plato en uno de los miles de restaurantes peruanos ultra inflados de precios si lo puedes hacer en unos minutos tu mismo??? Y probablemente con mejores ingredientes??. Y sin el valor agregado del ambiente??…
Con las prohibiciones de gente al interior y en realidad con producir el ambiente de un restaurante o un pub, los mataron. Solo ir a comer a sobre precio sin el resto no da valor por tus pesos. Recuerdo que Isidora efectivamente era el lugar de encuentro de los ejecutivos y wannabes del sector de oficinas y financiero. Todos los almuerzos y reuniones se hacían en alguno de los restaurantes de por ahí o en alguno de los del Bosque Norte. Y era un gran ambiente, muy entretenido sin duda. Una lástima que estos sectores que dan vida y movimiento sofisticado a la ciudad vayan muriendo. Pero es el ciclo natural de las cosas, solo que muy acelerado por la histeria del bicho.
Empiezas sencillo. Te crees el cuento, te expandes con deuda, subes tus precios para pagar esas deudas, viene la depresión o caída económica, no puedes seguir subiendo los precios para compensar la caída de demanda, bajas los precios, con ello tu calidad, baja tu público objetivo por ello, aumentan tus deudas para poder mantenerte…
Du Bist Kaputt….
Ciclo de negocios…
Always was, always will be… Imprimir artículo
ademas de la gentrificacion inversa. Todos escapan de los barrios caros, intentanto recuperar algo si eres dueño o bajando los costos de arriendo y apostar por un lugar mas barato.
ResponderEliminarHa pasado antes, que lugares de la ciudad que eran buenos se terminan llendo a la mierda.
Slds
Igual el barrio alto sigue siendo bueno. Lo que es plaza italia para abajo, incluido bellas artes y lastarria, se ha convertido en una mugre.
EliminarImaginen que hasta los moteles estan en quiebra....hasta el loly perrito.
Ojo que el 90% de los glamours boys pueden trabajar en casa ya que tienen pegas mas sofisticadas...so...en oficinas cuicas de las condes, provi y vitacura la cosa se ve terrible.
EliminarLas oficinas y propiedades comerciales como negocio esta en crisis.
ResponderEliminarVarios primos rentistas me comentan que lo unico que esta salvandose es residencial.
Y en mi experiencia particular las parcelaciones en la V region se han apreciado bastante desde mayo 2020 yo diria en un 50% en formatos fe 5.000mts2
mi fin de semana y lo que termine pensando de todo esto lo describiste perfectamente maestro (desde la comida al conclusion final). como dueño de una cafetería (sur de chile) que apenas subsiste gracias a este bicho y las decisiones del gobierno (lleno de improvisadores y ladrones), veo y vivo de cerca la devastación causada.
ResponderEliminarEs cierto tu análisis, eso lo había analizado en mis gastos hace algunos años con una ex "mala para la cocina". Hoy para muchas pareciera ser ofensivo, legados del patriarcado -sic-
ResponderEliminarProbada 100%
Creme bruleecito XD
https://www.youtube.com/watch?v=zl0qYiAT5D0