Quien piensa en los niños…AHHH??? Columna de Daniel Matamala: La mala educación

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@latercera

“En el caso de los profesores, llama la atención que busquen por todas formas no trabajar, es un caso único en el mundo y yo diría que de estudio”.

Incluso para un gobierno tan propenso a declaraciones destempladas, la frase del ministro de Economía, el ingeniero comercial Lucas Palacios, sorprendió por su falta de empatía. Porque el año que pasó, miles de profesores se quemaron las pestañas intentando realizar clases virtuales, aprendiendo nuevas metodologías, luchando con barreras tecnológicas y convirtiendo sus propias casas en improvisadas aulas. Aunque el senador Iván Moreira, uno que hubiera aprovechado bien poner más atención en clases, diga que “han estado de vacaciones todo el año”.

Palacios aclaró que todo fue un malentendido. Que no se refería “a los profesores”, sino “al Colegio de Profesores”, una explicación que también dice mucho. ¿Acusaría alguna autoridad a los dueños de camiones de “no querer trabajar” por sus frecuentes paros? ¿Dirían eso de las entidades empresariales cuando exigen todo tipo de garantías como condición para invertir?

¿Por qué ciertas autoridades sí se permiten con los profesores esta falta de respeto, esta mala educación?

La sociedad chilena se llena la boca relevando la importancia de los docentes, pero les paga sueldos bajos comparados con casi cualquier profesional; celebra el Día del Profesor pero los hace trabajar con contratos hasta diciembre o como “profesores taxi” para ganarse la vida; recuerda con admiración a Pedro Aguirre Cerda, pero desde 1938 nunca más eligió a un profesor como Presidente.

Para la clase dirigente, los pedagogos son bichos raros. Son profesionales, sí, pero de otro origen social y otro pasar económico. No ejercen el poder, ni en su propio ámbito. A todos nos parece evidente que el ministro de Hacienda debe ser economista; el de Justicia, abogado; y el de Salud, médico. Pero los profesores ministros de Educación son escasos; los últimos diez han sido abogados (cinco), economistas (dos), ingenieros comerciales (dos) o asistentes sociales (una).

Este gobierno convirtió ese desdén histórico en hostilidad. El Presidente designó ministro a su amigo Gerardo Varela, un abogado y director de empresas que duró cinco meses en el cargo, tras lamentarse que “todos los días recibo reclamos de gente que quiere que el ministerio le arregle el techo de un colegio que tiene goteras, o una sala de clases que tiene el piso malo. Y yo me pregunto: ¿por qué no hacen un bingo?”.

Lo sucedió otra abogada, Marcela Cubillos, quien decidió convertir al ministerio en una trinchera. Se negó por semanas a conversar con el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, mientras este lideraba un extenso paro, acusándolo, al estilo de Palacios y Moreira, de usar “excusas para no volver a trabajar”.

Su gestión no mejoró la educación pública, pero sí pavimentó su futuro político como favorita de los poderes fácticos y del empresariado más ortodoxo. El 28 de febrero de 2020, mientras la tormenta del Covid se acercaba a los colegios chilenos, Cubillos abandonó el buque del ministerio, para liderar el Instituto Libertad y Desarrollo y la campaña del Rechazo a la nueva Constitución. Ahora, se postula a redactar esa misma Constitución, desplegando la campaña más millonaria del país, con un presupuesto de $84.800.000. Su rival, Mario Aguilar, también es ahora candidato a constituyente.

El abogado Raúl Figueroa sucedió a Cubillos. Tuvo un año para consensuar con los profesores las condiciones del regreso a clases presenciales. En cambio, se convirtió en un llanero solitario que intentaba imponer medidas unilaterales. Su estilo hizo crisis el 1 de octubre, cuando convocó a las cámaras de televisión a Pirque para una “vuelta a clases” a la que no llegaron los alumnos.

Lamentablemente, la directiva del Colegio de Profesores no ha estado a la altura del desafío. En vez de trabajar en medidas realistas, han planteado una escalada de objeciones cada vez más extremas, desde que las comunas deban estar en Fase 5 hasta que “no queremos atiborrar el transporte público”.

El daño a los niños y adolescentes es inconmensurable: aumento de la brecha entre colegios ricos y pobres, deserción escolar, problemas de salud mental, y aprendizaje irremediablemente perdido en hogares en que las “clases virtuales” son un imposible.

La Unesco señala que el retorno a las aulas en Chile es “factible y urgente”. Unicef advierte del riesgo de una “generación perdida” si no se reabren las escuelas. Stephan Fraser, director de la Education Endowment Foundation, calcula que la brecha entre los niños más y menos aventajados puede ensancharse hasta un 75% más. La Defensora de la Niñez advierte que “la no presencialidad está afectando de manera más brutal a quienes son los más vulnerables del país”. El sueño de tener un país con oportunidades más igualitarias se aleja cada día que los niños chilenos pasan fuera de las aulas.

Mientras el ministro Palacios asegura que “me han contactado una serie de profesores para darme apoyo”. Es que lo que dijo no fue una falta de respeto, ni una mala educación: “Lo que he hecho es darle voz a los que no tienen voz, a los que no pueden opinar y en Chile tenemos que construir un país en que todos tengan voz”.

Los profesores chilenos no tienen el sueldo, el reconocimiento ni las condiciones laborales que merecen. Y desde esta semana, además tienen un nuevo vocero, uno que no eligieron, pero que les ahorra la molestia de tener que opinar ellos mismos: el ministro de Economía.

Facho progre favorito siendo progre. En el espíritu y la tradición progre más antigua y sagrada para ellos, ofenderse y pontifica por algo que le dicen a otros…

Recuérdenme quien fue uno de los (muchos) paladines justicieros progres que exageraron al máximo el bicho y la necesidad de encerrarnos a todos para que nadie, nadie, nadie quede atrás??

