“¿Algún señor senador o señora senadora no ha emitido su voto?”, repitió el secretario del Senado, Raúl Guzmán, ante de publicar a través de las pantallas la votación de la propuesta del Presidente Gabriel Boric para que José Morales Opazo se transformara en el nuevo jefe del Ministerio Público.
En esos instantes, los rostros de las ministras que acudieron al Senado eran de preocupación. La titular del Interior, Carolina Tohá, tenía una posición pensativa y la secretaria general de la Presidencia, Ana Lya Uriarte, solo miraba su celular. La única que observaba las pantallas del hemiciclo era la ministra de Justicia, Marcela Ríos.
Desde las bancadas oficialistas, en tanto, algunos senadores hacían gestos de que el resultado sería negativo. Finalmente el nombre de Morales solo obtuvo 31 apoyos, dos votos menos de los 33 necesarios para ser ratificado como nuevo fiscal nacional. Además, se registraron seis votos en contra, ocho abstenciones y cinco ausencias.
No solo es la primera vez que una propuesta de fiscal nacional es rechazada por el Senado. La votación propinó el primer revés importante al actual gabinete de ministros encabezado por Tohá y Uriarte, que el miércoles en la tarde se desplegaron infructuosamente, tratando de revertir una derrota que desde el martes parecía ser inminente.
Además de la ausencia de cinco senadores, el equipo de ministras no pudo controlar la división que generaba en el oficialismo el nombre de Morales ni tampoco pudieron contener el desmarque masivo de los legisladores de RN, que optaron por seguir la opinión jurídica y política del senador Rodrigo Galilea (RN), quien fue el interlocutor en estas negociaciones con el gobierno y uno de los principales críticos del perfil que ostentaba el candidato a fiscal nacional. En algunos de ellos, además, como José García, pesó la postura que Morales planteó respecto de La Araucanía, la que consideró débil.
Por el contrario, la estrategia del Ejecutivo aparentemente minimizó la visión de Galilea y apostó a la opinión favorable a la carta del gobierno que tenían los senadores Manuel José Ossandón y Francisco Chahúan, timonel RN, confiando en que con ellos lograrían el respaldo mayoritario de ese partido. De hecho, la explicación que siempre levantó el Ejecutivo para optar por Morales es que era el único que garantizaba los 33 votos.
Sin embargo, hasta ayer en la mañana había cuatro senadores de RN dispuestos a aprobar la propuesta presidencial. Solo gracias a las gestiones de Tohá, efectuadas en medio de la sesión, se añadieron dos votos más de esa bancada, Alejandro Kusanovic (independiente) y María José Gatica (RN). Esta última, además, es muy cercana al senador Ossandón. Durante gran parte de la sesión, a la ministra del Interior se le vio realizando llamadas telefónicas o sosteniendo conversaciones en los pasillos.
El despliegue de Uriarte, por su parte, fue reforzado por la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, quien concurrió al Senado para tratar de convencer al senador socialista Gastón Saavedra, quien era otro de los votos duros en contra de Morales. Sus gestiones, sin embargo, fueron infructuosas, ya que Saavedra se mantuvo firme y se abstuvo.
Otro problema sin resolver para el Ejecutivo fue la división de la bancada de Apruebo Dignidad (PC, Frente Amplio y FREVS). Si bien el RD Juan Ignacio Latorre y los comunistas Daniel Núñez y Claudia Pascual, que hasta el final mantuvieron dudas, terminaron aprobando, los representantes del FREVS se descolgaron: Alejandra Sepúlveda se abstuvo y Esteban Velásquez votó en contra.
“Los gobiernos están para tomar decisiones y a uno puede gustarle o no. No obstante, algunos senadores inmediatamente salen buscando nombres y atribuyendo responsabilidades (por la derrota), en un acto cobarde, porque esta cuestión es personal (...) aquí cada uno ha votado con los antecedentes que cada uno tiene y no hay una posición más válida que la otra”, dijo Velásquez.
Golpe a La Moneda
En La Moneda, en tanto, a las 17 horas salió la última ministra que quedaba en Palacio. La vocera Camila Vallejo dejó las inmediaciones de la sede de gobierno a minutos de que el Senado tomara la decisión.
Así, el Presidente Gabriel Boric siguió sin ministros del comité político la votación que implicó un duro revés al gobierno. El resultado negativo, no obstante, era un escenario probable en Palacio. De hecho, el Mandatario recibió temprano las primeras advertencias.
En Valparaíso, tras la caída de Morales, las ministras Tohá, Uriarte y Ríos dieron un punto de prensa en el que lamentaron el resultado, pero destacaron que solo fue por “dos votos”. Además, la titular de Interior habló de “campaña sucia” a través de la prensa, mientras que Uriarte criticó que algunos parlamentarios que se ausentaron del país no pidieran permiso constitucional. Tal medida hubiera permitido reducir el quórum de 33 a 31. Sin embargo, solo Yasna Provoste (DC) presentó este permiso, mientras que el socialista Alfonso de Urresti y los Evópoli Felipe Kast y Sebastián Keitel no elevaron una solicitud, que en todo caso es voluntaria cuando se trata de periplos menores a 30 días.
Por su parte, la oposición responsabilizó de la derrota directamente al Ejecutivo, específicamente a la ministra de Justicia, Marcela Ríos, cuya cartera era la responsable del proceso. Varios parlamentarios salieron a pedirle la renuncia.
“El fracaso de esta nominación es del gobierno y tiene nombre y apellido. Se llama Marcela Ríos y debe renunciar”, señaló el republicano Rojo Edwards, quien votó a favor de la propuesta presidencial.
También dio su voto favorable el jefe de bancada de la UDI, Iván Moreira, quien le endosó el resultado a oficialismo y a la ministra Ríos. “Nosotros cumplimos nuestro compromiso”, dijo.
Dentro de las filas oficialistas también hubo reproches. “El Presidente eligió a la persona que tenía más cuestionamientos”, señaló el socialista Fidel Espinoza, quien se abstuvo, al igual que su par Gastón Saavedra.
En medio de un punto de prensa en el Congreso, la ministra Ríos abordó las consultas respecto a las peticiones para que renuncie provenientes desde Chile Vamos y Republicanos, por su rol en la negociación con los senadores y los fallidos resultados. A raíz de ello, aseguró que “es el Presidente el que tiene siempre, por supuesto, a disposición todos nuestros cargos y es él quien tiene que evaluar este proceso”.
“Nosotros estábamos en un proceso para intentar presentar esta propuesta y eso es lo que hemos hecho. Era decisión del Senado aprobarla o no”, agregó.
En el entorno de José Morales, quien ejerce como fiscal jefe de la zona Santiago Norte, responsabilizaban directamente al equipo político de La Moneda del resultado, que pudo haber sido revertido si se lograba alinear a los senadores del FREVS y al DC Iván Flores, cuyas señales previas no fueron tomadas en cuenta y al final terminó votando en contra.
El Presidente Boric, por su parte, habría transmitido que era necesario desdramatizar la derrota y seguir con el nuevo proceso. Tras la decisión de la Cámara Alta, desde Palacio aseguraron que el Mandatario no daría declaraciones y que tenía previsto abordar el asunto este jueves, durante su discurso por el fallo de La Haya por el río Silala.
Cuando Shakespeare escribió su muy famosa, y polémica, frase:
"The first thing we do, let's kill all the lawyers"
No se refería a los abogados como los conocemos hoy en día. Se refería a lo que sería el equivalente a los fiscales. Esto es, los que acusan a los ciudadanos en nombre del estado.
Porque nadie tenía acceso a abogados salvo el gobierno, o en ese caso, la monarquía. Y por ende los condenados bajo una acusación del estado eran básicamente el 100% de los acusados. Toda una tiranía que podríamos definir de esa manera, que a todos quienes acusa el estado son condenados, y que en buena parte provocaron las revoluciones americanas y en casi todo el mundo que desato el cambio de régimen desde las monarquías a las repúblicas.
No debe haber nada más nefasto para un país que ésta institución porque finalmente no tienes como defenderte como ciudadano de fiscales que buscan ganar, no matter what.
La tasa de convicción en casos de fiscalía en los gobiernos totalitarios o tiranos son de 90%+… creo que en USA está en el 95%…
Estamos lejos de eso acá, de hecho probablemente tenemos ahora el problema opuesto que es que la fiscalía deja sueltos a todos…de los pocos que puede identificar…
Desconozco que es en lo que se hace parte el gobierno como demandante, pero 600 mil casos ingresado sin encontrar a los responsables, y por otro lado con 500 mil acusados y finalmente 90 mil condenador parece un ENORME desperdicio de recursos fiscales.
Dicho lo anterior, y suponiendo que ha sido validado su rol y el de la fiscalía, supongo que el que la propuesta hecha por un presidente sea rechazada en el senado es un cachetazo político estratosférico.
Lo que es curioso. De lo que entiendo la corte Suprema entrega una cantidad de candidatos dentro de los cuáles se tiene que elegir uno.
Supongo que la corrupción y degradación desparrama hacia todos los poderes del estado y eso incluye a la justicia.
Los requisitos para la prosperidad de un país son que los ciudadanos sean razonablemente honestos, que exista razonable confianza en la sociedad y sus interacciones, y que exista una justicia que proteja adecuadamente los derechos individuales entre ellos el de propiedad y de juicios justos e imparciales. Cuando el estado se hace parte, es muy difícil pensar que hay imparcialidad.
Dentro de las re organizaciones que vamos a ver en los sistemas de gobierno, sin duda estará el poder judicial.
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@nónimo/Demócrito:
ResponderEliminarHoy entramos a la parte del péndulo que comienza a criticar y hasta responsabilizar el actual sistema penal garantista chileno, como el alcalde puente alto, Germán Codina
En los años 50 y 60 se produjo un movimiento intelectual penalista que generó el sistema garantista que se puso en marcha por primera vez en la serena en 2001, pero que ya venia de otros intelectuales 200 años atrás cuando las penas eran de carácter barbárico, etc.etc. (Beccaria y antes autores como Montesquieu, Voltaire)
Ya durante de la década de los 90 se ampliaba el "catalogo de derechos" (Leyes Cumplido) en favor de los inculpados que debían soportar toda suerte de arbitrariedades que suponían el ejercicio de los antiguos "actuarios" conocidos como los "juececillos", personajes algo oscuros pero poderosos que ponían toda suerte de martín galas para nivelar hacia alguna de las partes en conflicto el proceso penal, corrompiéndolo en algunos casos (obviamente no se generaliza pero existían abusos).
Esto es un movimiento mundial, si hasta la Corte Penal Internacional para los condenados por crímenes de guerra de la 2da guerra mundial (aquellos que sobreviven) o en las actuales, ya no se condena por 40 o 50 años, sino que la tendencia va a no permitir que los condenados pasen mas de 25 años preso (quizás algo más)
Si hoy un fiscal tiene 2800 causas el sólo que investigar es materialmente imposible satisfacer los deseos de justicia terrenal en la mayoría de los casos, pero si se produjera una contra-reforma de endurecimiento de las penas y mayor respeto por la autoridad, quizás (sólo quizás) tendremos una mejor Nacion