Y ahora llora por los niños, el muy cara de raja???

Con sus huevadas ayudaron a destruir muchos colegios, incluso desde antes con liquidar los subvencionados y el fin de la selección, y muchas familias que tuvieron que lidiar con las bendiciones y ello provocó obviamente MUCHO estrés incluido el provocado a los profesores.

Lo cierto es que hoy los colegios son guarderías. No hay ninguna entrega de valor relevante, el principal de los cuales sería la disciplina y perseverancia, porque el conocimiento que entregan es bastante estándar. Y eso no es en realidad culpa o responsabilidad de los profesores. Es de los padres que quieren que sus hijos reciban felicitaciones por todo, no pueden quedar atrás, no pueden ser buleados por otros niños sin su intervención, si un profesor trata de corregir o reprender a alguna bendición, fuera.

Tengo mucho respeto y cariño por los profesores de vocación, no por los que eligieron la carrera porque no les alcanzó el puntaje para otra cosa. Tampoco por los académicos universitarios que eligen la docencia para tener recursos para sus investigaciones y papers que les dan el estatus de académicos titulares y no les podría importar menos la enseñanza.

Pero en esta parte del ciclo social y económico, son simplemente guarderías y cuidadores, todos ellos.

Una lástima.

Pero tal vez podamos con estos encierros valorar lo que significa la educación familiar y parental directa, que es la más importante, cuando las bendiciones están dejando las cagadas en la casa que dejarían en los jardines y colegios, o en las casas de los abuelos o gente que los cuida.

En mi época mis padres y abuelos te castigaban si hacías algo impropio en la mesa, te castigaban si interrumpías conversaciones de adultos, gritabas como barraco, pataleabas o cualquier tontería de esas. Más un par de correazos si te excedías en la histeria. Y si llegabas a faltarle el respeto a un adulto, shit… castigo toda la semana, sin cena o sin postre, o ambos.

Ah…y con los bullies…

A la dirección con la ropa hecha mierda por la pelea que tenías con ellos cuando se ponían huevones. Porque si los llegabas a acusar con tus padres…

Las pateaduras de raja de los bullies después de eso eran épicas. O los enfrentabas o te la aguantabas.

Ahora los pendejos dan vueltas por todos lados interrumpiendo a todo el mundo y básicamente siendo el centro de atención exclusivo para evitar que se manden cagadas. Y eso a los 4 o 5 años que ya deberían NO mandárselas. Y cuando hay un bully, lo acusan, con los profesores o el papá. Shit…

Fucking Snowflakes…

Como lo comenta Jordan Peterson en sus 12 reglas de vida (muy bueno), la principal misión como padres es impedir que tus hijos hagan cosas que hagan que te caigan mal. Y esas son conductas antisociales. Como gritar cuando no obtienen algo, interrumpir, insultar, patalear,  y básicamente no dar el espacio a otros para que hagan sus cosas tranquilos. Tu misión es que sean queridos por la mayor cantidad de gente en su entorno, de manera que puedan recibir ayuda y redes de contactos. No que no te inviten más si vas con ellos después de hacer mierda antigüedades o rayar paredes o ropa.

Eso es trabajo de los padres. NO DE LOS PROFESORES.

Pero como los progres son progres, le endilgan esa responsabilidad a los sistemas educacionales y no a los padres.

Mientras sigan haciendo eso, van a seguir las desigualdades de oportunidades. Porque éstas se generan en el entorno social y familiar. Un niño bien educado en un entorno familiar sano tiene MUCHAS más probabilidades en la vida que uno que no.

IT IS WHAT IT IS…

Tratar de adornarlo con progresadas lo único que resulta es en que la gente se genera falsas expectativas de que pueden malcriar como quieran o les resulte a los pendejos, o dejar de preocuparse de ellos, y los profesores podrán corregirlos y darle los valores que ellos no quisieron o pudieron.

NOT GONNA HAPPEN

EVER.

Hoy los niños y pendejos adolescentes y muchos adultos, se acostumbraron a las ayudas del gobierno o de un estamento superior a ellos con solo colocar caras de gato Shrek, o peor aun, hacer un pataleo adulto en la forma de destruir cosas de otros.

Por eso en los parques te prohíben darle comida a los animales, para que no pierdan la capacidad de ganarse por sus propios medios su sustento.

En la cultura moderna, están criando a los pendejos, y a la gente en general para ser completamente dependientes del sistema. Como en un zoológico.

Y estos ahuevonados progres han promovido eso.

ES TRABAJO DEL ESTADO…para casi todo.

Tienes problemas de salud??

TRABAJO DEL ESTADO¡¡ No importa que seas una ballena terrestre que se hace mierda comiendo y tomando como cosaco.

Pendejos queman todo??

Los pendejos son unos antisociales de mierda que queman y destruyen todo que sería el equivalente a una pataleta infantil donde tiran todas las cosas que pillan que los padres no detuvieron a tiempo…

ES TRABAJO DEL ESTADO educarlos…¡¡¡

No tienes casa porque no has podido escalar en tus ingresos o ahorrar lo suficiente para ello??

TRABAJO DEL ESTADO…¡¡

Me llevan estos progres huevones que están transformando a todos en ganado dependiente del alimento que le quieran dar los supremos líderes.

Porque ya sabemos cual es el destino del ganado…No tiene sentido alimentarlo y cuidarlo más allá de lo justo y necesario…

Ahh

de veras.

Eso es Comunismo y Marxismo. Todos directo al matadero para la satisfacción de los supremos líderes de pensar que lo tienen todo controlado. Imprimir artículo